Afectaría el manto freático de las 17 mil hectáreas concesionarias y de los más de 15 pueblos aledaños, destacaron.
Permitir la explotación de la mina a cielo abierto en Xochicalco, a cargo de la empresa canadiense Esperanza Silver, “sería tanto como darle el tiro de gracias al sistema ecológico del estado de Morelos”, afirmaron representantes de organizaciones civiles que este martes se reunieron con funcionarios de la representación diplomática de Canadá en México.
De acuerdo con Juan Jiménez, séptima generación de nativos de la zona y especialistas como Paul Hersch Martínez, el sistema requiere del uso de mercurio además de que la pulverización de roca libera otros metales pesado de los que no hay control alguno y no sólo afectaría el manto freático de las 17 mil hectáreas concesionarias y más de 15 pueblos aledaños sino que podría llegar fácilmente hasta la ciudad e Cuernavaca que se encuentra hasta a 12 kilómetros en línea recta de esta concesión minera.
Advierten que la minera usará 250 mil litros de agua cada hora, lo que equivale al consumo de una familia campesina en 11 años, esto en una región donde no hay agua suficiente para la producción agropecuaria ni para los servicios. Además, se afectará de diversas maneras a la zona arqueológica de Xochicalco entre otros.