Llegó con el argumento de que sembraría orquídeas. Compró terrenos boscosos de los indios mam. Llegó y lo que hizo fue empezar a explorar, a cavar y a llevarse el agua, a pesar de las denuncias de las comunidades. Luego, llegaron los prostíbulos, los guardias de seguridad, la división de las comunidades y las enfermedades.
La irrupción en 2004 de la empresa Goldcorp para construir la Mina Marlin en San Miguel Ixtahuacán, Guatemala, se ha convertido “en una enfermedad de distintos tipos”, relata Francisco Rocael, integrante de la Asamblea Departamental de Huehuetenango (ADH), cerca de Ixtahuacán, y del Consejo de Pueblos Mayas de Occidente.
“Deforestación, erosión, contaminación y escases de agua (…) aumento de competencia por recursos hídricos” “aumento de militarización y represión”, “toque de queda a las diez de la noche en Ixtahuacán”, son otros de los efectos que ha causado la mina, de acuerdo con el documento Invirtiendo en conflicto; Destrucción local, ganancia ajena: Goldcorp en las Américas hecho en coautoría por las organizaciones Mining Watch Canada y Rights Action este 2014.
Las huellas de la actividad minera en la piel, en el cabello, en el vientre fueron mostradas a nivel mundial por los habitantes de Ixtahuacán en junio 2012 durante el Tribunal Popular Internacional de la Salud, relata Rocael.
Dos años antes, la diócesis de San Marcos, donde se encuentra Ixtahuacán, llamó a una conferencia de prensa donde presentó dos años de estudios que mostraban altos niveles de arsénico y cobre que superaban los niveles establecidos por la Organización Mundial de la Salud.
Goldcorp y el Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente (MARN) acusaron a la iglesia de dar datos con métodos poco científicos. MARN no ha sacado estudios pero Goldcorp anualmente reporta en su página.
El pronunciamiento que el Movimiento Mesoamericano en Contra del Modelo Extractivo Minero (M4) publicó el 18 de abril a propósito del lanzamiento de la campaña “Goldcorp me enferma” exige una rendición de cuentas corporativa a la empresa, además detalla que en 2010 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ordenó al gobierno guatemalteco suspender las operaciones de la mina por “daños inminentes” a 18 comunidades indígena aledañas al proyecto.
“Lo hacen también con un control político. La negación de las pruebas de los enfermos y con estrategias en medios de comunicación que hacen trabajo de lobby”, relata Rocael.
Pero no sólo en Guatemala genera enfermedades la mina, en Valle de Siria, Honduras, desde que se asentó la Mina San Martín existe un aumento de la mortandad infantil, problemas respiratorios, problemas en ojos y piel y deformaciones físicas, versa el comunicado de “Goldcorp me enferma”.
El Comité Ambientalista del Valle de Siria, formado para difundir los efectos de la mina, intenta hoy en día demandar reparaciones para la gente enferma por el agua contaminada, y para aquellos que han perdido el sustento debido a la escasez del agua.
De acuerdo con Miguel Mijangos, de la Red Mexicana de Comunidades Afectadas por la Minería (Rema) y el M4, en el caso de la mina Carrizalillo, en Guerrero, la mina donde Goldcorp tiene acciones desde el 2006, cien por ciento de las casas de Carrizalillo tienen al menos un miembro de la familia que sufre de enfermedades relacionadas con la actividad minera.
Relata que Goldcorp puede tener prácticas distintas de acuerdo con la resistencia que tenga en el lugar donde llegue. En Carrizalillo es el único lugar en el mundo donde se firmó un convenio de arrendamiento de un año y no de 50, como se hacen las concesiones mineras normalmente. Cada año se debe firmar en Carrizalillo un nuevo convenio. Este año se acaba de firmar por cinco.
“No es para mejorar la calidad de vida sino la calidad de muerte”, cuenta Mijangos, quién piensa que ahora que la comunidad está teniendo ganancias es momento para cambiar de residencia ya que calcula que en cinco años el lugar será inhabitable.
Además de Guatemala, Honduras y México, Goldcorp tiene minas y proyectos de exploración en Argentina (Mina Alumbrera) en Estados Unidos, Wharf y Marygold (que afectan a indígenas quechuan), en República Dominicana y en Chile (El Morro, que afecta comunidades indígenas diaguitas). Incluso, el documento Invirtiendo en conflicto; Destrucción local, ganancia ajena: Goldcorp en las Américas el 50% del oro es extraído de comunidades indígenas.
“Por cada onza de oro que se extrae de las entrañas de la tierra, se generan como 79 toneladas de desechos”, dice la acción de denuncia a propósito de la campaña Goldcorp me enferma.
El daño ambiental que generará, de acuerdo con el documento, la mina Equity Silver de Canadá contaminará entre 200 y 150 mil años, El uso de agua, por ejemplo, en la mina Marlin usa 2 mil 175 millones de litros por año. El Ejido El Vergel, en México, a pesar de poseer grandes mantos freáticos subterráneos no pueden aprovechar el agua para el riego porque Goldcorp extrae por medio de 22 pozos 36 mil litros por minuto para la explotación de la mina El Peñasquito que produce concentrados de plata, oro, plomo y zinc.
“No premios, exigimos justicia”
“No entendemos por qué el Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI) y la Alianza para la Responsabilidad Empresarial han otorgado durante seis años consecutivos el Premio de “Responsabilidad Social Corporativa” (RSC) a GoldCorp por una supuesta conducta ética adecuada, administración ambiental y compromiso con la comunidad”, versa el comunicado de “Goldcorp me enferma”.
El texto detalla además que tribunales mexicanos han ordenado a Goldcorp que devuelva tierras ocupadas por la “compra ilegal” de tierras en Mazapil, Zacatecas y Carizalillo, Guerrero.
El comunicado también hace un extrañamiento sobre el “Certificado de Aire Limpio” que le otorga la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) a pesar de las detonaciones y el polvo que invaden Carrizalillo, donde además el uso de cianuro ha matado dos personas.
También se lamenta de que la Cámara Minera de México le haya entregado a la mina “Los Filos” el galardón “Premio Casco de Plata” por su historial de seguridad si la mina tiene muertos por explosiones, accidentes y enfermedades.
Asimismo denuncian que en 2009 la mina Marlin de Goldcorp, en Guatemala, fue la primera minera en Centroamérica que fue completamente certificada por el Código Internacional de Manejo de Cianuro. Sin embargo, Mijangos advierte que esto es una trampa por ser “juez y parte”.
En la página en Internet del certificado se dice: “es una iniciativa voluntaria de la industria minera del oro y los productores y transportistas de cianuro”.
En Canadá, la asociación Los fondos éticos ha respaldado a Goldcorp. También se ha mantenido en Dawjones y Nasdaq.
“Tiene todos los premios que te puedas imaginar por el buen manejo de su conducta”, opina Mijangos, “son premios de una estructura de poder: date el premio a ti mismo”.
Mijangos advierte que Goldcorp, por su tamaño, es la empresa que más cuida los aspectos legales. Sin embargo, este abril de 2014 la REMA llevaron de visita una representación de la Profepa a Carrizalillo: “Cuando vieron el monstruo en sus entrañas vieron que no tenían idea de lo que se trataba”.
El 8 de abril visitó el secretario de Medio Ambiente de Guerrero, Tulio Ismael Estrada Apátiga, y tuvo que comprometerse para realizar futuros estudios sobre el agua.
“No forma de que le des a una mina abierta le des un certificado de industria limpia sin inspección, los niveles de polvo y contaminación de agua”, opina Mijangos.
“No se comprende cómo se ha dado un premio seis años, pues los criterios con los que otorgan el premio son desconocidos, sin una sola visita a las comunidades que supuestamente disfrutan de los bienes de las corporaciones”.
Corrupción, colusión y libre comercio
El documento Invirtiendo en conflicto; Destrucción local, ganancia ajena: Goldcorp en las Américas da cuentadel nexo entre las mineras, los medios de comunicación masiva, el gobierno de Canadá, Instituciones de Financiamiento Internacionales y bancos.
Jennifer Moore, coordinadora del Programa Latinoamericano de la asociación Minging Watch Canada, organización creada para documentar los efectos de las mineras de este país, esboza que la firma de tratados de libre comercio desde la década de los noventa ha facilitado la homologación de criterios legislativos multinacionales y se puedan establecer en Latinoamérica procesos de ley, bajos pagos de impuestos, altas regalías, bajo control sobre los daños que ocasionan y una “legislación a modo”.
En Europa, la minería a cielo abierto está prohibida. En países como Panamá, Argentina y Chile ya se discute su prohibición.
Moore cuenta que Goldcorp se formó como empresa a través de una serie de fusiones y adquisiciones como de la estadunidense Glamis Gold en agosto de 2006. Vendió proyectos fuera del continente y se dedicó a “operaciones a bajo costo de oro” como la mina Red Lake en Canadá, que tuvo una lucha sindical de casi diez años que fuer perdida al final.
Estas operaciones a bajo costo, explica Moore, consisten en malas condiciones laborales, impuestos bajos, operaciones de tajo abierto y aplicación de cianuro, “buscar al manera de producción más barata.
“Están especulando y apostando sobre la producción de un mineral que no tiene uso social sino para llenar reservas de bancos y para el mercado de joyería”, opina, “tiene como herencia una serie de problemas en sus relaciones comunitarias y ha generado resistencia en todos estos países”.
“Goldcorp me enferma”
Este 21 de mayo de 2014 se cumplen cuatro años de que la CIDH notificó a las comunidades del otorgamiento de medidas cautelares contra el Estado de Guatemala por Marlin. Siete años, tres de abril, después de la petición recibieron la notificación de la CIDH sobre el informe de Admisibilidad No. 20/14 para las comunidades del Pueblo Maya (Sipakapense y Mam).
Se pidió la cancelación de las licencias otorgadas a Goldcorp y justicia por las afectaciones de sus megaproyectos mineros en Honduras, Guatemala y México.
“En lugar de hablar de Responsabilidad Social Corporativa mejor hablemos de ¡Rendición de Cuentas Corporativa!”, concluye la petición.
Mijangos cuenta que la campaña Goldcorp me enferma fue decidida a partir de la experiencia que se tiene en el M4 por documentar el comportamiento sobre las mineras. Al final resultó que distintos conflictos eran generados por la misma empresa.
“Goldcorp es la empresa productora de oro sénior, de más rápido crecimiento del mundo, con operaciones y proyectos de desarrollo localizados en jurisdicciones políticamente estables en distintos puntos del continente americano”, dice la página de internet de la minera.
Cuenta además que posteriormente comenzaron a documentar efectos en la salud (daños de piel, ojos, respiratorios, partos prematuros, contaminación del agua), reforzaron con análisis de agua, polco, y decidieron hacer públicos sus resultados.
“Escogimos a la Goldcorp porque es la más representativa a nivel mundial. Usamos Goldcorp porque es la que más premios tiene y es al que a pesar de eso hay evidencias contundentes de los daños que genera”, explica.
Otras de las estrategias que han usado estos movimientos son el declarar territorios “libres de minería”, usar amparos mediante la ley agraria de México y consultas comunitarias en Guatemala, además de la formación de promotores de salud, documentación de violaciones, hacer visible el tema de la minería mediante talleres con periodistas y la creación de alternativas de vida para las poblaciones.
Además, en los próximos procesos para visibilizar utilizarán laboratorios de la Organización Mundial de la Salud (OMS):
“Los criterios nos llevaron a concentrarnos en la más poderosa. Si le pegamos a la más robusta y se pueden hacer procesos mediante leyes eso se refleja al resto de las otras empresas que por sus características y tamaños violentas más todavía a daños ambientales a la salud que es la carga con la cual el modelo extractivo no puede salir adelante”.