Las mujeres indígenas del Perú agrupadas en la organización Onamiap demandaron a las autoridades del país no ignorar sus obligaciones y en cumplimiento del estado democrático de derecho garantizar los derechos colectivos de la comunidad de Cañaris.
En un comunicado público exigen respetar su derecho a un desarrollo sostenible con identidad basado en actividades como la agricultura orgánica y la ganadería, realizadas en armonía con la naturaleza, y para las cuales es imprescindible garantizar la intangibilidad de sus bosques húmedos, ecosistemas, cuencas de agua y cultura ancestral.
Recuerda que el Estado peruano incurre en grave violación a los derechos fundamentales del pueblo Cañaris “al intentar imponer una actividad extractiva que causará importante afectación a su hábitat y modificará de manera sustancial e irreversible sus condiciones de vida”.
“No se trata de un solo proyecto sino de tres: Cañariaco Norte, Cañariaco Sur y Quebrada Verde que afectarían de manera importante los ecosistemas y condiciones de vida del pueblo de Cañaris” indica Onamiap.
Cuestiona la “visión monocultural de un supuesto ‘desarrollo’ basado en la extracción de minerales” por injusta, alienante, nefasta y además por falsa pues la actividad extractiva en el Perú hasta solo ha provocado el empobrecimiento de la población local afectada por sus impactos.
“Son precisamente las regiones con mayor actividad minera las que presentan elevados indicadores de pobreza en el Perú, como es el caso de Huancavelica, Apurímac y Cajamarca” reza el comunicado.
Respecto al agua Onamiap demanda se respete “el derecho ancestral al agua de la Comunidad San Juan de Cañaris y se revoque el permiso que la Autoridad Nacional del Agua (ANA) le ha concedido a la empresa minera”.
“El proyecto Cañariaco amenaza las cuencas de agua, pone en riesgo los bosques de neblina y puede acarrear la afectación de 33 mil hectáreas agrícolas” señala.
Finalmente, destaca que el distrito de Cañaris presenta diferentes pisos ecológicos donde se desarrollan en las zonas más bajas la producción de café, frutas y caña de azúcar, mientras que en las zonas intermedias y altas se cultiva maíz, habas, cebada, papa, trigo, quinua y pastizales.
A continuación el comunicado completo:
Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú
Exigimos se respeten los derechos colectivos como pueblo originario de Cañaris
La Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas, Amazónicas y Afroperuanas del Perú (Oanamiap) se dirige a la opinión pública para manifestar lo siguiente:
1. Identidad. El distrito de Cañaris, ubicado en la provincia de Ferreñafe, región Lambayeque está conformada por una población mayoritaria indígena, donde el 64 por ciento de la población tiene como lengua el quechua o runa simi y el 36 por ciento el idioma español, según lo verificó el último Censo Nacional del 2007. La condición indígena de la Comunidad Campesina San Juan de Cañaris incluso está corroborada por el propio ministerio de Trabajo y Asuntos Indígenas que en 1956 reconoció la “existencia legal y personería jurídica de la comunidad de indígenas de “San Juan de Cañaris”” y por la propia comunidad en base a la autoidentificación o autoreconocimiento, criterio fundamental para el reconocimiento de un pueblo indígena u originario.
2. Derechos. Por sus raíces ancestrales el pueblo de Cañaris es anterior al propio Estado peruano y tiene derechos inalienables sobre sus territorios y bienes comunes, derechos fundamentales amparados no solo por el Convenio sobre Pueblos Indígenas N° 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sino también por la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
3. Autonomía comunal. Las autoridades y la empresa pretenden ignorar la Consulta Comunal realizada el 30 de septiembre donde la población de forma mayoritaria (95%) rechazó la actividad minera en sus territorios, consulta organizada por la propia comunidad, al amparo de su Estatuto Comunal y en el ejercicio pleno de su derecho constitucional a la autonomía.
4. Violaciones. El Estado peruano está incurriendo en graves violaciones a los derechos fundamentales del pueblo Cañaris al intentar imponer una actividad extractiva que causará importante afectación a su hábitat y modificará de manera sustancial e irreversible sus condiciones de vida. No se trata de un solo proyecto sino de tres: Cañariaco Norte, Cañariaco Sur y Quebrada Verde que afectarían de manera importante los ecosistemas y condiciones de vida del pueblo de Cañaris.
5. Desarrollo. La visión monocultural de un supuesto “desarrollo” basado en la extracción de minerales no solo es injusta, alienante y nefasta sino que carece de veracidad pues la actividad extractiva en el Perú hasta solo ha provocado el empobrecimiento de la población local afectada por sus impactos, y son precisamente las regiones con mayor actividad minera las que presentan elevados indicadores de pobreza en el Perú, como es el caso de Huancavelica, Apurímac y Cajamarca.
Respaldamos el pedido de la comunidad que rechaza una “Mesa de Trabajo para el Desarrollo de Cañaris” impuesta de manera arbitraria y de espaldas a la comunidad mediante la Resolución Ministerial N° 002-2013-PCM, integrada con mayoría de representantes pro mineros del gobierno y de Lambayeque, para quebrar la justa lucha del pueblo de Cañaris.
Si el gobierno desea de veras promover el desarrollo de la comunidad San Juan de Cañaris -en lugar de iniciar el reparto de miles de cocinas a gas de manera efectista- debería atender el pedido de instalar una mesa de diálogo en la propia comunidad para tratar directamente los problemas de desarrollo con ella misma.
6. Derecho al Agua. Exigimos se respete el derecho ancestral al agua de la Comunidad San Juan de Cañaris y se revoque el permiso que la Autoridad Nacional del Agua (ANA) le ha concedido a la empresa minera. El proyecto Cañariaco amenaza las cuencas de agua, pone en riesgo los bosques de neblina y puede acarrear la afectación de 33 mil hectáreas agrícolas.
7. Ecosistemas y habitat. No debemos olvidar que el distrito de Cañaris presenta diferentes pisos ecológicos donde se desarrollan en las zonas más bajas la producción de café, frutas y caña de azúcar, mientras que en las zonas intermedias y altas se cultiva maíz, habas, cebada, papa, trigo, quinua y pastizales.
8. Petición final. Demandamos que las autoridades no ignoren sus obligaciones y en cumplimiento del estado democrático de derecho garanticen los derechos colectivos de la comunidad de Cañaris y su derecho a un desarrollo sostenible con identidad basado en actividades como la agricultura orgánica y la ganadería, realizadas en armonía con la naturaleza, y para las cuales es imprescindible garantizar la intangibilidad de sus bosques húmedos, ecosistemas, cuencas de agua y cultura ancestral.
Lima, 4 de enero, 2013