Chile

Grupo Luksic alerta que proyectos duplican costos y apunta a energía y salarios

Ex presidente de Codelco dice que sueldos en el sector han subido 80%, pero la productividad sólo la mitad de eso y no por eficiencia del trabajador. Alerta que mineros chilenos ganan lo mismo que en EE.UU. y producen menos.

Diego Hernández, ex presidente de Codelco, ex presidente de metales base de BHP Billiton, ex ejecutivo de Anglo American y ex de todas las grandes mineras del mundo, siempre está en tránsito. Horas antes de partir a Londres a reunirse con analistas por el cierre del año de Antofagasta Minerals, el brazo extractivo del grupo Luksic donde desembarcó en agosto tras una polémica salida de la estatal Codelco -por diferencias con el directorio-, habla sin tapujos del cambio de paradigma en la gran minería del mundo. «El discurso cambió», dice. «Del énfasis en producir a como diera lugar se pasó a una preocupación por controlar costos y asegurar retornos para los accionistas».

-¿Cómo ve el mercado del cobre?

«El 2013 debiera ser parecido al 2012 en cuanto a oferta y demanda, es decir, estrecho, pero con ciertas dudas en el segundo semestre, porque hay proyectos que empiezan a producir en el mundo y en Chile. En 2014 y 2015, por mucho que aumente la demanda, es probable que haya superávit de producción que afectaría el precio del cobre. Si eso sucede, la cartera de proyectos se ejecutará a un ritmo más lento. Pero hacia mediano y largo plazo seguimos optimistas».

-¿Qué pasará con la cartera de inversiones por US$ 100 mil millones al 2020 que tenía Chile?
«No se harán. O se demorarán más y probablemente y se harían de aquí al 2015 o 2030. Se postergarán proyectos hasta que tengamos costos más normales».

-¿Cuánto subieron los proyectos?

«Entre seis años atrás y ahora se han duplicado y eso está muy por sobre cualquier inflación».
-¿Hay poca competencia en ciertos rubros y por eso suben?

«Sí. Ha habido un exceso de aumento y hoy tenemos costos mucho más altos que la competencia, que se debería a falta de oferta competitiva, como pasa en el sector eléctrico. Hay otros ítemes donde también hay poca competencia y hay otros que están sobredemandados y para poder responder a esto se utilizan insumos o mano de obras poco calificada o que no corresponde en calidad a lo que estamos acostumbrados».

-¿No se ha podido compensar por alguna vía esta alza de costos?

«Los costos en Chile han aumentado, pero nuestra productividad no ha mejorado. Vía productividad no hemos logrado compensar el aumento de costos y eso nos coloca en una posición menos competitiva».

-¿Menos competitivos respecto de quién?

«Del resto de los países que producen cobre. Chile tiene igual su sitial, es el primer productor y tiene una participación de mercado de un tercio, que es bastante grande. No veo que en los próximos diez años bajemos al segundo lugar en producción de cobre, pero sí podemos seguir perdiendo competitividad».

-¿Se frustró esta época dorada de las inversiones mineras en Chile?

«No necesariamente. Esta ralentización no es necesariamente mala. Si todo ese cobre hubiera llegado al mercado, habría afectado el balance de oferta y demanda por un período mucho más extenso. La industria tendría que ir regulando los aumentos de producción en forma paralela al alza de la demanda, pero como eso no se puede planificar, cada uno toma sus decisiones de inversión cuando lo estima pertinente».

-¿De quién es la culpa de que se hayan duplicado los costos?

«Esto no pasó sólo en Chile sino que en todos los países mineros, pero aquí hubo aumentos mayores que en otros lados. Pero aquí el efecto va a estar retardado respecto de otros lados porque el cobre tiene precios más atractivos que otros commodities y como Chile es puro cobre y oro, que también ha andado bien, no hemos notado esta baja en la generación de caja que tienen las empresas mineras diversificadas, que las lleva a restringir inversiones».

-La salida de Marius Kloppers de BHP o de Cynthia Carroll de Anglo, ¿a qué se debe?

«Los inversionistas empezaron a darse cuenta que algunas empresas mineras invertían en proyectos que no necesariamente iban a ser rentables si el mercado cambiaba y cuyo costo había subido en forma exagerada. Y empezaron a pedir más disciplina en las inversiones y más alternativas de inversión para ellos y empezaron a exigir más retornos, diciéndoles: «Si usted empresa va a invertir mi plata en esto, prefiero que me la devuelva». Muchas empresas también entraron en adquisiciones a precios altos y hoy eso se está sincerando y hay mucho castigo de inversiones en varias de estas empresas».

Recuperar rentas

Diego Hernández afirma que las eléctricas obtienen ganancias a costa de las mineras y hay utilidades que debieran ser de la minería y que se mueven hacia las generadoras cuando cobran altos precios.

-Si creen que hay transferencia de rentabilidad, ¿invertirán directamente en el sector eléctrico?

«Si la generación de energía en Chile tiene rentabilidades que son de la minería, tendremos que entrar a ese negocio. Tenemos que integrar la energía en la cadena de valor del cobre. Y eso a lo mejor permite romper el círculo vicioso en que estamos hoy, donde no hay ningún proyecto nuevo y todos sabemos que va a faltar energía, pero no hay nada concreto para evitar eso. Si en el mercado no podemos tener una respuesta a nuestras necesidades de más energía, la respuesta vendrá de nosotros e invertiremos en energía, aunque no sea nuestra vocación».

-¿Tienen ya proyectos energéticos?

«No, pero los estamos analizando. Creamos una gerencia de energía especial para eso».

-¿Qué efecto tendrá este cambio en las negociaciones colectivas?

«Ya hay un efecto. Los trabajadores saben que algo cambió».

-Pero en las últimas negociaciones se dieron bonos récord…

«Este es un año electoral, de elecciones parlamentarias y presidenciales y con las primarias, la temporada de campañas se anticipa. Si tienes una negociación colectiva en este período estás dispuesto a tratar de anticiparla y para eso pagas un poco más de lo que deberías porque los sindicatos también saben eso. Es un año de una coyuntura especial».

-¿El costo laboral se disparó?

«El aumento de costos laborales es natural en un país que va desarrollándose, pero la productividad no ha subido para compensar esto. Si retrocedemos 10 años atrás y comparamos el costo de producir una libra de cobre en Chile o EE.UU., 10 años atrás los sueldos en EE.UU. eran más altos, pero su productividad era más alta también, por lo que el costo laboral en esos términos pesaba más o manos lo mismo en Chile o EE.UU. Hoy, con un peso fuerte, un dólar débil, con desempleo en EE.UU., estoy seguro que esto se invirtió y un trabajador en Chile con su productividad «chilena» finalmente pesa más en el costo de producir una libra de cobre que un trabajador norteamericano con una productividad americana».

«En la minería tenemos sueldos muy parecidos a los de los países desarrollados y deberíamos tener productividades de país desarrollado. Ya no tenemos la ventaja de contar con mejores leyes de mineral».

-En términos nominales, un trabajador de la gran minería en Chile, ¿gana lo mismo que uno en EE.UU.?

«Sí, en algunas regiones sí. El costo empresa al año es similar en algunas zonas de EE.UU. y muy cerca de los de Canadá. Posiblemente en Australia los sueldos sean más altos».

-En términos de productividad, ¿cuál es la brecha?

«Si consideramos del 2004 hasta 2012 y ponemos ahí un índice 100 en 2004, el costo aumentó a 180 puntos. La productividad aumentó a 140, pero lo hizo por inversión y no por mayor eficiencia del individuo. Mucho de eso es culpa nuestra porque aún tenemos prácticas que debemos ir eliminando».

-¿Y cómo tener productividad de país desarrollado?

«La tecnología ha evolucionado y hoy día el control automático, el control a distancia son tecnologías más confiables y podemos sacarles más partido. Por ejemplo, en Suecia en la sala de control de la planta tienen una sola persona y si la persona sale de la planta tiene el control en el celular o en el iPad. El personal de la planta es de mantención».

-Y en Chile, ¿cuántas personas hay en una planta igual a esa?

«El doble o más. Tenemos el control automático, pero aún no nos acostumbramos. Tenemos el semáforo, pero seguimos con el carabinero dirigiendo el tránsito en todas las esquinas».
-Existe el mito que los países desarrollados tienen trabajadores más rigurosos mientras los chilenos somos como Homero Simpson…

«Eso no es así. Los trabajadores chilenos debieran ser tan buenos como los norteamericanos o los suecos, no hay razón para que no lo sean. Hoy tenemos gente en Chile con mucha mejor formación académica que antes».

«En la minería tenemos sueldos muy parecidos a los de los países desarrollados y deberíamos tener productividades de país desarrollado».

«Si la generación de energía en Chile tiene rentabilidades que son de la minería, tendremos que entrar a ese negocio».

«Invertiremos US$ 1.000 millones este año»

«Estoy muy contento». Ese es el balance de Diego Hernández de sus siete meses a cargo de Antofagasta Minerals, porque, detalla, «se cumplió el presupuesto, los planes de producción y de costos; tuvimos una producción récord, y para este año vamos a tener operaciones bastante sólidas». Aunque bajaron en utilidades respecto de 2011, ese fue el efecto de la baja en el precio del cobre.

-¿Qué viene para este año?

«Invertiremos US$ 1.000 millones, en estudios o stay business (proyectos para reponer capacidad). Para el 2014, excluyendo Antucoya, son US$ 500 millones de inversión, los que pueden ser más si tenemos proyectos nuevos».

-¿Qué proyectos vienen?

«El primero que tenemos que abordar es Antucoya, si lo retomamos y cuándo lo haremos, y el segundo, es Óxidos, que abastecerá de mineral a El Tesoro, y esperamos que nos aprueben el estudio ambiental este año, para empezar la construcción en 2014».