El cerro de San Pedro, símbolo del escudo de San Luis Potosí, desapareció debido a la explotación de la mina de oro y plata de Minera San Xavier. En su lugar hay un tajo, montañas de desechos alrededor y en una zona semiárida, 32 millones de litros de agua mezclada con 16 toneladas de cianuro que se han utilizado diariamente para el proceso industrial. Edificios del pueblo histórico, fundado en 1592, también sufrieron daños.
Ya dejó un daño irreversible, señala Sergio Serrano, del grupo Pro San Luis Ecológico, y explica que a lo largo de casi 15 años, ante los riesgos ambientales han interpuesto al menos 30 recursos jurídicos en contra de la operación de la minera, filial de la canadiense New Gold.
Han logrado múltiples sentencias en su favor, pero al mismo tiempo la minera recurrió a amparos y aun sin aval ambiental realizó la explotación de la mina de oro y plata. La compañía ha demandado penalmente a activistas, como Rafael Flores, mientras otros, como Enrique Rivera, quien fue asesor jurídico de los opositores al proyecto, salió del país después de una golpiza que recibió en 2006.
Ahora la empresa anuncia que en dos años comenzará el proceso de cierre, lo cual puede ocurrir porque no quiere que el escándalo le estalle, dice Serrano. “Hay testimonios de trabajadores de que el cianuro que utiliza en sus procesos ya se infiltró a los mantos freáticos que abastecen de agua a la capital del estado. No se irá hasta que remedie ambientalmente el sitio”, demanda.
A principios de la década pasada, Minera San Xavier fue apoyada por el entonces presidente Vicente Fox y el gobernador Marcelo de los Santos (inhabilitado en 2013 por 20 años para ocupar cargos públicos).
Obtuvo un permiso ambiental en 1999, que le revocó en 2004 el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa; comenzó formalmente sus operaciones en 2007 y cuenta con dos autorizaciones otorgadas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en 2009 y 2013, pero gran parte del tiempo ha operado en la ilegalidad, señala Serrano.
Instalada en un área natural protegida estatal a finales de la década de los 90 –una de las principales irregularidades– tiene autorizaciones para ampliarse que no ha utilizado, aunque sigue comprando fincas en Cerro San Pedro, agrega Serrano. “Puede ser que ahora se vaya porque ha generado demasiados problemas. También se habla de inestabilidad en el tajo que hicieron, el cual puede colapsar y arrasar el poblado”. Otra posibilidad es que sea una maniobra de distracción “para que dejemos de actuar en su contra”.
El temor del Frente Amplio Opositor a la Minera y del grupo Pro San Luis Ecológico es al uso cotidiano de 25 toneladas de explosivos y la remoción de 80 mil toneladas de tierra; que expone a la población a la contaminación del aire, la sobrexplotación del acuífero y la amenaza socioambiental ocasionada por el cianuro, según expusieron en una demanda presentada ante el Tribunal Latinoamericano del Agua.
En su página web, Minera San Xavier indica que “se prepara día con día hacia un cierre de mina responsable, tanto en lo ambiental como en lo social” y que ya tiene un plan de restauración ambiental y cierre de mina para mitigar el impacto al medio ambiente.