El plan orientado a establecer impuestos adicionales al sector minero de México tendrá un impacto significativo en la industria y perjudicará las inversiones, dijo a BNamericas Héctor García, socio de PwC.
El proyecto de reforma tributaria, presentado por el gobierno, propone un impuesto adicional de 7,5% sobre las ventas a partir de actividades mineras, menos ciertos descuentos permitidos en el marco de la normativa del impuesto a la renta, y un gravamen de 0,5% sobre los ingresos brutos de la producción de oro, plata y platino.
El impacto de los impuestos «será muy dramático, pero no solo porque sea muy alto, sino que también por la fórmula para calcularlo, la cual no es justa», indicó García, puesto que la depreciación y pérdidas acumuladas no son deducibles.
LOS IMPUESTOS YA SON MUY ALTOS
Los impuestos que actualmente pagan las mineras en México ya son «muy altos» comparado con otras jurisdicciones, añadió, lo que contempla un impuesto a la renta de 30%, un 10% por acuerdos de distribución de utilidades con los trabajadores y tarifas por hectárea que se cobran a las concesiones mineras.
El efecto de los tributos adicionales propuestos derivará en una reducción de las utilidades de las compañíasmineras y llevará a que los inversionistas «duden sobre invertir» en el sector.
Este 7,5% debiera reemplazar a la regalía de 5% propuesta anteriormente, que se iba a debatir en el Senado durante la actual sesión parlamentaria, aunque aún no se recibe una confirmación por escrito sobre esto, manifestó el experto.
La regalía de 5%, calculada sobre el Ebitda, fue aprobada por la Cámara Baja en abril.
Se espera que la Cámara de Diputados debata la reforma tributaria dentro de los próximos dos meses.