Natalia Antezana Bosques
A principios del mes de abril, ejidatarios de San Antonio de la Huerta, en el municipio de Soyapa, Sonora, bloquearon la entrada de la mina canadiense La Libertad, propiedad de las compañías Zaruma Resources, Inc. y Minerales Libertad, S. A. de C. V., como medida de protesta por la contaminación que produce la mina y en demanda de un aumento al pago por las concesiones de sus tierras.
Ante esta acción, la Procuraduría de Justicia del estado, mediante elementos de la policía estatal y del Ejército Mexicano, ingresó al ejido de San Antonio para detener a 41 ejidatarios que realizaron un plantón frente a la mina, ya que ésta interpuso una querella contra quienes bloqueaban el acceso al complejo minero.
Esto provocó que más de 50 ejidatarios del lugar se movilizaran a la capital del estado y bloquearan el boulevar Rosales, exigiendo la inmediata liberación de sus compañeros. Después de 6 horas de protestas, la Policía estatal replegó al contingente y detuvo a otros 5 ejidatarios más.
En este sentido, se presentó una queja ante Derechos Humanos por la violencia con la que fue desarticulada la protesta y llevados a cabo los arrestos, por lo que ya se abrió un expediente de averiguación para la detención ilegal y el uso de la fuerza.
Entre las dos demandas de los ejidatarios se encuentran el incremento al pago anual sobre las concesiones de sus tierras a la minera canadiense y la petición al gobierno para que intervenga en la contaminación del subsuelo, agua y ambiente, que realiza, lo cual ya está afectando la salud de los pobladores y que ya se extiende hasta el río Yaqui.
Originalmente se abrieron mesas de negociación entre la minera y los ejidatarios, sin embargo, este último, rompió el diálogo y advirtió: “que nos atuviéramos a las consecuencias y ya esta mañana las vimos: hay mucha gente detenida, algunos con problemas de salud”, explicó Sergio Acedo Miranda, presidente del comisariado ejidal de San Antonio de la Huerta. Asimismo, explicó que el ejido está rodeado y que no se puede entrar ni salir.
Por su parte, Irma Leticia Acedo Miranda, integrante del comisariado ejidal, hizo hincapié en las nulas acciones de las autoridades ambientales con respecto a este problema. Además puntualizó que la minera no quiere instalar una planta tratadora de agua, a pesar de los miles de millones de pesos que tienen en ganancias. “Nada más se quieren llevar nuestra riqueza”.
La mina extrae principalmente cobre y, en menor medida, oro. Se encuentra explotando las tierras de Sonora desde la década de los noventa, en una extensión de territorio de aproximadamente 450 hectáreas.