Se llevó a cabo una audiencia por un presunto daño en el vehículo de Ricardo Bustos, gerente de la empresa Minas Argentinas-Yamana Gold en la zona, durante una manifestación de los opositores a la mega minería, en la que repudiaban la presencia de esta empresa en Esquel.
La jueza a cargo de la audiencia advirtió que «es la primera vez en esta circunscripción que una denuncia por un delito de este tipo llega a juicio, ya que existen alternativas que buscan la pacificación social, sin llegar a una audiencia de debate».
Aegún los vecinos, el traspié de la empresa en los estrados judiciales fue de mal en peor, ya que el juez que la minera pretendía para esta causa fue recusado y tomó la determinación de apartarse de este proceso judicial. Además el gerente de la minera sorprendió a todos con un inoportuno e inverosímil relato de los hechos y al finalizar la audiencia se retiró en medio del abucheo y rechazo de muchos vecinos que se hicieron presentes en los tribunales para acompañar al joven denunciado.
Al momento de solicitar la recusación del juez, uno de los coimputados citó una entrevista realizada por el periodista Andrés Campos en el año 2006, donde Colabelli se manifestó a favor de la minería diciendo textualmente:
“Si la actividad minera es mala palabra, entonces suspendamos todo. Eso es una locura, y está en mentes totalmente distorsionadas. La actividad minera es perfectamente valida y útil. Es un mandato divino, que esta ya en el Antiguo Testamento, dominar la tierra. El hombre esta en el mundo para dominar la tierra” (SIC)
A pesar de que el fiscal Raul Camerlo no acompañó el pedido de recusación, el magistrado aun considerando que esa circunstancia no le impedía actuar en este caso, aceptó la recusación para dar tranquilidad a los imputados.
La Fiscalía describió el hecho diciendo que ocurrió el 4 de julio de 2012 aproximadamente a las 19 hs. en la calle Libertad 647 de Esquel, donde tiene sus oficinas la empresa Minas Argentinas-Yamana Gold. El relato sostiene que uno de los imputados dio puntapiés al vehículo de Ricardo Bustos provocándole abolladuras en la puerta lateral izquierda y que el otro realizó pintadas en el paragolpe delantero, capot, puerta delantera derecha y parante, lo que calificó como daño.
Luego de esta presentación, Ricardo Bustos pidió hacer uso de la palabra y realizó una especie de alegato proporcionando su interpretación de lo sucedido y relatando los hechos de modo más amplio apuntando a otras figuras penales agravadas, como la coacción, las amenazas y la actuación premeditada en banda. “El daño material que aquí pueda cuantificarse para una eventual pena (…) constituye solo la punta de un iceberg de magnitudes inimaginables para cualquier persona que nunca ha pasado por un momento como el que pasamos tanto yo como el resto de mis compañeros de trabajo“.
En la interpretación de la situación realizada por el gerente de la empresa, llegó a expresar que fueron victimas de un grupo de personas que amparados por la oscuridad de la noche fueron a hostigarlos utilizando cadenas y palos emprendiendo acciones de vandalismo contra su lugar de trabajo y que atacaron a golpes y patadas su vehículo particular.
Tan inverosímiles fueron las afirmaciones de gerente minero, que al finalizar su alocución los mismos opositores a la minería que colmaron la sala lo ovacionaron en un cerrado aplauso con algunas risas.
Ni siquiera el propio fiscal pudo sostener lo expresado por Bustos, ya que Camerlo debió despegarse de lo escuchado aclarando que la Fiscalía no había encontrado elementos suficientes para acreditar los hechos conforme a la descripción dada por el damnificado, por eso ajusta su imputación al delito de daño.