Luis Gárate – Cooperaccion
30/06/2020
Imagen: RCR Perú
En estos tiempos de crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia del COVID19, muchos hemos esperado que salga a relucir lo mejor del espíritu solidario y de empatía de las personas con los que más sufren. Pero también es tiempo de reacciones individualistas y utilitarias de algunos sectores.
Pareciera que los tiempos de pandemia han agudizado la pugna de visiones e intereses de algunos grupos de poder en el Perú, que ante la situación de crisis están presionando para que desde el Estado se proteja sus intereses en desmedro de los sectores sociales más vulnerables, como es el caso de los trabajadores.
En ese sentido, ya hemos señalado días atrás que la presidenta de la CONFIEP, María Isabel León, se había pronunciado para presionar en el sentido que actividades como la minería siguieran funcionando durante la cuarentena. Así también ha disparado sus críticas al Congreso y al gobierno por algunos proyectos que, de alguna manera, cuestionan las fortunas e intereses de los grandes empresarios. Luego salió con la crítica a los protocolos sanitarios porque serían tan exigentes como “en países europeos”.
Hace poco, la Sra. León ha vuelto a poner los puntos de vista de sus agremiados sobre el tapete, al decir claramente que se deben reanudar las actividades de todos los sectores que puedan llevar adelante sus labores. Asimismo dijo que: “(están) invocando a la población a que contribuya cuidándose a sí misma porque esta pandemia, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, solamente tiene 3 o 4 elementos con los que podemos cuidarnos de poder contagiarnos que son el distanciamiento social, el uso de la mascarilla, el lavado permanente de manos y la desinfección de los puestos de trabajo”.
En esa misma línea criticó duramente al Congreso, en una entrevista en una emisora local dijo: “(Hemos pedido) también enfrentar con energía los proyectos de ley presentados en el Congreso de la República y que, lamentablemente, con quizá muy buena voluntad, se viene presentando un panorama de perforar la estabilidad jurídica y económica de nuestro país. En estos momentos de crisis no son para nada oportunos”.
Estos comentarios se acercan a otros que han vertido periodistas como Jaime de Althaus o Rosa María Palacios que hacen una cerrada defensa del modelo económico vigente y de la ideología que lo sustenta. Por ejemplo Rosa María Palacios llegó a afirmar que sin el afán de lucro la humanidad no había podido llegar hasta donde estamos, esto en respuesta a aquellos que han criticado la especulación de los precios de medicamentos, oxígeno o de la atención en las clínicas privadas en medio de la emergencia sanitaria.
Nos queda claro que en esta crisis se está abriendo una disputa de narrativas y salidas entre los grandes sectores empresariales por un lado, y diferentes sectores de la sociedad que buscan otra manera de abordar la crisis y sus posibles salidas. Unos buscan regresar a la “normalidad” como la conocimos, y otros estamos en la orilla de pensar que esta crisis nos puede servir para ajustar la visión de la economía y la sociedad, que han puesto el acento sólo en el crecimiento económico, en desmedro del medio ambiente y los derechos de los trabajadores y los ciudadanos.