Un nuevo paquecazo discursivo del gobernador Buzzi y su gabinete, produce un cambio en los objetivos de la provincia en materia de obtención de recursos. El fuerte espaldarazo de los votantes a Mario Das Neves y la derrota inocultable del FPV que no sacó más del 25% de los votos el 27 de octubre, fue un mensaje revelador para el gobierno que se creyó invencible por ser parte del “modelo” nacional. La minería, principal objetivo de la presidenta, cayó abatida por la presión popular en Chubut.
Desesperado Martín Buzzi, gobernador de Chubut, ante los fallidos intentos de construir poder K en la provincia y no poder cumplir ningún objetivo dispuesto por Cristina Fernández, a cambio de inversiones y fondos que llegan de a millones mensualmente pero sin un mínimo de retribución política, evidenciado luego del 27 de octubre; Martín Buzzi pretendió impulsar un Decreto de Necesidad y Urgencia, para imponer de facto lo que no tiene ningún tipo de consenso social y ahora, tampoco, legislativo: la minería a cielo abierto.
A la vista de los números electorales, ha sido el propio gobierno nacional el que ordenó “esperar nuevos aires” para seguir con el proyecto adelante, convencido de que en algunos meses logrará revertir la opinión desfavorable que existe en Chubut contra la explotación minera a cielo abierto. Nadie cree que ello sea posible y por el contrario, aún los chubutenses como Norberto Yahuar, creen que se debe tomar debida distancia de este antipático proyecto, porque el costo político será muy grande, para aquellos que se queden en su provincia haciendo política, más aún cuando se advierte la declinación imparable del Kirchnerismo a nivel nacional.
Por este motivo, el propio Vicegobernador Gustavo Mac Karthy, se opuso con Yahuar y otros legisladores y funcionarios, a la emisión de un Decreto en este sentido, más aún teniendo en cuenta que la norma debería ser aprobada por las 2/3 partes de la legislatura, número que está muy lejos de ser alcanzado con un voto favorable para una medida que es piantavotos para cualquiera que tenga previsto proyectarse políticamente en Chubut en los próximos años.
Yahuar, que ve finiquitada su estadía gloriosa en Nación y porque, además, con la ausencia de Cristina recibe órdenes de cualquier hombre del riñón del poder, cosa que no acepta de buen agrado, decidió poner a disposición de la presidenta su renuncia, tratando de salvar el pellejo del escarnio oficial por haber perdido vergonzosamente la elección de octubre (a pesar de toda la plata que le dieron para la campaña) y para salvar las ropas entre sus coprovincianos, no dudando en cargar, durante confesiones privadas, sobre las espaldas de la propia CFK, los yerros de campaña y victimizándose ante sus vecinos, para salvar lo que resta de su capital político provincial, pues sabe que allí, volverá más temprano que tarde.
Mientras Yahuar y Mac Karthy se habían transformado en las espadas más afiladas del kirchnerismo para levantar la ley que prohibía el cianuro y avanzaban de la mano de la corporación minera para cumplir el sueño de Cristina, de cambiar la matriz productiva provincial por la explotación del oro y la plata a precios viles; luego del 27 de octubre, ambos se transformaron en el palo que traba la rueda del carro que empuja Buzzi “creo por lo que han expresado la mayoría de los legisladores provinciales que no se ve con buenos ojos. Me parece que hay que dar la discusión necesaria en la Cámara de Diputados y con la sociedad respecto de que es lo que se quiere hacer con la Minería. Con un Decreto de Necesidad y Urgencia no creo que pueda prosperar”, reconoció el Vicegobernador, intención de Buzzi que se vio desbaratada cuando desde los medios se descubrió la estrategia que el gobernador mantenía oculta.
Luego del 27 de octubre, la pérdida de poder del gobierno buzzista no se puede disimular. En los corrillos políticos de la provincia se habla de correrse a tiempo del influjo K, poder que tiene plazo fijo “y después de Cristina hay que seguir viviendo”, dijo el propio Mac Karthy a su entorno, estableciendo que si hay que dejar solo a Buzzi para no pagar costos políticos irremontables, lo van a hacer.
La concreción de la minería sin consenso social, ya lo habíamos adelantado que era una lápida política y así fue. Entre otros aspectos de la gestión que rechaza la gente de Chubut, la insistencia sobre el tema minero y la indisimulable necesidad de Martín Buzzi de cumplir a cualquier precio, una orden presidencial, hizo que el fracaso en las urnas fuera predecible.
Chubut tiene la comunidad más experimentada en esto de oponerse ala minería a cielo abierto. Los movimientos de autoconvocados de Esquel llegaron a toda la provincia y hoy constituyen un factor de presión muy grande y tiene efectos multiplicadores, que hicieron naufragar todos y cada uno de los intentos del gobierno por imponer la explotación minera a cielo abierto. Podríamos decir que la conciencia ciudadana ha ganado una batalla que representa una guerra perdida para el gobierno provincial y nacional en tierras de Martín Buzzi. (Agencia OPI Chubut)