En México existen al menos 6 mil 500 sitios identificados por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) como potencialmente contaminados.
De estos, según la dependencia, 20 puntos tienen un muy alto grado de toxicidad por el depósito, enterramiento o vertido de sustancias químicas o residuos vinculados a actividades mineras, de hidrocarburos, agrícolas e industriales.
Los sitios críticos se encuentran distribuidos en nueve entidades: Guerrero, Chihuahua, Coahuila, Sonora, Michoacán, Durango, Guanajuato, Veracruz y Jalisco.
«Son 20 sitios en 9 entidades, 395 hectáreas y que son 167 millones de metros cúbicos en residuos los que son los sitios más contaminados en todo el país.
«Básicamente son instalaciones de sitios contaminados por jales mineros, la industria química y la producción de fertilizante», detalló el procurador ambiental Guillermo Haro Bélchez.
Del registro de la Profepa, integrado a partir de inspecciones realizadas a los estados durante el último año, se obtiene que la principal causa de contaminación en la mayoría de los 20 sitios es la actividad minera.
Entre estos destaca la presa de jales de Arcelor Mittal, en Lázaro Michoacán, que generó una afectación al medio ambiente sobre 68 hectáreas.
En Taxco, Guerrero, y Nacozari, Sonora, según el reporte de la Profepa, las estructuras de retención de líquidos de desechos mineros en ambas localidades no sólo han afectado al ecosistema sino que ponen en riesgo a la población, pues se han edificado colonias cercanas a ellas.
En igual condición se clasifica la operación de Peñoles, en Torreón, Coahuila, donde se registra una contaminación por metales pesados sobre un predio de 10 hectáreas.
Haro Bálchez explicó que el diagnóstico se realiza al margen del Sistema Informático de Sitios Contaminados que opera la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat), el cual reporta 635 sitios contaminados.
Más los accidentes
Adicionalmente, la Profepa tiene registrados otros 570 sitios contaminados por emergencias ambientales que corresponden principalmente a derrames de hidrocarburos y en menor medida a jales mineros y sustancias químicas derramadas durante su transporte.
El área afectada por sitios contaminados, derivado de emergencias ambientales atendidas durante el periodo de 2011 a 2014, corresponde a 168 hectáreas, de las cuales ya se se han remediado 88 hectáreas, equivalente al 52.5 por ciento.
«La mayor parte de los pasivos generados por emergencias son por derrames de hidrocarburos. En el país existen 57 mil kilómetros de ductos, ésto significa que estos 570 pasivos han afectado un área de más de 168 mil hectáreas y se ha logrado ya restaurar más de 88 hectáreas», expuso Guillermo Haro Bélchez, Procurador Federal de Protección al Ambiente.
Según reportes de la Profepa, las multas impuestas entre 2013 y 2014 por contaminación de suelos en este rubro suman un total de 34.7 millones de pesos.
Bajo el principio de «El que contamina, paga», agregó el procurador, los responsables de cada emergencia ambiental también deben cumplir con la reparación del daño de un sitio contaminado y para ello deben realizar los estudios necesarios para caracterizar la contaminación, evaluar los riesgos ambientales, determinar las acciones de remediación e iniciar los trabajos con empresas autorizadas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).