FISCALIA COLUDIDA CON MINERA LOS PELAMBRES PARA INFUNDIR TEMOR EN LA POBLACIÓN Y DESACREDITAR ABODGADOS DEL COMITÉ DEFENSA PERSONAL DE CAIMANES
Después del octavo día del juicio contra el presidente del Comité de Defensa Personal de Caimanes, Cristian Flores, y los abogados del Comité, del bufete Ossa y Cía, podemos resumir ya un poco nuestras observaciones, y compartirlas con ustedes, nuestros amigos y amigas. Les pedimos que las ayuden a difundir, ya que los medios de comunicación comerciales no publican NADA, uds. se imaginan por qué.
Y las personas que tengan la posibilidad de acercarse a los tribunales de Ovalle para presenciar el juicio y escuchar ellos mismos y hacerse su propia opinión, les recomendamos que lo hagan, sobre todo si son estudiantes de derecho o se les quiere avecinar un proyecto minero. Las sesiones son públicas, no hay problema para entrar, y se puede aprender un montón, además de solidarizar con la causa. (Todos los días, de lunes a sábado, desde las 8.45 hrs.)
La primera observación es, que este juicio mantiene ocupada una tremenda cantidad de personas (4 jueces, 5 acusados, 5 abogados de la defensa y 7 de la acusación, entre fiscales y abogados particulares) durante un largo tiempo (se prevé que durará 60 días). Sin embargo, cuando uno escucha los largos y repetitivos interrogatorios de los diferentes abogados de la acusación hacia los testigos, y no sale ningún testimonio que pudiera avalar la acusación, uno se pregunta cuál es el objetivo de todo esto. Realmente, ¿la fiscalía y Minera Los Pelambres creen ellos mismos, que haya una asociación ilícita entre el presidente y los abogados del Comité de Defensa Personal de Caimanes con el fin de enriquecerse alegando supuestas amenazas ambientales? ¿O será más bien, que todo esto es una parafernalia con el objetivo de mantener ocupados a los abogados de Caimanes, y paralizar los juicios que estos abogados presentaron para paralizar el tranque de relaves? Los cinco acusados, podrían quedar en la ruina por tener que estar sentados en un tribunal, sin trabajar y lejos de sus familias, durante dos meses, y además tener que pagar el sueldo del equipo defensor. Con eso tal vez se quiera desalentar a cualquier abogado o profesional, de dedicarse a causas ambientales. Además, se gasta un montón de plata fiscal en este juicio – que podría servir para causas más nobles y necesarias.
La segunda observación es, que se muestra nuevamente que las mentiras tienen patas cortas. Tarde o temprano llega la verdad, lo lamentable es que las mentiras pueden causar mucho daño durante el tiempo que se mantengan. En el caso concreto, resulta que amigos de Minera Los Pelambres habían difundido rumores que las personas que se inscribieron notarialmente en una sociedad de defensa de Caimanes y usaron un título de dominio para acreditar domicilio en Caimanes, habrían dado poder a esa sociedad, y específicamente a su dirigente y abogados, a “hacer y deshacer” con sus casas, incluso con sus cuentas corrientes. Los socios atemorizados por esos rumores que acudieron a abogados locales y a la misma fiscalía en Los Vilos para preguntar si con el papel firmado efectivamente podrían perder sus casas, no encontraron consuelo en esas instancias. Se los mantuvo en el temor, aduciendo que “en el juicio se aclararía todo”. Efectivamente en el juicio se le podía afirmar a la testigo, aún sin ver el documento en cuestión, que en ningún caso su firma puede otorgar un poder sobre una casa de propiedad de su suegra. Los largos años de angustia, se podrían haber ahorrado a esta señora si por lo menos los empleados fiscales consultados hubiesen respondido a conciencia y con la verdad. Que integrantes de un servicio público se presten para desprestigiar a otros ciudadanos de esta forma, es un escándalo.
Y por último, no quedó duda, que los habitantes de Caimanes saben, incluso los que son testigos de la acusación, que hay muchas razones para temer el tranque de relaves El Mauro.
– El tranque está construido sobre el nacimiento de las aguas.
– La cortina del tranque está hecha con tierra.
– Cuando llueve, “ellos” (¿la empresa?) pasan susto y “nosotros” (la gente del pueblo de Caimanes) también.
– El río está seco.
– Los pozos han bajado su nivel, algunos se han secado.
– Han muerto animales al tomar agua contaminada por el tranque.
– Existen informes contradictorios sobre la calidad del agua en Caimanes.
¿Asociación ilícita y prevaricación, alegando “supuestas” amenazas ambientales? Parece que no.
¡Que se haga justicia!
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