El embajador de Chile en Argentina, Marcelo Díaz Díaz, dijo que en el tema del proyecto minero binacional Pascua-Lama, la empresa Barrick está trabajando para solucionar las observaciones ambientales que le formuló la Justicia del vecino país. Pero aclaró que todo está en manos de la compañía. El diplomático, que llegó para participar en un cóctel en honor de su país en el marco del Festival Internacional de Cine Unasur, con motivo de celebrarse ayer un nuevo aniversario de la independencia chilena, destacó que la obra del túnel internacional atraerá inversiones mineras. También dijo que el gobernador José Luis Gioja es muy “querido” por la presidenta Michelle Bachelet.
-¿Qué significó para la obra del túnel el anuncio de ambas presidentas?
-Sirvió para dar certidumbre a la construcción del túnel de Agua Negra, que se convierte en algo sujeto a realización, pero con plazos. Hoy estamos trabajando en los procedimientos administrativos que van a permitir el llamado a licitación dentro del plazo que fijaron ambas presidentas, es decir durante este año.
-¿Qué papel ha tenido el gobernador Gioja en el proyecto?
-Nosotros decimos y también lo dicen en Buenos Aires que el gobernador Gioja a esta altura ya es chileno y nosotros lo reconocemos como un doble militante en la causa chilena y argentina y un gran amigo de Chile y muy querido por nuestra Presidenta.
-¿Su origen coquimbano lo compromete más con la obra?
-Me compromete emocionalmente, pero no quiero que el resto de los ciudadanos de las regiones de Chile piensen que hay un grado de discriminación. Pero, para mí, por provenir de esa región, sin duda que una obra de esta naturaleza es motivo de orgullo y por eso me compromete mucho más. Yo milito en la causa del túnel, tengo un compromiso con la integración bilateral, pero no puedo ocultar mi especial satisfacción personal de que este proyecto tenga un avanzado grado de desarrollo.
-¿Cómo podría impactar el contexto internacional en la obra?
-Es siempre un desafío. Chile, más que Argentina, es una pequeña economía y en un mundo de grandes tiburones los vaivenes de la economía internacional nos afectan. Es el caso de Argentina, que tiene más desarrollo industrial y es una Nación inmensamente más rica que Chile, tiene otro andamiaje. Pero yo creo que vamos a salir adelante de esta crisis mundial porque éste es un proyecto de largo plazo y no me parece que se vaya a ver afectado por las contingencias. Lo que debemos hacer es incorporar esa variable en el análisis de las decisiones que tenemos que tomar.
-¿La obra podría traer también inversiones mineras?
-Sin duda que sí porque Chile y Argentina son países mineros y en consecuencia eso siempre está abierto a la iniciativa de los privados. Además, para un país como Chile, que tiene experiencia tanto en servicios portuarios como en minería, es una enorme oportunidad para ponerse a disposición de la actividad internacional.
-¿Cómo está el proyecto minero Pascua-Lama?
-La empresa (Barrick) en Chile está iniciando los procedimientos para corregir las cuestiones que le fueron observadas en su momento por los organismos ambientales y particularmente el Tribunal Ambiental. Y nosotros esperamos que la empresa resuelva las observaciones. Así lo hemos conversado con los ejecutivos tanto en Argentina como en Chile.
-¿Son optimistas sobre la posibilidad de que los problemas sean solucionados?
-Yo no diría optimistas porque, como lo recordaron las presidentas en el encuentro del 12 de mayo pasado, esto se encuentra en sede judicial y en consecuencia no somos nosotros los llamados a evaluar si están avanzando o no. Lo importante es que la empresa se movilice, dé cumplimiento a la normativa ambiental que corresponde y se hagan las cosas conforme a la legislación. Yo siempre recalco que lo que nos interesa es que estos proyectos que han sido aprobados cumplan con la normativa para que puedan desarrollarse y no que sigan frenados, pero hoy, la jugada está en manos de la empresa.