26 mayo 2012
Comunidades indígenas de Jalisco, Nayarit, San Luis Potos í, Durango y Zacatecas acuden cada año al Cerro del Quemado. Foto Arturo Campos Cedillo.
Raúl Torres.- Las autoridades del pueblo wixárika aseguran que el Estado mexicano miente al señalar que no habrá actividad minera en el sitio sagrado de Wirikuta, en el desierto de San Luis Potosí, pues el anuncio realizado ayer por los titulares de las secretarías de Gobernación, Economía y Medio Ambiente, Alejandro Poiré, Bruno Ferrari y Juan Elvira, respectivamente, incurre en datos falsos y verdades a medias.
A través de un comunicado, el Consejo Regional Wixárika para la Defensa de Wirikuta y el Frente en Defensa de Wirikuta explicaron que las concesiones mineras que la empresa canadiense First Majestic Silver Corp cedió al gobierno mexicano sólo corresponden a 761 hectáreas de las poco más de 140 mil 212 hectáreas que conforman Wirikuta, por lo que es falso indicar que no habrá minería en el sitio sagrado.
Recordaron que ese lote de concesiones corresponde al territorio donde se ubica el Cerro del Quemado, concesionado a la Minera Real Bonanza, filial en México de First Majestic, y es exactamente el mismo terreno que en enero de 2011 la empresa canadiense ofreció al pueblo Wixárika sin que éste lo aceptara por considerar que Wirikuta no es sólo esa extensión de tierra.
Indicaron que ese lote además es zona estéril para la minería y forma parte de una zona que no estuvo en los planes de explotación minera de la empresa. “En realidad el proyecto de explotación de la empresa queda intocado en el esquema gubernamental”.
Los wixaritari aseguraron que contrario a lo dicho por Bruno Ferrari, las empresas mineras tienen proyectos activos en la región dentro de 79 concesiones que abarcan 70% del territorio sagrado de Wirikuta y el Área Natural Protegida.
“Hay 97 mil hectáreas concesionadas, de éstas la empresa Revolution Resources tiene 59 mil que integran el Proyecto Universo dentro de Wirikuta, sin embargo estos datos no se aluden en el anuncio gubernamental”, sostuvieron.
Además, afirmaron que el decreto que declara 45 mil hectáreas de Wirikuta como Reserva Minera Nacional no fue consultado con las comunidades wixaritari y deja sin protección más de 95 mil hectáreas.
“El gobierno dice que no existe actividad minera en Wirikuta y que no existen daños a la Reserva. Parece desconocer las exploraciones de varias empresas mineras, atestiguadas y fotografiadas; y las agroindustrias devastadoras que desde hace un año viene denunciando el pueblo wixárika ante instancias del gobierno, ya que destruyen y desmontan ilegalmente la Reserva, aniquilando cada día miles de especies protegidas y en peligro de extinción”, señala el comunicado.
El jueves, Poiré entregó mapas de georeferenciación de la ruta histórico cultural del pueblo wixárika y de los sitios sagrados de Wirikuta, a lo que las autoridades wixaritari respondieron señalando que este trabajo realizado por la Secretaría de la Reforma Agraria y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas no se realizó en acuerdo con los wixáritari, por lo que la gran mayoría no lo acepta ni lo reconoce.
No obstante los señalamientos hechos contra el Estado mexicano, los wixaritari solicitaron a las autoridades a que en Wirikuta se implemente el modelo de Reserva de la Biosfera. “Y hacemos un exhorto respetuoso para que se consulte de forma libre, previa e informada, de acuerdo a la Constitución, a las asambleas comunitarias de todas las comunidades wixaritari, ya que éstas son los órganos máximos de toma de decisiones del pueblo wixárika para la realización del Plan de Manejo, tomando como base los estudios y el conocimiento que se ha acumulado por parte del pueblo wixarika, el Frente en Defensa de Wirikuta y todos aquellos asesores que éste requiera para la conservación, restauración y preservación de Wirikuta y su zona de influencia”.
Finalmente consideraron que la empresa canadiense aprovechó la cobertura mediática del Wirikuta Fest (que se celebra hoy en el Foro Sol de la Ciudad de México en apoyo a la defensa del sitio sagrado) para generar una percepción distinta a la real.
“Esto no representa, lamentablemente, bajo ninguna visión una solución, sólo es una estrategia para aprovechar la cobertura mediática del Wirikuta Fest y dar una descompuesta imagen de su supuesta responsabilidad social. El camino es largo y solicitamos al Estado Mexicano mantener el diálogo con el pueblo wixárika a través de sus autoridades tradicionales, civiles y agrarias para la protección integral del territorio sagrado de Wirikuta. Por último, pedimos que sean canceladas todas las concesiones mineras en la Reserva Natural y Cultural de Wirikuta, así como de las actividades de las agroindustrias que ponen en peligro la biodiversidad del territorio”, concluyeron.