Su contaminación triplica los niveles de plomo tolerados; mientras el vecino país endurece las normas para recogerlo, aquí no hay regulación.
CIUDAD DE MÉXICO – Entre 2009 y 2010, los desechos de baterías de plomo a México se incrementaron más del doble, como producto del endurecimiento de las leyes ambientales estadunidenses para tratar esta clase de basura.
De acuerdo con un informe hecho por las organizaciones Occupational Knowledge International y Fronteras Comunes, aunque sólo el 12% de las baterías de plomo desechadas por Estados Unidos son enviadas a nuestro país, las malas condiciones que existen en México para tratar de este tipo de basura no son atendidas por los nuevos reglamentos de aquél país, que no prohíbe la exportación de los desechos.
Así, las emisiones de plomo en el aire cuantidicadas en las plantas de reciclaje de baterías en México son 20 veces mayor que a la de las plantas en Estados Unidos, dando lugar a exposiciones que rebasan dos veces los límites permisibles a nivel mundial.
El informe fue realizado entre noviembre de 2010 y mayo de 2011 y evaluó las instalaciones de reciclaje de baterías de plomo a través de México y los Estados Unidos.
Representantes de ambas organizaciones explicaron que se trata del primer informe de su tipo, explicando que «por primera vez, tenemos una profunda comprensión de la escala de estas exportaciones, su contribución a las emisiones de plomo en comunidades mexicanas y de cómo afecta la salud de los trabajadores porque el gobierno mexicano no ha promulgado normas de protección en la materia.»
Las baterías de plomo provienen principalmente de automóviles y camiones, pero también provienen de torres de telefonía celular, sistemas de energía solar, carros de golf elevadores, computadoras, televisores, teléfonos móviles y otros dispositivos.