Unos cinco mil hombres y mujeres, feligreses de las parroquias de San Pedro y San Pablo de Chicomuselo, en la Sierra Madre de Chiapas, realizaron este lunes una marcha-procesión para protestar contra la minería extractiva que amenaza sus territorios y contamina sus ríos, arroyos y el tejido social en la región.
Procedentes de varias comunidades, se congregaron en la cabecera municipal de Chicomuselo donde un nutrido contingente realizó la peregrinación con pancartas y consignas contra empresas mineras que han empezado a provocar conflictos entre los pobladores de las diversas comunidades.
Mujeres y hombres de diversos pueblos en resistencia que participaron hoy en la peregrinación denominada “Movimiento contra la explotación minera y el despojo de la tierra”, denunciaron el “sistemático avasallamiento” en su contra por parte del Estado mexicano en sus distintos niveles.
Esta peregrinación se dio luego de que el domingo pasado sostuvieron un encuentro regional para analizar la amenaza que representa la minería extractiva y las empresas que se han acercado a las diferentes comunidades para hacer efectivas sus concesiones mineras.
“Después de haber escuchado los problemas de las distintas comunidades y organizaciones en resistencia, coincidimos en que nuestra lucha en defensa de la Madre Tierra nos ha traído como consecuencia, omisión, represión, intimidación, amenazas, persecución, encarcelamiento y asesinatos de defensores y defensoras comunitarias de derechos humanos en Chiapas y en otras partes del país y del mundo”, dijeron hoy los pobladores que realizaron una misa al final de la procesión.
Indicaron que las empresas mineras de capital privado, nacional y transnacional, en conjunto con el Estado en sus tres niveles de gobierno, están decididas a incrementar y diversificar sus acciones relacionadas con el despojo de los bienes naturales, el desplazamiento de la población, la ocupación del territorio y la eliminación de cualquier proceso organizativo que intente resistir y defenderse de forma pacífica, legal y en total ejercicio de sus derechos colectivos.
Señalaron que esta insistencia por parte de las compañías mineras sigue provocando división y confrontación en las comunidades al aprovecharse de la pobreza de los habitantes y ofrecerles recursos económicos para que acepten el proyecto minero.
Se declararon en resistencia civil, pero como parte de un movimiento pacífico a favor de la vida, siempre dispuestos al diálogo en la búsqueda de soluciones a sus problemas y a los “planes de muerte”, que dañan a sus comunidades.
Denunciaron que quienes han decidido defender la vida y la Madre Tierra ahora están en riesgo constante bajo las amenazas de los empresarios, de la delincuencia organizada y el Estado en sus tres niveles de gobierno “que sólo favorecen los caminos de la impunidad, la injusticia, la desigualdad, el despojo, la explotación, el desprecio en contra de los pueblos originarios, comunidades y ejidos”.
Respaldaron la lucha de los campesinos de los ejidos de Ricardo Flores Magón y Grecia en ese municipio de Chicomuselo, que se han opuesto a la minería en sus comunidades y denunciaron la represión, persecución, así como las amenazas de muerte y de despojarlos de sus derechos agrarios en sus respectivas comunidades.
De igual manera se solidarizaron con la organización de comisariados ejidales del municipio de Chicomuselo en sus demandas sociales en beneficio de los habitantes de la zona sierra y rechazaron todas las formas de intimidación y amenazas en su contra, pues en días pasados algunos representantes ejidales han recibido llamadas para amenazarlos de muerte si continúan en el movimiento en contra de la minería.
Es por eso que exigieron que se respete la autonomía y la autodeterminación de los pueblos en Chiapas y en México fundamentada en los Artículo 1º y 2º Constitucional y en convenios internacionales, así como también se garantice la integridad física de quienes defienden la vida, la Madre Tierra y la naturaleza.
Demandaron la cancelación de las concesiones mineras en Chicomuselo y de “todos los proyectos de muerte” en sus territorios que solo traen destrucción, despojo, pobreza, enfermedades, conflictos comunitarios y divisiones.
Exigieron un alto a la militarización y patrullaje del Ejercito mexicano en el territorio de las comunidades de Chicomuselo y responsabilizaron al Estado mexicano y sus tres niveles de gobierno de cualquier agresión o ataque contra ellos y los pueblos y comunidades.
Tras la misa, pidieron a todos los pueblos, comunidades, ejidos, organizaciones de base, a los hombres y mujeres de este país “que mantengan firme su lucha, su resistencia y que se organicen, que no claudiquen, no se vendan, y no se dejen engañar”.
Destacaron la importancia de articular sus luchas en todos los rincones de la entidad, pues la tierra es una herencia de sus ancestros, por lo que se debe cuidar y defender.
“Nuestros pueblos y organizaciones hemos decidido firmemente defender la vida, el territorio y el medio ambiente porque está en riesgo el futuro de nuestro país”, concluyeron.
Además de los sacerdotes y feligreses de las parroquias de San Pedro y San Pablo, Chicomuselo, estuvieron en el encuentro de ayer y la procesión de hoy, miembros de la Vicaria General de La Diócesis de San Cristóbal, la Coordinación Diocesana de Derechos Humanos, Diócesis de San Cristóbal, la Vicaria de la Pastoral Social, la Vicaria de la Pastoral de la Madre Tierra.
También llegaron líderes religiosos y feligreses de la Parroquia de San Miguel Arcángel, Huixtán, la Parroquia de San Juan Dieguito, San Cristóbal de Las Casas, de la Parroquia de San Augustín,
Teopisca, de la Parroquia de San Juan Bautista, Nuevo San Juan Chamula, de la Parroquia San Antonio de Padua, Simojovel, de la Parroquia de San Juan Evangelista, Cancuc, de la Parroquia de San Jacinto de Polonia, Ocosingo, de la Parroquia de José y María, Zamora Pico de Oro, de la Parroquia Señor del Pozo, Comitán, de la Parroquia de Santo Niño de Atochan, Frontera Comalapa, de la Parroquia de Santa Catarina, Pantelhó, de la Parroquia de San Sebastián, Comitán.
También de la Misión de Bachajón, de la Misión de Guadalupe, Comitán Pueblo Creyente de Simojovel, del Movimiento en Defensa de la Vida y el Territorio (MODEVITE), del Comité para la Promoción y Defensa de la Vida “Samuel Ruiz”, del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas AC, del Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas AC y del Servicio de Apoyo Intercultural.
Fuente:http://www.proceso.com.mx/505864/defensa-la-tierra-nos-ha-traido-represion-amenazas-asesinatos-denuncian-en-chiapas