Doe Run Perú y el Grupo Renco iniciaron hace varios meses una ofensiva en el Congreso de los Estados Unidos. El objetivo era conseguir el apoyo de un grupo de congresistas norteamericanos y así iniciar en mejores condiciones el proceso de arbitraje internacional en contra del Estado peruano.
Lo cierto es que esta estrategia les viene dando resultados. Ocho congresistas han dirigido una comunicación escrita al Departamento de Estado de los Estados Unidos, apoyando la posición de Doe Run Perú y del Grupo Renco (adjuntamos copia de la carta).
¿Qué argumentos han sido presentados por este grupo de congresistas? Los mismos que maneja Doe Run. Señalan que Doe Run ha recibido un trato injusto e inequitativo por parte del gobierno peruano y que pueden ser víctimas, nada menos, que de una expropiación. Indican que Doe Run ha invertido más de US$ 315 millones en el programa de inversiones ambientales (PAMA), mientras que el gobierno peruano, a través de Activos Mineros, no ha cumplido con sus obligaciones.
Los congresistas norteamericanos agregan que Doe Run ha tratado de llegar a un acuerdo con el gobierno peruano utilizando todos los medios posibles pero que nuestras autoridades se han negado rotundamente.
Lo más grave es que en el último párrafo de la carta, los congresistas piden que se ponga en evaluación el apoyo que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) le da al Perú. También plantean que el apoyo que le viene dando el gobierno de los Estados Unidos al BID y a su trabajo en Perú, debería estar condicionado a una solución favorable del caso Doe Run. Cabe agregar que la carta también ha sido entregada al presidente del BID y al embajador peruano en Washington.
Queda claro que Doe Run y Renco están logrando influir en un grupo de congresistas de los Estados Unidos y que ésta situación no sólo significa el riesgo que el Perú tenga que pagar una costosa indemnización (US$ 800 millones), sino que el apoyo del BID a nuestro país se vea afectado.