Moscú. Al menos 15 personas murieron y seis se encontraban desaparecidas tras el derrumbe el sábado de una represa ilegal de una mina de oro en Siberia, Rusia.
El hundimiento del dique tuvo lugar en el río Seiba, en la región de Krasnoyarsk, y provocó la inundación de las instalaciones para los trabajadores, en las que vivían las víctimas, según las autoridades rusas.
Según las últimas informaciones, 15 personas murieron y seis estaban desaparecidas, informó a la AFP Aliona Aleksishina, portavoz del Ministerio de Situaciones de Emergencia, con sede en Moscú. Un primer balance hablaba de 13 desaparecidos, pero siete fueron hallados con vida, según las autoridades.
Dieciséis personas fueron hospitalizadas, cuatro en estado grave, señaló por su parte el Ministerio de Salud regional.
Al parecer, la represa se construyó sin respetar la normativa, indicaron los responsables, que aseguraron que las autoridades no tenían conocimiento de la misma. Se abrió una investigación por violación de las normas de seguridad.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dio la orden a las autoridades de asistir a las víctimas e identificar las razones del accidente, declaró a la prensa el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov.