Javier Cisneros fue el diputado electo más aplaudido durante la entrega de los diplomas. Por su lugar de origen (Esquel) desde una ciudad pronunciada con una rotunda negativa al tema minero, considera que «la megaminería no deja nada, contamina y encima se llevan todo» pero reconoce que esa posición es sólo de una ciudad y que el debate debe ser abierto a la provincia.
El representante del Sindicato de Luz y Fuerza de Esquel estuvo acompañado por dirigentes del gremio oriundos de Trelew, Rawson y Puerto Madryn. Su experiencia política es la militancia y el gremio. Por ese motivo se mostró satisfecho de haber conformado la corriente sindical «y en función de eso trabajando en conjunto con el Frente para la Victoria, hemos logrado cuatro bancas» que serán «un lugar de debate pero siempre con miras al trabajador», según anticipó.
Respecto a si los referentes sindicales respetarán las pautas del FPV o serán independientes en algunos temas, respondió que «a partir del 10 de diciembre se van a conformar las comisiones y ahí veremos. Pero hoy estamos en el FPV y así lo sentimos».
Por su formación, Cisneros prevé trabajar en temas energéticos y en la cuestión minera. «Debe haber información primero, debate luego», opinó. «Ya estamos trabajando con la Fundación Patagonia Tercer Milenio organizando foros de discusión de minería a efectos de que la población se informe, luego venga un debate y luego la decisión».
Por su lugar de origen desde una ciudad pronunciada con una rotunda negativa al tema minero, considera que «la megaminería no deja nada, contamina y encima se llevan todo» pero reconoce que esa posición es sólo de una ciudad y que el debate debe ser abierto a la provincia.
«En Esquel no va a haber posibilidades de decir que vamos a trabajar en ese sentido, pero creo que hay que escuchar al resto de la provincia. Hay que abrir el debate, escuchar a la gente, sus opiniones, sus perspectivas, porque la megaminería son pocos años de trabajo con auge pero luego todo vuelve a lo que era antes», remató.