14 de Febrero
Eduardo Sosa, presidente de Oikos Red Ambiental presenta una columna sobre la relación del gobierno con las empresas mineras.
Eduardo Sosa
Ya nadie duda del amor que existe entre el gobierno provincial y las empresas mineras. Lo sorprendente es que llegando el 14 de febrero el gobierno le haga un regalo tan costoso, una prueba de amor que tendremos que pagar todos los mendocinos durante años con nuestro esfuerzo.
Recientemente el gobierno provincial anunció la aprobación del proyecto minero San Jorge a través del Dr. Walter Vazquez, Subsecretario de Hidrocarburos. Llama la atención que no se haya dado el anuncio a través del Secretario de Medio Ambiente Dr. Guillermo Carmona, ya que las Declaraciones de Impacto Ambiental que aprueban obras y actividades, salen de este organismo.
En este caso, parece que las “buenas noticias” cambiaron de vocero, probando con esto que la política ambiental se gesta y ejecuta desde otros organismos públicos (y privados) y que el triste papel de la Secretaría de Medio Ambiente es “acompañar” la gestión provincial, para beneficio de las corporaciones mineras y en desmedro de las amplias mayorías ciudadanas.
Otro elemento para el análisis es el mismo anuncio de la aprobación. El año pasado el gobierno provincial realizó una estruendosa puesta en escena para comunicarle a los mendocinos la aprobación del proyecto petrolero de Repsol en Laguna Llancanelo. Y no es que me moleste que el sistema político milite sus propios actos, de hecho, peor sería que militara los logros ajenos, lo cual es muy común en este sistema político que nos toca vivir. En aquella ocasión, la resolución aprobatoria salió casi el mismo día del anuncio en el Boletín Oficial, el medio por el cual el Estado comunica formal y “oficialmente” a los ciudadanos sus actos administrativos. Pero en este caso, la aprobación de la mina de Uspallata vino precedida de dos elementos sorprendentes. Por un lado, y ante el miedo de represalias judiciales y sociales, se intentó aprobar el proyecto en el mes de enero, cuando mucha gente se va de vacaciones, hay feria judicial, y ciertos abogados que conocen de la temática ambiental, se van a descansar aprovechando la mínima actividad judicial. Sin embargo, esto no fue posible porque, entre otras razones, el gobernador Jaque estaba de vacaciones. Por ello, ya en febrero, la comunicación sobre la aprobación del proyecto minero fue escueta en comparación a la realizada para el proyecto petrolero de Llancanelo, con la secreta esperanza que la noticia no provocara la reacción social, que inevitablemente sucedió. Pero lo realmente sorprendente, es que para evitar que la resolución fuese estudiada debidamente y corriera serio riesgo de ser recurrida ante la justicia en los plazos que las leyes provinciales tienen previsto, no fue publicada hasta el momento en el Boletín Oficial, y ha sido prácticamente imposible obtenerla por otros modos, lo cual es una práctica cobarde que tiene como única intención evitar el uso de las herramientas ciudadanas de acceso a la justicia para la protección legítima de los derechos a un ambiente sano. Si la resolución aprobatoria fuera un acto administrativo sólido que representara fielmente la transparencia y razonabilidad del Estado Provincial, no haría falta esconderla.
Pero como en Argentina estamos acostumbrados a encontrar los “caminos alternativos” para solucionar aquellos problemas que no tienen solución por la vía más directa, la clásica “por izquierda” hace su aparición. Así que mendocinos y mendocinas, si quieren conocer la resolución aprobatoria o Declaración de Impacto Ambiental del proyecto minero, no vayan al Boletín Oficial ni se molesten en pedirla en la Secretaría de Medio Ambiente, ya que pueden bajarla directamente del sitio web de la empresa minera www.proyectosanjorge.com.ar , donde al parecer, llegó inmediatamente la resolución fue firmada, ya que ni siquiera posee el foliado que le corresponde. Sin comentarios.
Por eso, como se dice por ahí, el amor se demuestra día a día con hechos y no con palabras bonitas. Por ello, en el Día de San Valentín, más que una carta de amor el Gobierno selló una relación de dos años con un hecho contundente que vale más que mil palabras, jurando amor eterno hasta que la muerte los separe, o hasta que la empresa decida irse a buscar mejores horizontes, defender este amor hasta sus últimas consecuencias y dar la vida ante cualquiera que crea que los frutos de este amor son ilegítimos o inmorales.
Lamentablemente, esta historia de amor la deberemos pagar con nuestro sudor todos los mendocinos, ya que al bochornoso proceso de aprobación, nunca antes visto en la historia ambiental de Mendoza, se suma el peligro cierto de generar un peligroso antecedente para toda aquella empresa que pretenda invertir en nuestra provincia, ya que el mensaje que entrega este gobierno es tan claro como el agua que escasea y que se llevará la empresa, que en Mendoza es posible hacer “buenos negocios”, pero de la manera fácil, apelando a los amigos del gobierno que todo lo resuelven, aun la misma resistencia social, los condicionamientos técnicos y lo que se venga por delante. En síntesis, el gobierno defiende los intereses privados antes que el interés público, toma decisiones que privilegian a pequeñas minorías en desmedro del resto de los ciudadanos, así de sencillo. Mendocinos, estamos en apuros, tenemos que despertar de manera urgente antes de que solo queden los lamentos.
* Eduardo Sosa es el presidente de Oikos red ambiental