Ante las numerosas protestas por las amenaza que representa la mina “Cerro Blanco”, en Guatemala, en el sentido de que puede contaminar recursos hídricos de El Salvador, el país vecino, en un comunicado emitido por cancillería guatemalteca, aduce que no existe peligro alguno.
“A diferencia de las cementeras, las cuales están en fase de producción, la Mina Cerro Blanco no obstante que desde el año 2007 tiene licencia de explotación, no ha iniciado el proceso de extracción y procesamiento de minerales, sin que exista riesgo de contaminación alguna por dichos procesos”, reza el comunicado de cancillería guatemalteca, difundido por la embajada de ese país en El Salvador.
El comunicado alega que El Salvador y Guatemala han desarrollado relaciones de manera armoniosa, en ese sentido, el tema de la mina “Cerro Blanco” y la existencia de dos cementeras en territorio salvadoreño en los alrededores del lago de Güija, “figuran entre los temas que abordan en el marco de las relaciones bilaterales con El Salvador”.
Sin embargo, las comunidades salvadoreñas que se oponen a este proyecto minero aseguran que a pesar de las recientes declaraciones del gobierno guatemalteco, donde aseguran que la mina Cerro blanco no está contaminando, las comunidades argumentan que sí ha habido impactos en la zona.
“La mina no está en funcionamiento, el proceso de preparación de la mina está generando grandes cantidades de arsénico y aguas a altas temperaturas que van a los ríos tributarios del lago de Güija”, explicó Luis González, vocero de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica, mediante un comunicado de la institución ambientalista.
“Las perspectiva de la responsabilidad compartida en la preservación de los recursos naturales, y del derecho soberano de los estados de explotar y beneficiarse de sus propios recursos, para lo cual el Gobierno de Guatemala se sustenta en la Política de Estado en Materia de Cursos de Agua Internacionales, cuyo principio rector es la compensación por servicios ambientales”, señala el comunicado guatemalteco.
Según el Estado de Guatemala, la mina “Cerro Blanco”, no ha iniciado el proceso de extracción y procedimientos minerales, por lo tanto, no existe contaminación alguna, sin embargo, las comunidades insisten en que la mina puede contaminar las aguas, ya que en el lugar hay aguas termales y las desechan en los ríos, por lo que contamina las aguas. Y es que las aguas termales tienen elementos que contaminan, según explicó el portavoz de la Mesa, David Pereira.