En las calles, con banderas negras, algunas de Chile y pancartas con mensajes dirigidas a minera Los Pelambres, los habitantes del pueblo de Caimanes celebraron ayer durante la mañana el fallo del Tribunal de Los Vilos que esperaban hace más de 100 días.
Pasadas las 11 de la mañana, la resolución del juez de Letras de Los Vilos, Jairo Martínez, de rechazar el plan propuesto por la minera para dar cumplimiento al fallo de la Corte Suprema que les ordena restituir el libre escurrimiento de las aguas por el estero Pupío, los hizo estallar.
“Este es el triunfo de una comunidad chica contra un gigante como es esta empresa. Cómo no vamos a estar felices”, dijo Cristián Flores, vocero de la comunidad que llevó adelante la batalla judicial contra la minera del Grupo Luksic, en medio de la algarabía por el triunfo.
Desde hace 104 días con cortes de caminos exigiendo el cumplimiento del fallo, lo que motivó la aparición de fuerzas especiales en la zona hace más de tres semanas, los caimaninos recibieron un espaldarazo judicial que les da la razón para la eliminación del muro de contención del tranque de relaves, lo que conlleva la demolición del propio tranque de relaves El Mauro y la paralización de actividades de la minera en esa zona.
Una señal para el país, según Flores y su abogada, Sandra Dagnino, de que debe cambiar la relación entre las empresas y las comunidades que las rodean, y para el grupo Luksic, que según el vocero de la comunidad “tiene que sacar todo el relave, si no nosotros no dejaremos las movilizaciones”.
Luksic en jaque
La resolución del Juez de Letras de Los Vilos, que declaró “insuficiente el Plan de Ejecución de Obras Propuesto Minera Los Pelambres S.A., por cuanto el mismo no contempla obras idóneas para permitir el escurrimiento natural de las aguas del estero Pupío a la comunidad de Caimanes”, fue un golpe inesperado en la empresa que controla el Grupo Luksic.
Apenas un día antes, el gerente general de Antofagasta Minerals, Diego Hernández, hizo públicos los planes del grupo de construir una planta desaladora en Puerto Chungo, a un costado del actual puerto de minera ubicado en Los Vilos.
La planta, con un costo de entre 300 y 1.000 millones de dólares, buscaba cubrir las expectativas de agua en la zona -que esta semana vivió días de protestas y otros cortes de caminos en sectores como Salamanca, Cuncumén y El Tambo-, pero principalmente para una expansión de la faena minera que costaría además 1.400 millones de dólares.
Todo esto, sin embargo, se vino abajo ayer con el fallo en Los Vilos. Desde la empresa, a pesar de que el proyecto fue presentado en los municipios de Los Vilos y Salamanca hacía dos semanas, aseguraron que de no revertir el fallo, ni el proyecto de la planta desaladora ni la operación de Los Pelambres seguirán en camino.
Así lo señalaron a través de un comunicado público, reiterando que demoler la pared del tranque El Mauro provocaría grandes daños a la comunidad de Caimanes y al medio ambiente y que de llevarse a cabo, eso implicaría la suspensión de las operaciones de Minera Los Pelambres, “la que por fuerza mayor debería interrumpir indefinidamente todos sus contratos con sus proveedores de bienes y servicios y con sus propios trabajadores”.
“Estamos seguros que nadie quiere esto, por eso vamos a presentar todos los recursos judiciales que sean necesarios para permitir que Los Pelambres pueda seguir aportando al desarrollo de la región y del país”, explicó Diego Hernández, CEO de Antofagasta plc.
La “advertencia” no es menor: según relató el mismo Hernández hace dos días en una entrevista con El Mercurio, Minera Los Pelambres es la mayor empresa de la Región de Coquimbo, generando el 22% del PIB de la zona y con 6.500 colaboradores directos.
Según los datos de la propia empresa, su producción media anual de cobre fino es de 354 mil toneladas métricas, lo que en 2012 alcanzó un total de US$3.553.733.
Sin embargo, desde Caimanes señalaron que el mismo fallo se hace cargo de eso, puesto que lo primero era recuperar el escurrimiento de agua natural para la comunidad y luego buscar indemnizar a un pueblo que ha convivido por más de ocho años con “cientos de efectos negativos para la zona, además del temor de un posible derrumbe que nos podría llegar a sepultar”, según explicó Flores.
Precedente
Uno de los puntos que defendió Los Pelambres tras el fallo es que demoler la pared del tranque El Mauro, infringe varias normas que fueron autorizadas en su momento de acuerdo a la legislación ambiental y cumple todas las normas para su correcta operación, además de provocar “grandes daños a la comunidad de Caimanes y al medio ambiente”.
Pero además, en el comunicado público emitido ayer por la empresa, Herández señaló que el fallo genera un precedente para otras operaciones mineras similares en el país, lo que pone en juego la posibilidad de que la minería pueda mantener su desarrollo en Chile y contribución al crecimiento.
“Nosotros queremos seguir operando y ser un aporte al crecimiento de la provincia del Choapa. Por eso, a pesar de esta resolución judicial, vamos a mantener nuestra presencia y trabajo con las comunidades y sus autoridades”, dijo el CEO.
El mismo punto fue destacado por la abogada de la comunidad, Sandra Dagnino, pero en otro sentido. La representante de los caimaninos querellados reafirmó que este es un fallo histórico que cambia la visión de hacer minería y emprendimientos importantes para el país, pero con respeto absoluto para la gente.
“Creo que lo que nos ha dicho la Corte es que debemos entender que el país alcanza para todos, que tenemos que convivir entre todos. Aquí se habla mucho de la tolerancia y del respeto de los demás, pero es un discurso que no se lleva a la práctica. Creo que lo que la Corte nos ha dicho es que aquí tenemos que respetarnos, que usted empresario haga su actividad pero como corresponde, no transfiriendo esos costos a los más humildes. Yo creo que a este respecto, Chile, como país, debe sentirse orgulloso y prestigiado por el nivel de sus tribunales y de sus cortes. Esta resolución judicial, lo he dicho antes, es un monumento a la justicia y la verdad”, dijo Dagnino.