Miembro de Greenpeace Finland realizando una toma de muestras en las inmediaciones de la mina (Greenpeace)
El pasado noviembre, la Laponia Finlandesa se vió afectada por un vertido minero a gran escala en la que ha sido descrita como» la mayor catástrofe química» de la historia del país. Una explotación a cielo abierto de níquel, operada por Talvivaara Mining Company, originó un vertido tóxico con altas concentraciones de metales pesados y elementos radioactivos superior a los 5.000 m³ por hora tras la rotura de una balsa minera, contaminando a su paso las aguas de ríos, lagos y acuíferos.
La mina Talvivaara, situada en la localidad de Kainuu, a unos 550 km. de Helsinki abrió en el año 2008 con la promesa de ser una fuente de empleo y relanzar económicamente esta región nórdica a un coste ambiental muy poco significativo gracias a los nuevos métodos de «minería responsable» y los procesos de «biolixiviación» para la recuperación del mineral.
Pero los problemas no tardaron en aparecer. Ese mismo verano, diversos operadores turísticos se quejaron de que las emanaciones de la mina estaban provocando un hedor insoportable y alejando a los clientes de la zona, y también se detectaron las primeras fugas de la balsa minera.
Manifiestación contra el proyecto minero Talvivaara en la capital finlandesa en diciembre de 2012
Ya en 2010, los lagos situados junto a la mina empezaron a mostrar altos niveles de salinización, y las mediciones demostraron altas concentraciones de metales pesados (cadmio y níquel), muy por encima de los límites permitidos por la legislación finlandesa. En marzo de ese mismo año, un trabajador del complejo falleció en accidente por intoxicación con sulfuro de hidrógeno.
El domingo 4 de noviembre de 2012, una brecha en el geotextil de la balsa minera provocó el desastre originando un vertido altamente tóxico de entre 5.000 y 6.000 metros cúbicos por hora que sólo pudo ser paliado tres días más tarde, arrasando ríos y lagos cercanos y contaminando aguas subterráneas, lo que obligó a atender personalmente el caso al Ministro de Medio Ambiente del Gobierno finlandés tras la evidencia de la falta de control ambiental de las autoridades en el caso. El Ministro de Economía, Jan Vapaavuori, consideró lo sucedido como un hecho «triste e indignante» y acusó a la compañía de plantear un «problema ambiental grave» a nivel nacional. La cantidad total de residuos se estimó por encima del millón de m³ de aguas tóxicas ricas en uranio y metales pesados.
Control del vertido en un lago cercano a la mina Talvivaara tras el accidente
Tras el desastre, la Asociación Finlandesa para la Conservación de la Naturaleza y diversos especialistas de la Universidad de Helsinki exigieron la aplicación inmediata de medidas correctoras y el inicio de las tareas de restauración siendo interpuestas más de un centenar de demandas judiciales a nivel particular contra la empresa minera. Tras nuevos sucesos de menor calado mediático, el 21 de mayo de 2013 un nuevo vertido minero contaminó el agua del río Lumijoki, lo que originó la petición por parte de numerosas organizaciones sociales y ecologistas de la clausura inmediata del proyecto debido al riesgo sobre el activo más valioso de Finlandia: la belleza y contraste de sus paisajes.