La Asociación Latinoamericana de Acero estima que en 2013 las importaciones de laminados subirán 22% en Chile, liderando las compras en la región. Una alerta para el sector.
Fue el principal reclamo del grupo CAP en su junta de accionistas 2013. Las importaciones de acero están creciendo a una velocidad inusitada y están dañando a la industria local, poniéndola en serio riesgo.
Los datos que maneja la industria confirman que la amenaza del acero extranjero es cada vez más latente y, para peor, está lejos de terminarse. De acuerdo con una proyección elaborada por la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), este año la importación de acero laminado crecerá 22,5% a 1,7 millón de toneladas. En 2012 ya había subido 26%.
Con esta variación, Chile será por lejos el país latinoamericano en el que más crecerán las importaciones de acero. Al revés de lo que ocurre, por ejemplo, en Venezuela, Brasil o Argentina, donde las compras se reducirán. A nivel agregado, en Latinoamérica las compras de acero extranjero casi no tendrán variación, pasando de 18,14 millones de toneladas de aceros planos en 2012 a 18,6 millones este año.
El incremento de la importación contrasta con las exportaciones desde Chile, que prácticamente no se han movido en los últimos años. Mientras en 2006 Chile vendía al exterior 113 mil toneladas de laminados, este año se pronostica que las exportaciones alcancen las 104 mil toneladas.
Eso sí, respecto de 2012, cuando se exportaron 93 mil toneladas, habrá un crecimiento de 11,8%. Aún así, se trata de volúmenes marginales en comparación tanto con las compras de acero foráneo como al consumo interno.
Situación parecida vive la industria interna de este insumo. Mientras en 2007 Chile producía 1,678 millón de toneladas de acero, el año pasado llegó a 1,744 millón. Es decir, recién se están recuperando los niveles previos a la crisis, aunque el mercado es mucho mayor que entonces. La diferencia entre ambos períodos está precisamente en la importación.
En otras palabras, todo el incremento del mercado ha sido llenado por importaciones, principalmente de China, pero también de otros países como Brasil.
¿QUÉ HACER?
En Chile hay sólo dos productores de acero: Gerdau Aza, que pertenece al gigante brasileño Gerdau y que fabrica aceros reciclados, y Huachipato, perteneciente al grupo CAP y que ha sido la única en alzar la voz para pedir a las autoridades que se flexibilicen ciertas medidas (se aludió indirectamente a la ley de Libre Competencia) para poder adecuarse al mercado.
Esta adecuación pasaría, según se cree en la industria, a una asociación entre Gerdau Aza y CAP. El problema es que como ambas son por lejos los actores dominantes del mercado, una operación de este tipo no sería admisible frente a los organismos regulatorios.
Según el presidente del Instituto Chileno del Acero (Icha), Sergio Contreras, las importaciones no son algo nuevo, aunque hoy se hace a volúmenes significativamente más altos que, por ejemplo, hace diez años.
«Chile no produce plancha gruesa, entonces tiene que comprar en el extranjero. La realidad del sector debe evaluarse, entonces, dependiendo del tipo de producto», sostiene Contreras.
¿Qué ocurre con la productividad de la industria? «Obviamente todo tiene que ver con eso, pero eso es algo general en Chile. El gran problema que tiene Chile, desde el punto de vista de la construcción, es que hay un problema que nos pena que es la productividad y salarios altos, porque en Chile ese indicador es medianamente alto. Si a eso agregamos una baja productividad vamos a tener mayores costos que el resto del mundo», agrega el presidente del Icha.
¿Por qué el país debe establecer normativas especiales para el acero? En la industria plantean que se trata de un mercado absolutamente estratégico, como lo es, por ejemplo, la energía. En la última junta de accionistas del grupo CAP, el presidente del conglomerado, Roberto de Andraca, respondió a esa pregunta. «Nosotros tenemos algunas ventajas. Tenemos una capacidad de inversión más alta. Tenemos un consumo básico de acero en el que podemos especializarnos, como en la minería. Lo que estamos viendo es concentrarnos en productos que nadie pueda competirnos», dijo.
La empresa se ve complicada por China por la competencia con el acero importado, pero a la vez es este mercado el que hace crecer a la compañía gracias a la elevada demanda por mineral de hierro, hoy el principal producto que elabora CAP.
Así, el primer trimestre de 2013 siguió reflejando la baja en el negocio acerero. Los ingresos de Huachipato bajaron 27,3% en el período, lo que se explica tanto por el menor tonelaje despachado como por los menores precios. Esto se origina, explicó la CAP, principalmente por el alto nivel de los inventarios de acero en el mercado nacional resultante del aumento de importaciones durante 2012; y una reducción del precio promedio de esos despachos, acorde con las variaciones ocurridas en los precios internacionales de los productos de acero», señaló la firma en su análisis razonado correspondiente al balance de período enero – marzo.