Este jueves comenzó una visita al campamento de Pascua Lama, donde una delegación del Segundo Tribunal Ambiental revisó las instalaciones del proyecto minero binacional. El equipo fue encabezado por el ministro del Segundo Tribunal Ambiental, Sebastián Valdés de Ferrari, junto al secretario del Tribunal y experto científico, Ricardo Serrano Rojas, además de representantes de los reclamantes: Sebastián Cruz integrante de la comunidad diaguita Patay Co.
El jueves 5 de diciembre se concretó la visita de la delegación del Segundo Tribunal Ambiental en el proyecto minero Pascua Lama, de la empresa canadiense Barrick Gold, en el marco de un recurso que interpusieron las comunidades del Valle del Huasco, exigiendo que se revocara la Resolución de Calificación Ambiental de la iniciativa que hoy está paralizada ante una serie de incumplimientos.
La visita fue decretada por el tribunal para “mejor resolver” ante estas denuncias de contaminación de agua y de presiones de Barrick para cambiar la línea base de las aguas establecida en la RCA y ajustarla a la alteración de niveles producidos por la intervención territorial del proyecto aurífero.
La delegación fue encabezada por el Ministro del Segundo Tribunal Ambiental, Sebastián Valdés de Ferrari, y asistió también un representante de los reclamantes: Sebastián Cruz de la comunidad diaguita Patay Co, quien manifestó que tenía bastantes esperanzas en la visita pero que quedó inconforme con ella.
“Quedamos disconformes con la visita, fue nuevamente guiada por la empresa, llevada por ellos mismos. Nos tuvimos que subir a un avión de ellos, ponen la locomoción y todo. Es el homicida quien te lleva a la escena de los hechos y guiado por ellos mismos, que pueden preparar los espacios que visitamos”, indicó.
El dirigente añadió que, incluso, la Superintendencia fue el día anterior y que aún no conocen los resultados de esa visita. La Superintendencia del Medio Ambiente realizó un proceso y sancionó a la empresa, ante lo que los Tribunales decidieron paralizar las obras, lo que aceptó Barrick.
Si bien por ahora el proyecto está detenido, Cruz indicó que se debió sancionar más fuerte a la firma, anulando sus permisos: “Son sanciones pecuniarias pero nunca se pensó en la revocación de la calificación ambiental, siendo que ellos se autodenunciaron. La Superintendencia eleva 23 incumplimientos y ellos aceptan 22 y luego sale la sanción, por faltas graves y gravísimas. Había cómo revocar la autorización, porque la han incumplido reiteradas veces”.
Entre los 23 incumplimientos que se nombran no sólo está el tema de las aguas, también hay reparos por falta de medidas para prevenir la contaminación material, en especial para proteger a sus trabajadores ante los daños que puede generar la exposición a metales pesados.
Además, hay reparos sobre el impacto que la minera ha causado al medioambiente, en especial en la reducción de los glaciares Toro 1, Toro 2 y Esperanza, lo que los especialistas catalogan como “un daño irreparable”. En este sentido, los ciudadanos del Valle del Huasco afirmaron que están a la espera de las resoluciones de las Cortes y que continuarán movilizados en la defensa de sus derechos.