Ecuador

Ética de la Indignación

5 de Mayo 2011
Muchas han sido las personas que han manifestado públicamente su malestar frente a la actitud prepotente del presidente de la República, acto legítimo por el cual fueron reprimidas, insultadas, enjuiciadas y encarceladas. La política gubernamental ante la manifestación de estos ciudadanos, es por decir lo menos desproporcionada, mostrando con esto un clara práctica autoritaria e intransigente, que al contrario de mostrar legitimidad hegemónica muestra gran debilidad política.

El pueblo ecuatoriano debe rechazar este autoritarismo gubernamental y solidarizarse con todas las personas que han sufrido de esta práctica abusiva, sin embargo lo ocurrido en Zamora con el compañero Luis Corral no es uno más de los incidentes personales que varios ciudadanos han tenido con el presidente. La diferencia es cualitativa por dos razones fundamentales:

1. Luis Corral es más que un ciudadano, es sobre todo un militante de la izquierda ecuatoriana, cuya lucha por la transformación social viene de mucho tiempo atrás. Es un compañero que ha participado en los procesos que se reiniciaron desde los años 80, enfrentado la política antipopular del gobierno de Febres Cordero, peleando contra la privatización de los bienes nacionales, demandando la salida de la Base de Manta, oponiéndose al Plan Colombia. Compañero que, como parte de las organizaciones de izquierda y de los movimientos sociales, estuvo participando en las movilizaciones populares y levantamientos indígenas que defenestraron a los gobiernos neoliberales que tenían claras intenciones de entregar el país a las grandes transnacionales capitalista.

La participación de Luis en las luchas del pueblo ecuatoriano, y su compromiso con las mismas, han marcado su pertenecía a la izquierda y a su proyecto de liberación. Es esta historia la que legitima su voz y su reclamo, una historia que el presidente y casi la totalidad de sus funcionarios no tienen, porque como todos sabemos el pasado político del presidente no está ligado ni de lejos a las luchas populares, menos a la izquierda ecuatoriana.

Un poco de memoria no hace mal. Cuando usted Sr. Presidente estaba cómodamente sentado en su escritorio universitario en la tranquilidad de la vida, en la academia de élite, Luis junto con los compañeros indígenas, campesinos y trabajadores, con los ecologistas “infantiles” (como se los llama) peleaban en la calle y soportaban la represión de los gobiernos neoliberales que le antecedieron. El puesto que ahora ostenta Sr. Presidente se debe a gente que como Luis renunció a su bienestar personal en nombre de su compromiso político, el compromiso con nuestras luchas, las que continúan y continuarán porque nada estructural y profundo ha cambiado en este país con su gobierno.

2. Con Luis hemos obedecido y estamos obedeciendo el mandato político del movimiento indígena por la construcción del Estado Plurinacional, por la defensa de la vida y la naturaleza (en las luchas por el agua y en contra de la explotación minera, petrolera y maderera), hemos y estamos peleando la soberanía alimentaria, hemos y estamos combatiendo toda forma de explotación y opresión social; nos oponemos y luchamos contra la criminalización de la protesta social y la pobreza. Hemos peleado y seguiremos peleando por nuestras legítimas reivindicaciones sociales; por el derecho que tenemos como pueblo a vivir con dignidad, a vivir con justicia, a vivir con libertad. Luchamos y seguimos luchando para que se detenga el saqueo de nuestros bienes naturales y la explotación de nuestro trabajo; exigimos que se pague la deuda histórica y la deuda ecológica que el capitalismo y sus voceros tienen con los pueblos del mundo y particularmente con los de este continente. Luchamos y seguiremos luchando por Otro Mundo Posible, siempre por-venir.

A este proyecto se pertenece el compañero Luis Corral, en este proyecto se inscribe su voz de protesta y es este proyecto el que legitima su reclamo, el que legitima nuestro reclamo, el de nosotros: los indios, los trabajadores, los ecologistas. El más que justo reclamo de los de abajo, los del sur, los de la izquierda.

El pueblo organizado políticamente en la izquierda no es una masa atomizada que obedece ciegamente los intereses de los grupos de poder que dominan aún este país. Sabemos perfectamente cuales son nuestros intereses; sabemos que estos están de lado de la defensa de la vida humana en particular y de la vida en general; sabemos que el proyecto político y económico (neo-extractivista) del gobierno de Alianza País no es nuestro, pues atenta contra la naturaleza y es subsidiario de la explotación capitalista del trabajo.

Sabemos que la lucha continua y sabemos de la legitimidad de la misma.

Estamos indignados contra la explotación y alzamos nuestra voz de protesta

Compañero Luis Corral estamos juntos en este camino revolucionario.