Firmas mineras han amenazado con detener su inversión en México después de que el Gobierno propuso el pago de una regalía del 7.5 por ciento, argumentando que los bajos precios de los metales, crecientes costos de operación e impuestos más altos reducen el atractivo del país.
Firmas mineras han amenazado con detener su inversión en México después de que el Gobierno propuso el pago de una regalía del 7.5 por ciento, argumentando que los bajos precios de los metales, crecientes costos de operación e impuestos más altos reducen el atractivo del país.
La regalía propuesta es parte del plan del presidente Enrique Peña Nieto para fortalecer la débil recaudación de México mediante una reforma enfocada en quitarle una mayor tajada a los que más ganan, eliminar exenciones a las empresas y ampliar la base tributaria.
En abril, la Cámara de Diputados aprobó un nuevo porcentaje de regalía para redistribuir la renta minera en los estados y municipios donde operan. Originalmente, la propuesta debía ser votada por los senadores en los próximos meses.
Sin embargo, los legisladores decidieron posteriormente incluirla en la propuesta fiscal de Peña Nieto que elevó el pago a un 7.5 por ciento de las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA por su sigla en inglés).
La regalía subiría incluso hasta un 8 por ciento para las mineras de oro, plata y platino.
Las firmas mineras ya estaban descontentas con el esperado pago de una regalía del 5 por ciento y el malhumor se ha incrementado con la propuesta de un mayor impuesto por parte del Gobierno.
John-Mark Staude, gerente de la minera canadiense Riverside Resources Inc, dijo que retiró un 45 por ciento de sus operaciones de México desde que las discusiones acerca de un nuevo esquema de regalías empezaron hace dos años y amenazó con hacer lo mismo con la mitad de las inversiones restantes si el impuesto es aprobado.
«Nos estamos yendo, nos hemos movido a Canadá, todavía estamos en México pero nos hemos movido a Estados Unidos», advirtió Staude. «No estoy diciendo que es una sentencia de muerte, pero en este momento los inversores no están dispuestos a tomar ese riesgo», agregó.
Keith Neumeyer, director ejecutivo de la minera de plata canadiense First Majestic, también criticó el plan. «Si la ley es aprobada tal como la está proponiendo el Gobierno va a golpear con fuerza la inversión en México», dijo a Reuters.
Camimex, la cámara minera de México, que se opuso al primer esquema de regalías, dijo que aún está analizando la propuesta.
El Gobierno sostiene que México, el mayor productor mundial de plata, ha sido demasiado generoso con las firmas mineras por mucho tiempo.
«Este mecanismo no afecta las decisiones de inversión de la industria y es mucho más favorable que el adoptado en otros países donde simplemente se gravan los ingresos brutos», argumentó el Gobierno en su propuesta.
A diferencia de pares regionales como Brasil y Perú, que ya han impuesto esquemas de regalías mineras adicionales al cobro de un impuesto a la renta de más de 34 por ciento, México sólo cobra a las mineras un tributo del 30 por ciento sobre sus ingresos.
La minería es la cuarta mayor industria de México detrás de la fabricación de automóviles, la producción de artefactos electrónicos y el sector petrolero, y representa casi un 5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de la segunda mayor economía de América Latina.
TIEMPO DE IMPUESTOS
Las empresas mineras invirtieron más de 21,000 millones de dólares en proyectos de exploración alrededor del mundo el año pasado, de los que México recibió cerca de un 6 por ciento, de acuerdo con datos de SNL Metals Economics Group, justo por debajo de Estados Unidos.
Junto con una regalía más alta, el Gobierno mexicano quiere aplicar una cuota trimestral a las compañías mineras con operaciones que permanezcan inactivas por más de dos años.
La mitad del dinero que se obtenga con el impuesto sería inyectado en un fondo social para los pueblos y ciudades donde estén ubicadas las minas. Sin embargo, no está claro cuánto dinero espera recaudar el Gobierno.
Los ejecutivos mineros dicen que el momento de la propuesta es inoportuno en vista de la reciente caída de los precios de los metales. Por ejemplo, el precio del oro, que gozó de una década completa al alza, ha caído un 20 por ciento en los últimos 12 meses.
«Vamos a tratar de convencer a los legisladores de que el tiempo, la escala, el mecanismo y la metodología detrás de este esquema (mexicano) sólo pone en peligro, no aumenta, el erario público», dijo Armando Ortega, vicepresidente para América Latina de la minera canadiense New Gold Inc.
«Si el ciclo de precios bajos sigue (…) muchas empresas van a suspender las operaciones,» agregó.
Aunque es menos probable que las minas activas se vean afectadas, la inversión en exploración que se apoya en capital inicial de alto riesgo podría recibir un duro impacto, dijo Staude de Riverside Resources.
«Ya ha habido una disminución masiva de la inversión y si las leyes mineras están en contra, no habrá un flujo de retorno de la inversión para la exploración en México», dijo.