Estudio de Cochilco atribuye mayor uso a factores estructurales del sector. En el mismo período los costos subieron sobre 200%.
Un incremento sustancial. Eso registró el consumo de energía por parte de la minería del cobre entre 2001 y 2012, según un estudio realizado por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).
Este ítem es uno de los más relevantes para el sector, considerando los actuales costos de energía que se han visto afectados por la falta de lluvias y uso de centrales menos eficientes, lo que se ha traducido en una industria menos competitiva.
El análisis, realizado en base a la respuesta de 37 faenas que equivalen al 95% del total de la producción de cobre de mina, arrojó que el consumo de energía total por tonelada de cobre fino producido aumentó 42,1% entre 2001 y 2012, pasando desde 18,2 gigajoules (indicador de uso de la energía) por tonelada métrica de cobre fino (GJ/TMF) a 25,9 GJ/TMF en ese periodo.
En ese mismo lapso, el costo de la energía del sector subió sobre 200%. Pasó a representar desde 15% del cash cost (no considera depreciaciones, amortizaciones y gastos de la oficina central), en 2001, a 18% en 2012.
El documento explica que hay dos causas a las que se les puede atribuir el mayor uso. La primera tiene que ver con una producción de cobre más elevada y la segunda a factores estructurales de la minería.
El informe destaca que la producción de cobre no aumentó en la misma proporción que el consumo de energía -pasó desde 4,7 millones de toneladas en 2001 a 5,4 millones de toneladas en 2012. “Hay un problema estructural en la minería, en que aumentan las distancias de acarreo del material, las leyes bajan, y ha aumentado la dureza del mineral. Estos son elementos que sólo pueden traer aumentos en el uso de energía a la minería”, explicó la directora de estudios de Cochilco, María Cristina Betancourt.
Durante los once años que considera el estudio, el consumo total de energía se ha incrementado a una tasa anual promedio de 4,9%, mientras que el de combustible y de energía eléctrica lo han hecho en 5,8% y 4,2%, respectivamente. Sin embargo, entre 2011 y 2012, el consumo total de energía por parte de esta industria registró un alza de sólo 2,1%, lo que a juicio de Betancourt muestra el esfuerzo del sector para ser más eficientes.
“La mejor cifra a destacar es el aumento de 2% en el último año, porque en ese mismo lapso la producción aumentó 3,3%. Esto significa que las empresas mineras han hecho un esfuerzo importante de reducir la cantidad de energía que utilizan, por el bien de ellas y por el bien del país como un todo”, concretó.