La compañía canadiense ya le presentó una oferta al holding chileno por su porcentaje en el proyecto minero.
Desde hace varios meses el grupo Hurtado Vicuña tomó la decisión de desprenderse del 13% que tiene en la minera Quebrada Blanca. Esto, para enfocarse en el crecimiento de Pucobre, firma que controla.
Dicha decisión llamó la atención de varios inversionistas internacionales -entre ellos empresas asiáticas-, quienes vieron con buenos ojos la posibilidad de entrar a un proyecto que elevará la producción de cobre de Quebrada Blanca (Quebrada Blanca II) desde las actuales 70 mil toneladas a 250 mil toneladas anuales. En la firma el controlador es la canadiense Teck, y también participa la estatal Enami con un 10%.
Pero no sería una compañía ajena al proyecto la que compraría el 13% que ostenta Hurtado Vicuña a través de la sociedad Inversiones Mineras S.A. (Imsa)
Según explican fuentes de la industria, la canadiense Teck decidió buscar la fórmula para quedarse con el 13% de Hurtado Vicuña y elevar a casi 90% su participación en el yacimiento.
Así, en diciembre la compañía le hizo una oferta de compraventa al holding nacional por el total de su porcentaje.
Sin embargo, dicha propuesta fue rechazada por Imsa, debido a que el precio ofertado estaba por debajo de lo que presupuestaban en el grupo.
Otra fuente conocedora de los detalles de la negociación asegura que la decisión de Teck de retirar, a mediados de 2012, el proyecto Quebrada Blanca II del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), tuvo como objetivo reducir el valor de la minera, y con ello también el precio del 13% de Hurtado Vicuña.
Rechazada la primera oferta, Imsa le habría hecho llegar a Teck una contrapropuesta, dando cuenta del precio al que aspiran por su 13% en el yacimiento.
Tras esto, altas fuentes agregan que las dos compañías estarían muy cercanas a llegar a un acuerdo, el cual podría concretarse durante el primer semestre de este año.
De cerrarse la operación, el grupo Hurtado destinaría gran parte de los recursos recaudados para la expansión de Pucobre y subir sus niveles de producción.
Reactivación
La eventual salida del grupo Hurtado de la cuprífera coincidiría con el reingreso del proyecto a tramitación ambiental.
Según afirman fuentes ligadas a la empresa, la iniciativa se reintegraría al SEA durante mayo. El costo de ésta alcanzaría unos US$ 5.500 millones y extendería la vida útil de Quebrada Blanca por 35 años.
Sin embargo, en Teck no se descarta la llegada de un nuevo socio al proyecto para lograr el financiamiento de la ampliación en la Región de Tarapacá.
Esto último, teniendo en cuenta que su otro socio en Quebrada Blanca, la estatal Enami, no aporta capital en este tipo de proyectos según lo estipulan los contratos, pero sí percibe los dividendos correspondientes a su 10% en el yacimiento.
250 mil toneladas de cobre produciría Quebrada Blanca con la ampliación.
US$ 5.500 millones sería la inversión del proyecto cuprífero en la Región de Tarapacá.
35 años se extendería la vida útil de Quebrada Blanca.