Pobladores de Nuevo Balsas, municipio de Cocula, entregaron este martes al relator especial de la ONU sobre el derecho humano al agua potable y al saneamiento, Léo Heller, el estudio de un laboratorio de Morelos que comprueba que el agua que consumen del río Balsas está contaminada 300 por ciento arriba de los límites permisibles, como consecuencia de los trabajos de la minera Media Luna en la zona.
El estudio desmiente los resultados del que hizo la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), que dijo que el agua de ese caudal está contaminada, pero por debajo de los límites permisibles y no a consecuencia de los trabajos de la minera.
Los inconformes con la contaminación que produce Media Luna, encargaron el estudio paralelo al laboratorio privado Mercury Lab, de Cuernavaca, Morelos, en el que se establece que el límite de contaminación del agua permisible es de 0.07, pero que en sus resultados de las muestras que le llevaron los pobladores resultó con una contaminación del 1.97 que representa una contaminación del 300 por ciento del límite permisibles.
Los resultados del estudio del equipo de la UAG se dieron a conocer el 25 de abril, cuando se estableció que se tomaron muestres en cinco lugares de donde se abastece de agua la población de Nuevo Balsas, y determinó que el cianuro encontrado en el agua, “está por debajo de los niveles contaminantes, por lo que no daña la salud ni representa ningún peligro para la población”. También destaca que, “el cianuro encontrado no es introducido por el proceso metalúrgico de la minera”.
Los integrantes del grupo inconforme cuestionaron que el laboratorio Actlabs, al que el grupo de la UAG mandó las muestras recolectadas, es canadiense, el mismo origen de la minera Torex Gold Resources de la que es subsidiaria la minera Media Luna.
Los opositores a la minera informaron que solicitaron una copia de los resultados de los estudios de la UAG, pero que no se los proporcionaron, por lo que encargaron sus propios estudios al laboratorio Mercury Lab.
Los pobladores enviaron las muestras el 8 de febrero pasado y recibieron los resultados 10 días después.
En el documento se establece que los estudios se realizaron bajo la Norma 127, y que las muestras de agua que les presentaron fueron “identificadas” como de la presa El Caracol y tomadas en los sitios Manguito, Limón y Saibitas, en la localidad de Nuevo Balsas y que se les hicieron análisis físico y químico.
Los resultados de este estudio revelan que el agua de las muestras presentadas contiene cianuro y arsénico, en un 1.97 por ciento, es decir 300 por ciento veces más del límite permisible, que es de 0.007.
Los resultados están firmados por la directora general del laboratorio, María de Jesús Neyra, con fecha de muestreo y de recepción 8 de febrero del 2017, y con fecha de emisión del 17 de febrero del 2017.
La tarde de ayer, una comisión de pobladores de Nuevo Balsas se reunió en Ciudad de México con el relator especial de la ONU, a quien le entregaron los resultados del estudio que ellos encargaron y los que dio a conocer el grupo de la UAG; en el encuentro los pobladores cuestionaron que el estudio fr la Universidad “está cargado” a favor de la minera Media Luna, declaró vía telefónica uno de los integrantes de la comisión.
Desde que comenzaron los trabajos de la minera Media Luna, subsidiaria de la empresa canadiense Torex Gold Resources, que explota la mina El Limón-Guajes entre los poblados de Nuevo Balsas, La Fundición y Real de Limón, municipio de Cocula, pobladores han denunciado la contaminación que provocan los trabajos de la minera y demandan una indemnización de 500 mil pesos anuales.
Sin embargo su demanda no ha contado con el respaldo de las autoridades estatales ni federales.
A finales del año pasado, cuando los pobladores comenzaron a bloquear los accesos a la mina, acordaron en mesas de trabajo hacer estudios para determinar si efectivamente existe contaminación del agua. Los resultados encargados a la UAG apenas se dieron a conocer el 25 de abril.
El vocero del movimiento dijo ayer que presentaron los resultados de los dos estudios al relator de la ONU, a fin de que saque sus conclusiones y emita una opinión al respecto.