El consorcio canadiense Goldcorp, responsables de la explotación de una mina en el municipio de Melchor Ocampo, Zacatecas es objeto de una manifestación por parte de habitantes de la comunidad quienes informan que policías estatales y federales, así como soldados, los han estado acosando después de que Compañía Minera Peñasquito presentó una demanda penal contra 31 de los 44 integrantes del ejido.
El presidente del comisariado ejidal de Matamoros Ascensión Alvarado aseguró que el acoso se inició el pasado lunes, cuando representantes del Ministerio Público les notificaron que existe una denuncia penal en su contra por ataques a las vías generales de comunicación e intento de extorsión, que presentaron representantes de la Compañía Minera Peñasquito, la principal productora de oro en México.
Las mineras canadienses en la entidad están rodeadas de abusos sociales y una extractivismo nada generoso con la naturaleza, como en el caso de la minera First Magestic que ha ocasionado una serie de enfermedades entre los pobladores; además de serias afectaciones al medio ambiente. Aseguran que, pese a la gravedad del problema, ninguna autoridad ha tomado cartas en el asunto.
Son alrededor de cinco mil habitantes de la cabecera municipal los que, de alguna manera, se han visto afectados por las supuestas irregularidades con las que opera la Mina “El Toro”; según los denunciantes, cada vez son más los pobladores que presentan enfermedades respiratorias, como asma, infecciones en los ojos y fuerte dolor de estómago.
El tema del agua también fue factor en la protesta de habitantes del municipio de Matamoros y Felipe Pinedo Hernández, líder del Frente Popular de Lucha de Zacatecas y representante de los ejidatarios de municipio mencionado recordó en conferencia de prensa que el agua es uno de los principales insumos de Peñasquito, que también explota plata y cobre. En sólo seis años, el gigante minero agotó los mantos freáticos del municipio de Mazapil y ahora la obtiene del subsuelo de Matamoros, a 50 kilómetros.
Goldcorp firmó con los ejidatarios un convenio de ocupación de tierras para construir una subestación eléctrica y red hidráulica para llevar el líquido a Peñasquito a cambio de 2.5 millones de pesos dejando ver el abuso de la minera por encima del bienestar social.