El Desierto de Atacama, a pesar de ser conocido como el lugar más árido del mundo, es una región rica en vida y culturas que lo han habitando desde tiempos ancestrales. Desde la colonización española, los territorios de esta inmensa y bella región han sido saqueados permanentemente para satisfacer la codicia de imperios extranjeros. Hoy, bajo la forma de empresas privadas y multinacionales protegidas por el Estado y un marco legal hecho a la medida, el extractivismo minero se expande a pasos agigantados por toda la región.