Los enfermos por el derrame en la mina Buenavista del Cobre se quedaron sin atención médica desde el pasado 30 de junio, debido a que Grupo México incumplió con los pagos a la empresa que les brindaba el servicio en una vivienda de interés social, además de que hay temor de que se vuelva a detener la construcción de una clínica en Ures. hay 360 casos reconocidos de personas afectadas en su salud por el derrame tóxico minero.
En una carta dirigida a los integrantes del Comité Técnico del Fideicomiso Río Sonora, fechada el 12 de mayo de 2016, Grupo Vitalmex acusó a la compañía minera de negarse a firmar un contrato que diera sustento legal a la labor que venían realizando, a casi dos años de la tragedia ambiental, y de deberles al menos tres meses de trabajo.
Javier Pinzón Todd, director de desarrollo de negocios del corporativo anunció que las firmas que representa, MK Humana y Medikavital Rehabilitación Integral, ejecutarían las acciones necesarias para solicitar el pago de los adeudos a la empresa de Germán Larrea y terminar los compromisos con su personal y los proveedores.
Con el cierre de las instalaciones provisionales de la llamada Unidad de Vigilancia Epidemiológica y Ambiental de Sonora (UVEAS), se quedan en el desamparo 360 casos reconocidos de personas que sufrieron daños a la salud por la fuga de 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico que contaminó el río Sonora, entre ellos 99 menores de edad y 40 adultos mayores.
Además de que 19 personas perdieron su empleo, entre médicos generales, epidemiólogos, pediatras, dermatólogos, enfermeras y trabajadoras sociales.
Ante esta situación, crece el temor en la región de que Grupo México detenga por segunda ocasión la construcción de la clínica especializada en el poblado de Ures, a la que se comprometió para dar seguimiento por 15 años a los enfermos de los siete municipios afectados.
Las obras de las instalaciones definitivas de la UVEAS comenzaron apenas el pasado mes de febrero y para abril no sólo ya habían parado, sino que los contratistas desmantelaron los avances que llevaban, por instrucciones del propio Grupo México.
“Ha habido problemas en la UVEAS, en virtud de que estuvo suspendida su construcción y eso provocó descontento y desconfianza en la población”, reconoció el delegado de la Secretaría de Gobernación (Segob) en el estado, Wenceslao Cota Montoya.
Pero siete días después del paro total y sin ninguna explicación de por medio reiniciaron los trabajos desde cero, con sólo una decena de albañiles y soldadores, que Excélsior no pudo ver trabajando, ni en la mañana ni en la tarde, porque, según los responsables de la obra, estaban descansando.
Más casos
Mientras tanto, siguen apareciendo nuevos casos de enfermos en el río Sonora, porque los metales pesados son bioacumulables y sus efectos se pueden presentar a mediano y largo plazo, dijo Antonio Romo Paz, químico toxicólogo de la Universidad de Sonora (Unison).
“Son personas a las que se les está detectando metales pesados y pensamos que hay muchas más, pero no les han hecho los análisis”, indicó el especialista.
La doctora Reina Castro Longoria, investigadora de la Unison, dio a conocer que según una encuesta realizada por especialistas de la salud de Los Ángeles y Arizona, Estados Unidos, que estuvieron en el río Sonora en abril pasado, 78% de la población tiene padecimientos en diferentes grados debido a la contaminación generada por la mina Buenavista del Cobre.
“Hay estudios donde se establece que mujeres contaminadas con arsénico, el producto ya nace predispuesto a tener cáncer cuando sea adulto”, advirtió.
Reina Castro Longoria destacó que hace falta mucha investigación, así como médicos, para atender los efectos de los metales pesados en la salud de 25 mil habitantes de la región.
Hacia EU
En tanto, los enfermos reconocidos continúan registrando altos niveles de tóxicos en la sangre, como ocurre con los nietos de Martha Patricia Velarde, de 8 y 10 años de edad, del municipio de Baviácora, que ya mejor emigraron hacia Estados Unidos, para estar lejos de las fuentes de contaminación.
Alfredo y Nicole Yánez Mejía sufrieron de alopesia por arsénico y en un principio los encargados del Fideicomiso Río Sonora dijeron que se debía a una alergía a los gatos.
“En los últimos exámenes realizados, mi nieta, la niña Nicole Yánez, salió con 32 unidades de aluminio, cuando estamos hablando de que para un adulto ocupacionalmente expuesto es de nueve, y mi nieto registro 33”, precisó.
La propia gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich Arellano, comentó en entrevista que la empresa minera ha incumplido con los compromisos asumidos con la gente del río Sonora.
“Estamos atentos, que aunque sea del ámbito federal, nosotros le hemos entrado a atender sus enfermedades en el tiempo que se dejó de hacerlo por parte de la empresa; nosotros vamos a seguir siempre siendo solidarios en el tema”, aseguró.
Por su parte, el delegado de la Segob en el estado hizo un llamado al Fideicomiso Río Sonora para que impulse el cumplimiento de los acuerdos y a la mina Buenavista del Cobre para que muestre compromiso social.
“Hago un llamado de conciencia para que exista la voluntad de cumplir con los acuerdos y ser solidariamente responsables con la comunidad; es una empresa muy fuerte en materia minera aquí en el estado de Sonora, que también debe de estar comprometida con la población”, manifestó.
Dejan a los enfermos por derrame tóxico minero en el abandono