Infobae entrevistó al experto Robert Moran, el primer perito independiente en ingresar en la mina Veladero. Habló de la guerra por el agua, las pruebas de Barrick Gold y la ley de glaciares
Sólo la conocían empleados y miembros de la Policía Minera de San Juan. La mina Veladero que desde hace más de una década explota Barrick Gold es prácticamente un misterio para la mayoría de la gente. Nadie puede llegar al lugar donde, entre el 12 y 13 de septiembre del año pasado, se derramaron más de un millón de litros de solución cianurada. El hidrogeólogo Robert Moran fue la primera persona sin intereses políticos ni económicos que rompió con esa regla, cuando la semana pasada visitó el yacimiento por orden del juez federal Sebastián Casanello. Lo hizo junto a una traductora y al abogado Diego Seguí, que representa a la asamblea de vecinos Jáchal No Se Toca. Poco antes de que exponga su experiencia ante una comisión del Senado, Infobae lo entrevistó.
Aunque los medios sanjuaninos lo calificaron como el «perito antiminero», Moran tiene una vasta experiencia en más de treinta países y ni siquiera está en contra de la actividad. De hecho, hizo trabajos para varias empresas del sector. Es, sencillamente, una eminencia en el tema. Por eso Barrick Gold tenía miedo de su opinión. Tal es así, que el abogado León Arslanián, defensor del ex CEO de la firma Guillermo Caló -procesado por el derrame-, intentó impedir que el experto suba a Veladero. No pudo.
Durante la entrevista, Moran reconoció avances en las medidas de seguridad luego del derrame, pero confirmó que Veladero viola la ley de glaciares, advirtió que no se sabe cuánta agua usa y derribó los estudios comparativos que usa Barrick Gold para minimizar el impacto ambiental. También explicó cómo hizo la empresa para borrar todo rastro del derrame, subrayó que mucho más grave que el cianuro son los metales pesados y destacó que la información pública y confiable sobre lo que pasa en la mina es prácticamente nula.
– ¿Qué balance hace de su visita?
– Barrick Gold cooperó dejándonos entrar. Al principio fue simplemente un show, pero es lo que normalmente hacen. Hay que entender algo: la persona que me acompañó en la recorrida fue el gerente general, Rick Baker, que llegó a Veladero en la segunda quincena de septiembre, después del derrame, como todos los gerentes actuales. Entonces, quitaron una parte de la historia. Me hicieron una presentación con Powerpoint, el gerente general empezó a describir, pero no sabía las cuestiones técnicas y se las preguntaba a su asistente, que creo que también es nuevo. A eso se suma que no hay datos del derrame ni fotos. Es como si alguien estuviera inventando una historia.
– ¿Qué pudo ver? ¿Pudo evaluar el daño? ¿Le brindaron toda la información que requirió?
– El problema es que el derrame ocurrió hace seis meses y todo ha sido cubierto o reestructurado. Ahora todo se veía perfecto. Y, de hecho, le dije a la compañía más de una vez que esperaba que sean suficientemente inteligentes como para hacer las reparaciones necesarias. El derrame les costó una fortuna y arruinó su reputación, entonces, no tengo duda que hicieron los deberes. Lo que vi estaba bien, pero no se puede ver debajo de la tierra. Y sólo querían hablar de cianuro. Cuando me mostraban el Powerpoint, pedí datos y me los negaron. ¿Tienen la información? Obviamente sí, pero no es pública. Al final conseguí que se la envíen a Casanello, pero no sabemos qué le mandaron.
– Veladero no tenía controles automáticos. Por eso el derrame tardó varias horas en detectarse. ¿Es seguro trabajar en esas condiciones?
– Sí, puede funcionar bien. Pero hay que explicar algo. Este tipo de minas son como grandes propiedades medievales a las que sólo se puede ingresar con permiso. Por ende, la única información que sale es la de ellos. Y mi experiencia es que este tipo de sitios tienen derrames frecuentes. La mayoría son pequeños, y nunca trascienden al público.
– De hecho, tal como reveló Infobae, hubo al menos tres derrames antes del 12 de septiembre
– Sí. Y probablemente hubo otros menores también. Pero es una mina bien hecha si se compara con el resto. Todas las minas tienen problemas, y la mayoría son ocultados. En muchos países ni siquiera exigen que publiquen la información y no permiten que la gente se entere de lo que ocurre.
– ¿Podría funcionar Veladero en un país desarrollado?
– Sí, Veladero se parece a una mina de un país desarrollado, pero en Estados Unidos, Canadá o Europa occidental no permiten construir una mina así cerca de una ciudad, sino muy lejos de las poblaciones. Admito que no quiero vivir al lado de una mina y que nunca vi una mina que no contamine.
– ¿Veladero viola la ley de glaciares?
– [Muestra unos mapas] Esto está en el estudio de impacto ambiental. Todo el yacimiento está en un ambiente glaciar y periglaciar.
– ¿Cómo afecta la minería a esos ambientes?
– Es muy peligroso desde el punto de vista hidrológico, porque son ambientes permeables. El agua en la zona proviene de glaciares de montaña. Es la única fuente. Pero casi no hay información sobre lo que ocurre allí. Legalmente Veladero puede usar 110 litros de agua por segundo, pero no se sabe cuánta agua usa realmente, no hay información confiable. Y cuando usan agua a esa altura, mucha cantidad se evapora. Entonces la gente que está debajo tiene menos agua para usar. Esto incrementa la competencia por el agua, crea un ambiente perfecto para una guerra por el agua.
Robert Morán expuso en la comisión de Ambiente del Senado. Greenpeace - La prensa sanjuanina especula con que usted va a recomendar el cierre de la mina. ¿Es cierto?
– Yo voy a evitar una definición, porque es un tema políticamente sensible y depende de los ciudadanos. Mi función es decirles lo que está pasando y no les están diciendo.
– En estas condiciones, ¿la ciudadanía tiene posibilidades de saber qué está pasando realmente?
– No, bajo estas condiciones, no.
– Un informe preliminar de la Secretaría de Ambiente cuestionó la forma en la que Barrick Gold calculó el volumen del derrame, que sería mucho mayor al millón de litros, por una polémica corrección que hizo de los instrumentos de medición. ¿Qué piensa?
– No lo puedo saber, porque toda la estructura fue cambiada desde esos días. Incluso los investigadores del Gobierno escribieron ese reporte a fines de septiembre. Todo fue reestructurado y cubierto, la compuerta fue reemplazada. Entonces, ¿quién sabe cuánto se derramó? Ellos quieren dinero y el derrame les costó una fortuna, por lo que probablemente deben haber hecho un buen trabajo. Pero vienen operando desde 2005. ¿Donde están los datos públicos del volumen de agua que usaban? ¿Dónde está el balance de agua que toda mina supuestamente debe tener? ¿Dónde está la información anterior del derrame? Yo no pude ver nada de eso.
– Buena parte de la defensa de Barrick Gold está en los estudios de línea de base, que supuestamente se hicieron antes de que exista Veladero y que permitirían compararlos con los análisis posteriores al derrame. Infobae los solicitó en varias ocasiones a la empresa, pero siempre los negó.
¿Usted los pudo ver?
– Esos estudios son pura basura. Estadísticamente hablando, no sirven para nada, no se puede hacer nada con ellos. Me los dio el gerente general y me dijo que están en un anexo del estudio de impacto ambiental. Era una hoja que sólo muestra los elementos químicos y un número mínimo y máximo, pero no hay parámetros, ni en qué años se hicieron los análisis, ni cuál fue la media. No hay nada. Hasta un estudiante de primaria se daría cuenta de que no se puede hacer nada con eso. Entonces, si 10 años después tenés un derrame, no se puede probar que hubo impacto ambiental.
– ¿Por qué cree que Barrick Gold sólo quiere focalizarse en la presencia de cianuro en el agua?
– Porque el derrame estuvo totalmente contaminado con algo mucho más peligroso que el cianuro, que son cientos de compuestos tóxicos. Pero no hay información de ellos. La solución cianurada tiene un pH de entre 10 y 12, porque si bajara, generaría gas cianuro, que es el mismo gas que usaron los nazis. O sea que un pH bajo podría matar a sus empleados. Entonces, lo mantienen alto. El tema es que con ese pH, los metales pesados y altamente tóxicos como uranio, zinc, arsénico, bario, cadmio, cromo o cobalto, caen en la solución. Y no hay datos oficiales de esos metales.
– ¿Hizo análisis del agua?
– No. Pedí si podíamos hacer mediciones de pH, y me dijeron que no.
– ¿Le explicaron qué pasó con los sedimentos contaminados que quedaron en el río Porterillos, que Barrick Gold removió y que nadie sabe dónde están?
– No, no nos contaron qué hicieron, cuál era el volumen, nada. Tampoco a los investigadores que envió el Gobierno. Pero aquí hay algo importante: si tenés este tipo de derrame, como el líquido reacciona químicamente con los sedimentos, entonces probablemente hubo gases tóxicos en el lugar. Pero no sabemos qué pasó con los primeros trabajadores que aparecieron, si tenían máscaras y trajes especiales. No hay fotos ni nada. Obviamente tienen la información, pero no la comparten. Ellos nos contaron su historia.
http://www.sinmordaza.com/noticia/355906-el-derrame-minero-en-san-juan-tenia-algo-mas-peligroso-que-el-cianuro.html