El día de hoy se agotó la posibilidad de resolver de manera conciliatoria el conflicto entre minera Excellon Resources y el Ejido La Sierrita.
Excellon continuará con la posesión de las 1,100 hectáreas, hasta que el Tribunal Unitario Agrario no resuelva la demanda agraria.
Torreón, Coahuila 27 de junio del 2013. Nuevamente la empresa minera Excellon de México, filial de la canadiense Excellon Resources Inc., rechazó la posibilidad de resolver, mediante el diálogo, el conflicto que mantiene con el Ejido La Sierrita, de Tlahualilo, Durango, el cual se originó por una serie de violaciones al derecho a la tierra, territorio y bienes naturales de las y los ejidatarios.
En la audiencia del 9 de mayo de 2013, los representantes de la empresa minera presentaron una propuesta al comisariado ejidal para devolver 1,090 hectáreas de las 1,100 hectáreas arrendadas bajo un contrato de ocupación temporal firmado en el 2008. La empresa propuso al ejido comprar las 10 hectáreas restantes, sin indicar el monto que pagarían por ellas.
En dicha audiencia, David Espinoza, presidente del comisariado ejidal, se comprometió a informar sobre la oferta de Excellon a la Asamblea Ejidal, máximo órgano de gobierno del ejido La Sierrita, y así entregar una respuesta por escrito. En la contrapropuesta enviada a Excellon, la Asamblea Ejidal refrendó su posición, indicando que su tierra NO se vende y mantuvo su decisión de recuperar las 1,100 hectáreas. Además manifestó su disposición para llegar a un acuerdo razonable para la devolución de la totalidad de las hectáreas.
En esta contrapropuesta, el Ejido indicó que espera la devolución íntegra de sus tierras en un plazo no mayor a 12 meses, por lo cual solicitó el pago total de la renta anual y una indemnización como reparación de daños, por la serie de incumplimientos y violaciones al contrato de ocupación temporal de las 1,100 hectáreas.
En la audiencia del día de hoy, 27 de junio, Excellon rechazó una vez más la propuesta del ejido, manteniendo su intención de rentar 10 hectáreas, pero con la sugerencia de que un perito, el cual podría ser determinado por el Presidente Magistrado del Tribunal Agrario del Distrito Sexto, el Lic. Raúl Eduardo Covarrubias García, determine el monto de la renta, a través de un evalúo.
Es importante mencionar que debido a que no se llegó a un común acuerdo entre las partes, el día de hoy se agotó la etapa conciliatoria del proceso del juicio agrario y se da por iniciado el proceso de litigio. Esto significa que mientras no se tenga una resolución por parte del Tribunal Unitario Agrario (TUA), la empresa minera canadiense continuará con la posesión de las tierras del ejido (1,100 hectáreas) y de esta manera, persistirán las violaciones de los derechos humanos de las y los ejidatarios de La Sierrita.
En la audiencia celebrada el día de hoy, el comisariado ejidal de La Sierrita se comprometió a informar a la Asamblea Ejidal de la propuesta presentada por la empresa y de esta forma dar una respuesta a Excellon Resources Inc.
“Las y los integrantes del ejido La Sierrita siempre hemos estado en una posición abierta para resolver el conflicto a través del diálogo, en cambio Excellon Resources Inc. ha demostrado una y otra vez su falta de voluntad para llegar a una resolución, con lo cual dificulta la oportunidad para que recuperemos nuestra tierra en el corto plazo”, señaló David Espinoza.
Por su parte Alejandra Ancheita, directora ejecutiva del Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ProDESC), organización que acompaña al ejido desde 2007, señaló que la posición cerrada de la empresa minera demuestra una vez más cómo ésta utiliza todos los medios posibles para dilatar este proceso y desgastar a los ejidatarios y las ejidatarias, sin un reconocimiento y respeto a sus derechos humanos.
La directora de ProDESC confía en que ahora que se inicia una nueva etapa en el juicio agrario, las autoridades judiciales en la materia se conduzcan de manera imparcial, transparente y apegada a los máximos estándares de derechos humanos. Por lo que se espera que este sea un proceso justo, respetando los derechos de las y los ejidatarios, para que recuperen su tierra, territorio y bienes naturales.