Pamela Palmater
Traducido del inglés por Olimpia Boido
La Dra. Pamela D. Palmater es abogada, del Pueblo Mi’kmaw, y miembro de la comunidad Eel River Band First Nation en la provincia de New Brunswick, al oriente de Canadá. Da cátedra sobre derecho, política y gobernabilidad indígena en la Universidad de Ryerson y dirige el Centro para Gobernabilidad Indígena que allí se sitúa.
Me honra la invitación de las fundadoras de Idle No More/Basta de Pasividad a ser una de sus organizadoras y voceras. La labor con este movimiento es una extensión natural del trabajo que ya realizamos con dirigentes y ciudadanos/as de los Pueblos Originarios.
En estas semanas, los medios ansiaban saber cómo comenzó el movimiento, qué buscamos, y hacia dónde nos dirigimos. En mi calidad de vocera, he intentado responder partiendo de lo que me compartieron algunos/as participantes del movimiento:
[artículos en inglés]
–Al-Jazeera Panel on Idle No More
-Mi artículo en el periodico Ottawa Citizen que explica el movimiento
En esta oportunidad, querría hablar sobre estos temas partiendo de mi perspectiva personal. A continuación presento mis opiniones, puntos de vista, y deseos personales en relación al movimiento Idle No More/Basta de Pasividad.
El movimiento Idle No More/Basta de Pasividad forma parte de un movimiento indígena más amplio que se viene gestando desde hace años. Militantes indígenas en todo el país han estado observando la situación política y legislativa en Canadá tanto a nivel federal como provincial, y coordinando esfuerzos para compartir esta información con miembros y dirigentes de las comunidades indígenas en relación a cualquier tipo de posible amenaza. Hicimos notar una clara agenda de asimilación que emergió dentro del gobierno conservador y comenzamos a planificar cómo abordar este asunto si el Primer Ministro Stephen Harper insistía en la implementación de este plan.
Por supuesto que intentamos repetidas veces utilizar las avenidas más comunes para abordar nuestras cada vez mayores preocupaciones incluyendo el cabildeo, campañas de cartas, atestiguar ante el Senado y Parlamento, y reuniones interminables con diputados/as, senadores/as, ministros/as y otros/as – sin resultado alguno. Al gobierno de Harper no le interesa platicar con nosotros/as, y menos le interesa consultarnos u obtener nuestro consentimiento. En vez, Harper decidió utilizar la Asamblea de Pueblos Originarios (Assembly of First Nations) como su principal medio para tomar decisiones. El gobierno de Harper armaba la agenda, creaba los planes de acción conjunta, y por su propia cuenta decidía lo que se discutía y no se discutía. En otras palabras, Harper logró imponer a fuerza de intimidación su plan de asimilación en la agenda del tema “Pueblos Originarios” sin casi ningún chillido de oposición a nivel político.
En la Reunión Estado-Pueblos Originarios (Crown-First Nation Gathering – CFNG) en enero del 2012, Harper prometió a los Pueblos Originarios que su gobierno no modificaría ni revocaría de manera unilateral la Ley India (Indian Act). Luego de la CFNG, rompió esa promesa y emprendió un agresivo plan legislativo incluyendo más de 14 propuestas de ley que devastarán a los Pueblos Indígenas de varias maneras. Es la nueva versión del Libro Blanco 2012 – en vez de ser una política, como el Libro Blanco de 1969 que buscaba la asimilación de los indios, el plan de Harper será una ley. Esta es la chispa que puso en marcha al movimiento Idle No More/Basta de Pasividad.
Siempre supimos que en algún momento se requeriría una acción, pero la legislación presentaba una amenaza inminente y requería una movilización inmediata. Así fue que se creó un movimiento. En los primeros días, había quienes lo llamaban movimiento Idle No More/Basta de Pasividad, o quienes lo identificaban como movimiento de derechos indígenas, pero todos y todas estábamos de acuerdo en que debíamos oponernos inmediatamente al plan legislativo de asimilación de Harper. Muchas de las actividades en los primeros días incluyeron talleres para ayudar a explicar los efectos posibles de la legislación para los Pueblos Indígenas y, lo que es más importante, qué podíamos hacer para oponernos.
Las primeras protestas comenzaron en oposición masiva al proyecto de ley polifacética C-45, pero más tarde incorporaron también las demás.
[artículos en inglés]
-‘First Nations Fiasco‘ – Legislación para Pueblos Indígenas creará un lío social y legal
–‘When Legislators Make Bad Law: Bill C-3’s Assault on Democracy’
– Presentación de la legislación (Part 1, Part 2, Part 3, Part 4)
El movimiento Idle No More/Basta de Pasividad fue creado por mujeres y es un movimiento popular que empodera a las Pueblos Indígenas para defender sus Pueblos, territorios, tratados y soberanía. Se destaca porque expresamente se distancia de la influencia política y corporativa. No tiene líderes electas/os, ni Director/a Ejecutivo/a, ni burocracia o jerarquía que determine qué es lo que puede o no puede hacer ninguna persona ni Pueblo Indígena. No cuenta con lineamientos impuestos del legado colonial sobre quién se une al movimiento. Por ende, temas referentes a estar dentro o fuera de las reservaciones indígenas, identidad indígena reconocida o no por el Estado, estar relacionado o no a los tratados, ser hombre o mujer, joven o abuelo/a, jefe o ciudadano/a no entran en juego. Este movimiento es incluyente de todos nuestros pueblos.
En mi opinión, el verdadero poder de gobernación de nuestros Pueblos Indígenas siempre se ha ejercido mediante la voz de nuestros pueblos. Nuestros/as dirigentes generalmente eran más voceros/as que representaban los puntos de vista y decisiones del pueblo. De esta manera, el movimiento Idle No More/Basta de Pasividad, liderado por gente de base, se vincula estrechamente con nuestros valores indígenas tradicionales. Pero no es un movimiento en que el pueblo está aislado – sus abuelos y abuelas, líderes electos y tradicionales se unen a él. Este movimiento no compite con ninguna organización política de los Pueblos Indígenas o líderes electos. Este movimiento se avoca a los temas urgentes, no a las peleas de poder, juegos políticos, o competencias por financiamiento del gobierno. Hasta ahora cada cual ha donado su tiempo, dinero, fuerzas, habilidades para hacerlo funcionar, a pesar de las inevitables críticas, rechazos e información errónea.
Sin embargo, lo que destaca a este movimiento popular, también lo vuelve dificultoso de entender para muchos/as canadienses y para los medios. En términos generales, la gente entiende que cada gobierno, grupo u organización tiene un líder, una jerarquía claramente definida, y reglas sobre quién dice y hace cada cosa. Este movimiento, por el contrario, es muy orgánico y primordialmente respeta la soberanía de cada Pueblo Indígena, el cual participa de la manera y en el momento que le parezca, si es que le parece. Así es que algunos/as dirigentes de Pueblos Indígenas optarán no participar, pero algunos de los/as miembros sí. También puede implicar que una comunidad indígena organice talleres mientras que otras personas indígenas en zonas urbanas se unan para organizar una manifestación repentina de danzas tradicionales en ronda.
Pensemos en la multiplicidad de maneras en que este movimiento viene ocurriendo. Hemos realizado talleres en Louis Bull, Saddle Lake y otras Pueblos. Hemos subido información, publicaciones, y videos en la internet para acceso general. Hemos colaborado con los medios para ayudar a educar al público sobre cómo esto le impacta también. Los/as Jefes/as han organizado protestas durante la asamblea de la Asociación de Pueblos Indígenas (Association of Indigenous Peoples, AFN) en oposición a la legislación (incluyendo la Ley C-45). La Jefa Spence está en huelga de hambre en defensa de todos los Pueblos Indígenas y las relaciones pautadas por los tratados con el Estado, que Canadá ha olvidado. Los/as jóvenes en la escuela han organizado plantones de Idle No More/Basta de Pasividad, y ha habido marchas, protestas, y cortes temporarios y parciales de tránsito y ferrocarriles. El tema más importante que unifica todo esto es que son actividades pacíficas que buscan educar a la población canadiense sobre cómo esto afecta a la totalidad de la población.
Efectivamente tenemos estructura, estamos organizados/as, trabajamos estrechamente entre todos los grupos a lo largo y ancho del país para actuar de manera estratégica, y cada vez somos más. Hemos colaborado con dirigentes de base de los Pueblos Indígenas desde el mero principio y muchos/as de nosotros/as continuamos haciéndolo. Cada vez nos apoyan más personas y grupos conforme más organizaciones se unen al movimiento. Ya tenemos apoyo internacional extendido, que también aumenta día a día. Pronto veremos más y más figuras prominentes presionar a Canadá a que entable un diálogo real y significativo.
Para mí, Idle No More/Basta de Pasividad es una responsabilidad – la responsabilidad de hacerle justicia a los sacrificios de nuestros ancestros, al deber que tenemos como guardianes de la tierra, y a las expectativas que tienen nuestros hijos/as y nietos/as de protegerlos/as. Cada uno/a de nosotros/as tiene esa responsabilidad aunque, en cada momento, cada cual tiene diferentes habilidades, capacidades y oportunidades para cumplirla. Más allá de nuestra situación, creo que todos y todas tenemos esta responsabilidad desde el momento mismo en que se nos bendice con el primer aliento, hasta el último.
Esta responsabilidad implica que no alcanza con trabajar duro, formarse, encontrar empleo y mantener a nuestra familia. Estas cosas son importantes, y nuestros ancestros hicieron todo lo posible para que tengamos un futuro próspero. Muchos incluso negociaron estas provisiones en algunos de los tratados. Pero no alcanza con que simplemente estemos cómodos/as, por lo menos no mientras tengamos hermanos, hermanas y miembros de la comunidad que no tienen qué comer, agua o vivienda. Actualmente, muchos de nuestros Pueblos se encuentran en situaciones de crisis múltiples y superpuestas que requieren atención urgente. Justamente la gente de base que está al frente de este movimiento está ahí porque son quienes carecen de agua potable, vivienda, e instalaciones sanitarias, y los políticos no han hecho mucho al respecto.
Este movimiento es diferente de cualquier otro anterior. A diferencia del movimiento “Occupy”, este movimiento es de personas con historias, objetivos, experiencias y deseos compartidos. En tanto Pueblos Indígenas, estamos todos/as vinculados/as, a todos/as nos importan los futuros de los demás y compartimos la misma responsabilidad de proteger nuestros derechos, culturas, e identidades para las próximas siete generaciones. Este movimiento también es especial en el sentido que fue profetizado – que la séptima generación se levantaría y restituiría la fortaleza de nuestros Pueblos, re-establecería el equilibrio y se aseguraría de que se restituya la justicia a nuestros Pueblos.
Este movimiento también es singular en el sentido en que incluye a la población canadiense como aliada. Al igual que en los primeros tiempos en que llegaron los europeos y necesitaban nuestra ayuda para sobrevivir los duros meses del invierno, e intentaban establecer una nueva vida aquí, los/as canadienses nos necesitan una vez más. Necesitan nuestra ayuda para detener el plan de destrucción del medioambiente de Harper. Los Pueblos Indígenas representan la última oportunidad de frenar a Harper y la descontrolada destrucción masiva de las tierras, aguas, plantas y animales que compartimos, en nombre del desarrollo de recursos para exportar a países como China. ¿Por qué? Porque sólo los Pueblos Indígenas tienen derechos constitucionales indígenas y por tratados que requieren que Canadá obtenga el consentimiento del los Pueblos Indígenas antes de actuar. Estos derechos también están protegidos a nivel internacional en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Al organizarse los Pueblos Indígenas en Idle No More/Basta de Pasividad para oponer esta legislación, lo hacen para proteger los intereses de toda la población – Pueblos Indígenas y canadienses. Los recursos más preciosos en los próximos tiempos serán las tierras fértiles y el agua potable. La falta de agua limpia impacta a la totalidad de la población. Nos organizamos no sólo para defender nuestras tierras y aguas, sino también para restablecer justicia para los Pueblos Indígenas y democracia para los y las canadienses. Podemos trabajar en conjunto para derrotar esta amenaza a Canadá y encontrar una manera de compartir las tierras y los recursos como lo buscaban los tratados.
Cuando preguntan qué queremos, hay dos aspectos que considerar:
(1) A corto plazo, Canadá debe retractar las nuevas leyes que impactan a los Pueblos Indígenas, modificar las leyes polifacéticas que amenazan a nuestras tierras y aguas, y restituir el financiamiento que se le quitó a las organizaciones y comunidades de Pueblos Indígenas que reivindican sus derechos.
(2) A largo plazo, Canadá debe implementar un proceso de Nación a Nación mediante el cual los Pueblos Indígenas y Canadá puedan abordar muchos de los temas pendientes en relación a la implementación de los tratados y el uso compartido de las tierras y recursos.
Lo que queremos es ser libres – libres de gobernarnos como nos parezca, libres de gozar de nuestras identidades, culturas, lenguas y tradiciones – por ej. vivir una buena vida como nos parezca. Esto implica que Canadá debe respetar nuestra soberanía y dejar de lado la idea de manejar nuestras vidas. Visto que Canadá se ha esmerado en ponernos en la situación en que nos encontramos, Harper deberá entrar al diálogo con un poco de buena fe y brindar soluciones para abordar la crisis actual a la que se enfrentan muchas de nuestras comunidades en relación a las necesidades básicas – agua, instalaciones sanitarias, vivienda, y educación. Si lo único que Harper puede hacer es presentarse a una reunión el 24 de enero como lo solicitó la AFN, nuestros ciudadanos/as más vulnerables no tendrán justicia.
A mi maneara de ver, Idle No More/Basta de Pasividad representa el trabajo conjunto de Pueblos Indígenas de toda la Isla Tortuga para colaborar y restituir el amor propio de nuestros Pueblos, para defender nuestros derechos y cumplir con las responsabilidades que tenemos con cada uno/a de nosotros/as y la Madre Tierra.
Me da esperanza, cuando muchos/as habían perdido la esperanza de que nadie se mostraría de su lado.
Ha inspirado orgullo en nuestra identidad indígena porque nuestros Pueblos y nuestros estilos de vida son hermosos y deben ser valorados y defendidos.
Ha inspirado liderazgo en aquellos/as que pensaban ya no tener nada que brindarle a sus Pueblos.
Ha inspirado una reconexión de jóvenes con abuelos/as, de ciudadanos/as con líderes y de hombres con mujeres, a quienes muestran su apoyo.
Ha inspirado a los pueblos más oprimidos a levantarse y hacerse oír.
Estamos con vida nuevamente y los espíritus de nuestros ancestros caminan a nuestro lado en este viaje.
Tengo fe en el poder de nuestros Pueblos – ¡Podemos lograrlo!
Artículo original: http://rabble.ca/blogs/bloggers/pamela-palmater/2013/01/what-idle-no-more-movement-really