Una firma estatal santacruceña, en proyecto minero de San Juan
En medio del escándalo por los vínculos de Barrick Gold con el Gobierno nacional, una compañía dependiente del gobernador de Santa Cruz desarrolla un emprendimiento para extraer oro.
Por Leonardo Nicosia
Proyecto Amos-Andrés. Es un emprendimiento conjunto entre la Argentina y Chile para promover en la zona cordillerana la extracción de oro. Del lado local participan la empresa sudafricana AngloGold y la compañía estatal santacruceña Fomicruz. Según la oposición, el proyecto está ubicado en un ambiente periglaciar.
El debate de la ley de glaciares reavivó críticas al Gobierno por permitir la minería a cielo abierto. Pero el matrimonio Kirchner no sólo impulsa emprendimientos de compañías privadas: una empresa estatal santacruceña participa en un proyecto minero de San Juan, en la misma provincia donde opera la minera Barrick Gold, y que tiene características similares a la controvertida mina de Pascua-Lama.
La iniciativa se llama Amos-Andrés, apunta a la extracción de oro y es compartida con Chile. Las áreas del lado argentino fueron entregadas en concesión a la firma Cerro Vanguardia SA y allí tiene participación accionaria Fomento Minero de Santa Cruz (Fomicruz), la sociedad estatal con que Kirchner desarrolló la minería en su provincia.
Esta concesionaria tiene como socio privado a la multinacional AngloGold Ashanti. Voceros de ese grupo aseguran no estar interesados en desarrollar este negocio, a pesar de los avances administrativos de los últimos años. Mientras, sectores de la oposición alertan de que estaría ubicado en un ambiente periglaciar, situación prohibida en la ley de glaciares vetada por la Presidenta. La sociedad que recibió la concesión se llama Cerro Vanguardia SA porque se dedica a extraer oro y plata de esa montaña, ubicada en el noroeste de Santa Cruz. La compañía sudafricana AngloGold tiene el 92,5% de las acciones y Fomicruz el restante 7,5%.
La relación de esta firma con Amos-Andrés está comprobada por documentos firmados por los gobiernos argentino y chileno. En enero de 2006 ambos países sellaron un “Protocolo Adicional Específico” sobre el proyecto, para facilitar las cuestiones relacionadas con la frontera. Y en la segunda página se detallaron las áreas que habían sido concesionadas.
Amos-Andrés está localizado a la altura del departamento sanjuanino de Calingasta y de la provincia chilena de San Felipe de Aconcagua. “Estaría ubicado en un ambiente periglaciar, podría existir el riesgo de contaminar reservas de agua”, advierte Alfredo Avelín Nollens, ex intendente de la ciudad de San Juan. “La participación de Santa Cruz es la muestra más evidente de que al matrimonio Kirchner no le preocupa la contaminación de la minería a cielo abierto”, dispara la diputada Fernanda Reyes.
PERFIL consultó al secretario de Minería de San Juan, Felipe Saavedra, quien informó que el emprendimiento “está en etapa de exploración”. Por su parte, voceros del gobernador santacruceño, Daniel Peralta, juraron que la provincia no tiene relación con el proyecto. Pero el gerente de Relaciones Institucionales de AngloGold, Eduardo García de la Longa, se encargó de desmentirlos: “No deben estar informados, tenemos esa concesión desde hace mucho tiempo”. Ante las críticas ambientales, también se preocupó por asegurarle a este diario que en la actualidad la empresa no planea avanzar con la iniciativa.
La polémica con Barrick Gold
l.n.
Los proyectos mineros más polémicos se encuentran en San Juan y son operados por la canadiense Barrick Gold, que últimamente volvió a estar en el centro de la tormenta.
Además de operar el yacimiento Veladero, la compañía multinacional está aprontando el mega-emprendimiento de Pascua Lama, que será compartido con Chile. La principal crítica es que el cianuro que utilizan podría contaminar glaciares.
La controversia estalló en noviembre del año 2008, cuando la Presidenta vetó una ley de protección de glaciares que obstaculizaba esas iniciativas. Y se reactivó hace casi un mes, cuando Cristina Fernández tuvo una reunión amistosa en Canadá con el CEO de la multinacional, justo cuando el Congreso se preparaba para volver a debatir la ley que había sido vetada.