Expertos boliviano y colombiano coincidieron en señalar que la explotación ilegal del oro es una economía criminal que arrastra otros ilícitos como el financiamiento a grupos armados al margen de la ley, al narcotráfico, la trata y tráfico de personas y la prostitución infantil, además del grave daño socioambiental de las regiones intervenidas.
Un análisis de la región y el caso boliviano, llevó a Julio Fierro y Marco Antonio Gandarillas, a advertir que la actividad ilegal aurífera está vinculada a varias actividades criminales, y que independientemente que se formalice, el daño socioambiental es muy grave por el uso incontrolado de mercurio, y por la línea delgada que le separada de lo ilegal.
El investigador colombiano, Julio Fierro, especializado en el área geoambiental, advirtió que la explotación aurífera en su país se ha convertido en un problema incontrolable, ligado a varias actividades criminales y la complicidad de entidades del Estado.
“Cada vez está más fuera de control; son rentas relativamente fáciles, controladas por grupos armados fuera de la ley, pero también de grupos armados pertenecientes al Estado que están en el negocio, entonces tenemos que las armas y la explotación del oro están muy asociadas”, declaró a ANF.
Fierro consideró que el freno a esta problemática pasa por el control radical de la actividad minera, como el que se dio en Ecuador, que cuando hay flagrancia se destruye la maquinaria.
El especialista señaló que en el caso colombiano, el fenómeno aurífero se profundizó con la mecanización de la explotación y la presencia de grupos al margen de la ley asentados en los ríos, también con dragas y “dragones” brasileños, como se las denomina a las grandes embarcaciones que explotan de manera intensiva oro aluvial.
“Y eso ha sido incontrolable, hay dificultad porque en muchos lugares está alejado del control del Estado, pero en otras ocasiones se da en lugares cercanos a los sitios de poder, y cuando se tiene ese escenario, y están cerca de capitales departamentales, y hay dragas y dragones se puede hablar de cooptación y corrupción de las instituciones encargadas de hacer ese control”, afirmó.
Para el caso boliviano, según la información obtenida, dijo que se requiere adoptar medidas radicales. “En el caso ecuatoriano, la minería está muy controlada, y en flagancia, inmediata destrucción, si no se adoptan estas medidas esto será imparable”, señaló.
Por su parte, el investigador socioambiental, Marco Antonio Gandarillas del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib) afirmó que más del 80% de las Tierras Comunitarias de Origen (TCO) que fueron analizadas en el país donde se da la explotación aurífera, también se han registrado problemas vinculados con el narcotráfico.
En análisis de Gandarillas, la actividad minera aurífera que se inició hace décadas en el país de manera informal, como una actividad de subsistencia y válvula de escape para personas sin empleo, transitó a convertirse en una actividad económica criminal, que de manera deliberada daña al Estado y a las personas en beneficio propio.
“Más lugares del país donde se explota oro hay organizaciones de enclaves económicos criminales que utilizan a la minería aurífera como uno de los eslabones de un negocio criminal (…). Se están haciendo redes de criminalidad, que están generando zonas de tremenda inseguridad para la población”, aseveró.
Lamentó que en el reciente gabinete binacional Bolivia-Perú realizado en Cobija, ni siquiera se haya abordado la denuncia que surge desde el país vecino, que 2.500 jóvenes bolivianas fueron obligadas a prostituirse al otro lado de la frontera, en los centros mineros Rinconada y Piura, donde fueron llevadas tras ser secuestradas por redes internacionales de trata y tráfico.
En el país dijo que claramente el caso Arcopongo muestra que grupos irregulares armados controlan un área fiscal inmovilizada, donde explotan de manera ilegal con grandes capitales donde no hay presencial del Estado, y que detrás del conflicto que enfrentó a los ilegales y a la Cooperativa Ullakaya Condoriri, hubo uso de armas de grueso calibre y dos bandos de poder político del mismo partido, Movimiento al Socialismo.
También cuestionó que de exportar entre cuatro a cinco toneladas anuales, el año 2014, Bolivia exportó 35 toneladas de oro, en las “narices de siete entidades del Estado” que le dieron el visto bueno, luego que se declarara nuevas categorías de exportación, como amalgamas y desperdicios de oro.
Entonces, un reportaje periodístico desde Perú, alertó que se trataba de oro peruano que se explotaba de manera ilegal en el Madre de Dios y que ingresaba vía contrabando al país, para ser exportado a Estados Unidos.
El descontrol de la actividad minera dijo que se refleja que el departamentos de Santa Cruz por ejemplo, que no era extractor minero hace 30 años, hoy en día es más minero que Oruro y Potosí. “Este es un factor estructural de lo que estamos viendo, hay descontrol, si se hace minería informalmente en cualquier parte del país, hay un problema serio de control”, subrayó.
El análisis de ambos investigadores aportó al debate del curso: “explotación del oro aluvial en la Amazonía Boliviana” realizado en la ciudad de Cochabamba del 13 al 14 de septiembre.
Fuente:https://www.noticiasfides.com/economia/expertos-advierten-que-explotacion-ilegal-del-oro-es-una-economia-criminal-que-arrastra-otros-ilicitos-391346