Según el viceministro de Minas, Guillermo Shinno, ello será posible si se solucionan los temas de conflictividad y tramitología.
Destrabar será uno de los verbos que seguiremos escuchando durante los siguientes días, más aún mientras se está a la espera de que el Congreso de la República dé ‘luz verde’ al Ejecutivo con las facultades legislativas. Más allá de esta decisión, la palabrita continuará en agenda, pues se supone que es lo que debe hacerse para poder reactivar la economía peruana.
Y, claro, nos referimos a los proyectos mineros que están en cola hace buen tiempo. Eso sí, no todos están detenidos debido a conflictos sociales. Según el viceministro de Minas, Guillermo Shinno, se pueden destrabar proyectos equivalentes a US$20,000 millones (hay un total de US$55,000 millones) si se solucionan los temas de conflictividad y tramitología.
Proyectos grandes y medianos
Hablamos de la ampliación de Cerro Verde (US$4,600 millones), ampliación de Toquepala (US$1,200 millones), Tambomayo (US$250 millones) y Shahuindo (US$130 millones), Quellaveco (US$3,300 millones), La Granja (más de US$1,000 millones), Corani (US$600 millones), Ollachea (US$170 millones) y la reanudación del Complejo Metalúrgico de La Oroya (US$800 millones), entre otros proyectos.
De esta cartera, la mitad está en etapa exploratoria.
Como parte de la estrategia para desarrollar estos proyectos, el gobierno llevará a cabo obras en la zona de influencia de los proyectos extractivos. «Si un pueblo necesita agua, le llevaremos un proyecto de agua y saneamiento, y así se le pondrá escuelas, postas médicas, etcétera, para que esas localidades tengan servicios básicos. Luego, los proyectos mineros podrían entrar con facilidad», explica el funcionario al diario El Peruano.
De acuerdo con el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima, “para el quinquenio 2016-2021 el sector minero contará con 43 proyectos estimados en US$41,113 millones; en tanto los anuncios de inversión para el sector eléctrico suman 48 por un monto de US$8,323 millones”.
Hay que considerar que algunos proyectos han generado conflictos sociales, y que actualmente se está en mesa de diálogo; otros tienen a la coyuntura internacional como razón de la paralización de sus obras. Mientras tanto, hay inversionistas que están a la expectativa de las próximas medidas económicas que dicte el gobierno de Pedro Pablo Kuzcynski. Y el presidente ha viajado a China para mostrar al Perú como un país receptor de inversión internacional. Veremos.