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LIMA – La atribulada minera Doe Run Perú dijo el martes que aún no tiene una fecha para el reinicio de las operaciones en el mayor complejo metalúrgico del país, paralizado el año pasado en medio de problemas económicos, pese a haber alcanzado recientemente un acuerdo financiero clave.
A inicios de mes, Doe Run Perú -una unidad del estadounidense Renco Group- anunció un pacto con la empresa suiza Glencore que allana el camino para la reanudación de su planta y la culminación de un plan ambiental en La Oroya, el contaminado pueblo andino donde está ubicada su gigantesca fundición.
Al ser consultado por Reuters respecto a si la empresa fijó una fecha para retomar las faenas en su instalación, José Mogrovejo, portavoz y vicepresidente de asuntos ambientales de la firma, contestó: «realmente no».
«Llegar a la carta de entendimiento con Glencore ha sido un paso importante y ahora estamos abocados en el siguiente paso, que también es muy importante, llegar a un acuerdo con nuestros proveedores mineros», agregó en una conversación telefónica.
Doe Run ha postergado en varias ocasiones la reanudación de las operaciones en la planta. La compañía dijo en septiembre que lo haría «en unas semanas» y posteriormente que sería a inicios del 2010.
Ello debido a que no había alcanzado un acuerdo con sus proveedores y potenciales inversores.
Sin embargo, Doe Run dijo la semana pasada que firmó una carta de intención con Glencore bajo la cual esa empresa le otorgaba una línea de crédito que podría ser utilizada como capital de trabajo.
La empresa paralizó las operaciones en el complejo metalúrgico cuando varios bancos le cortaron sus créditos.
La compañía tiene inversiones pendientes por 150 millones de dólares para completar el plan ambiental -llamado PAMA- y debe unos 110 millones de dólares a sus proveedores, que dejaron de abastecerla con concentrados en medio de sus problemas financieros.
En La Oroya, una de las localidades más contaminadas del mundo, están en riesgo cerca de 20.000 empleos.
El año pasado, un policía murió en enfrentamientos con pobladores y trabajadores mineros, quienes pedían al Gobierno una extensión del plazo para la culminación del plan ambiental.
Tras una fuerte presión, el Gobierno peruano extendió por 30 meses el plazo -que vencía originalmente en octubre del 2009- para que la minera finalice la ejecución del mismo.
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Doe Run Perú logra pacto con Glencore, reanudará planta minera
Lunes 1 de marzo, 2010
LIMA (Reuters) – La atribulada minera Doe Run Perú dijo el lunes que logró un acuerdo financiero con la empresa suiza Glencore, el que le permitirá reanudar sus operaciones en el mayor complejo metalúrgico del país, paralizado desde el año pasado en medio de problemas financieros.
Con el pacto, Doe Run Perú, una unidad del estadounidense Renco Group, también podrá finalizar un plan ambiental clave en La Oroya, el contaminado pueblo andino donde está ubicada su gigantesca fundición.
«Mediante esta carta de intención, Glencore otorgará a Doe Run Perú una línea de crédito que podría ser utilizada como capital de trabajo, a fin de contribuir al reinicio de operaciones en el complejo metalúrgico La Oroya», dijo la empresa en un comunicado.
Doe Run Perú no precisó en el comunicado la fecha de reinicio de sus operaciones.
La empresa postergó en varias ocasiones la reanudación de las faenas en la planta, debido a que no había alcanzado un acuerdo con sus proveedores y posibles inversores, lo que amenazaba con generar malestar en el vital sector minero del país.
En La Oroya, una de las localidades más contaminadas del mundo, están en riesgo cerca de 20.000 empleos.
El año pasado, un policía murió en enfrentamientos con pobladores y trabajadores mineros, quienes pedían al Gobierno una extensión del plazo para la culminación del plan ambiental llamado PAMA.
Tras una fuerte presión, el Gobierno peruano extendió por 30 meses el plazo para que la minera finalice la ejecución del mismo.
Ese plazo vencía originalmente en octubre del 2009.
«Con esta carta de intención, Doe Run cumplirá sus obligaciones del PAMA, a la vez que reafirma su propósito de construir una solución de largo plazo para seguir cumpliendo sus compromisos ambientales», agregó.
Doe Run paralizó las operaciones en el complejo metalúrgico cuando varios bancos le cortaron sus créditos.
La compañía tiene inversiones pendientes por 150 millones de dólares para completar el plan ambiental y debe unos 110 millones de dólares a sus proveedores, que dejaron de abastecerla con concentrados en medio de sus problemas financieros.
(Reporte de Patricia Vélez. Editado por Marcel Deza)