Desde hace años, un multimillonario proyecto de la minera canadiense Eldorado Gold ha tratado de sacar adelante varias explotaciones mineras para la obtención de metales como oro, plata y cobre en la región griega de Calcídica, situada en el norte del pais. Los planes de Eldorado son la principal fuente de conflictos con la población local, pues una superficie de más de 340 hectáreas de bosque de alto valor ecológico serían arrasadas para la construcción de las instalaciones previstas.
En enero, los movimientos antimineros de la zona pensaron que habían logrado una victoria importante cuando Eldorado anunció que suspendía sus actvidades en el proyecto de Skouries debido a los retrasos en la concesión de permisos y licencias por las autoridades griegas.
Sin embargo, en el mes de mayo, la compañía anunció a sus accionistas que había recibido el beneplácito del Ministerio de Energía y Medio Ambiente griego para la realización de un estudio técnico actualizado, lo que permitía a Eldorado reanudar las actividades de construcción del proyecto de Skouries y reactivó la cotización bursátil de la empresa en las bolsas de Nueva York y Toronto. Ahora, una nueva decisión del Gobierno griego vuelve a poner en el candelero a la minera.
En una entrevista concedida al periodista de The Real News Network Dmitri Laskaris, María Kadoglou, representante de la organización Alerta Minera Grecia (‘Helenic Mining Watch’) , valora la situación actual del conflicto.
La activista indica que el permiso que se le dió a Eldorado el pasado mayo tenía un carácter «secundario», que en absoluto representó la importancia que la minera quiso hacer ver a sus inversores, pues tan sólo estaba relacionado con la modificación de determinadas instalaciones en el proyecto de Skouries. Kadoglou considera que en absoluto «fue una luz verde para seguir con el proyecto», porque realmente la clave está en la planta metalúrgica.
María Kadoglou insiste en que ésta «es fundamental» para el contrato en el Eldorado y el Estado, y también lo es para obtener la licencia ambiental y todos los permisos subsiguientes. Si la planta metalúrgica no sale adelante, «todo el proyecto se vendría abajo».
No obstante, los métodos utilizados en la planta metalúrgica tienen varias deficiencias relacionadas con la gestión de gases de alta toxicidad y las denominadas «emisiones fugitivas» del arsénico en la instalación debido a los elevados niveles de este metaloide en el mineral de la zona.
Kadoglou añade, además, que Eldorado «ya tiene un plan en marcha» para desviar sus rendimientos griegos a un paraíso fiscal como Barbados vía Amsterdam, por lo que «no habrá ningún beneficio para Grecia en absoluto» -finaliza-.
“El proyecto minero de Skouries no traerá ningún beneficio para Grecia”