No es una mina ni son dos, son cientos de proyectos de minería metálica y uranífera los que podrían destruir a corto y mediano plazo las fuentes de agua de nuestra provincia.
De estos proyectos, 237 están vinculados a minerales nucleares y se encuentran situados, principalmente, a lo largo de toda la cuenca del río Chubut.
Innumerables empresas transnacionales al acecho
Numerosas empresas, la mayoría transnacionales, han presentado cientos de solicitudes para que le autoricen trabajar en las etapas previas a la explotación (absurdamente permitidas).
Es así que la Dirección de Minas y Geología de la Provincia del Chubut, respondiendo a un pedido de informes nuestro, ha expresado que hay aproximadamente 1000 solicitudes, catalogadas como “vigentes”, para efectuar distintas etapas previas a la explotación de minerales metalíferos y radiactivos,
En ese contexto hay actualmente registradas 386 manifestaciones de descubrimiento, 431 cateos y 187 minas declaradas.
Como dato aún más preocupante se debe señalar que 237 expedientes están vinculados exclusivamente a minerales nucleares, 385 tramitan minerales nucleares y polimetálicos, el resto solo minerales polimetálicos.
Asimismo se pudo conocer que Minera Argenta (o Pan American Silver Group) tiene 32 manifestaciones de descubrimiento, en el departamento Gastre y Paso de Indio, o sea que tienen intenciones de comenzar con la etapa de exploración de la misma forma que lo hicieron con el Proyecto Navidad, para lo cual ya han realizado más de 1000 perforaciones de 200 metros de profundidad aproximada cada una.
También hemos podido recabar un dato por demás llamativo ya que hay 296 expedientes que figuran también como “vigentes” para explotación minera en territorio actualmente vedado hasta inclusive a la exploración, por leyes que protegen las nacientes de los cursos de agua, ellos son: Cushamen 72, Futaleufu 56, Languineo 34, Tehuelches 78, y Río Senguer 56.
Muchos de estos pedimentos ya autorizados, están siendo llevados a cabo por poderosas empresas multinacionales que no acostumbran a poner en riesgo sus capitales, por ello antes de decidir sobre las mencionadas acciones desarrolladas, lo más probable es que hayan realizado sondeos previos con funcionarios con capacidad de decisión quienes se habrían comprometido a derogar la Ley 5001.
Actualmente nos encontramos con un panorama difícil (pero no imposible de vencer) ya que por un lado están las empresas mineras poderosas, que no tienen escrúpulos a la hora de influir para defender sus intereses económicos e influir sobre funcionarios y pagar grandes sumas de dinero a los medios de comunicación mercenarios para que difundan propagandas falaces dictadas por ellos mismos, pero del otro lado estamos los chubutenses conscientes de que no debemos permitir esta entrega de nuestros recursos y que vamos a resistir de la misma forma lo hicieran nuestros comprovincianos de la cordillera en el año 2003.
Dr. Fernando Urbano. Médico Sanitarista. Presidente de la Fundación FUSSO.