Por Darío Aranda 6/4/2020.- Página12
Naciones Unidas alertó que las consecuencias del cambio climático serán peores que las del Covid-19. Aumento de temperaturas, derretimiento de glaciares, incremento del nivel del mar y crisis alimentarias, entre otros efectos.
«El coronavirus es una enfermedad que esperamos que sea temporal, con impactos temporales, pero el cambio climático ha estado allí por muchos años y se mantendrá por muchas décadas, y requiere de acción continua», afirmó António Guterres, secretario general de Naciones Unidas (ONU), al presentar el informe mundial sobre el clima, que alertó sobre el continuo aumento de la temperatura, la fusión de los hielos (tanto en el Ártico como en la Antártida), el aumento de emisiones de dióxido de carbono (CO2) y el incremento del nivel del mar. De continuar el cambio climático, la ONU advirtió graves impactos socioeconómicos, en la salud, desplazamientos forzados y crisis alimentarias.
La Organización Metereológica Mundial (OMM –organismo de Naciones Unidas–) presentó la “Declaración sobre el estado del clima mundial 2019”, que sistematizó estudios de una veintena de instituciones científicas e informes de organismos climáticos nacionales. El documento alerta que el quinquenio 2015-2019 comprende los cinco años más cálidos de la historia, confirma que 2019 fue el segundo año más cálido de la historia (con una temperatura media mundial de 1,1 grado centígrado por encima de los niveles preindustriales) y señala que hubo un pico en las concentraciones de CO2 (gas clave en el calentamiento global).
La OMM asegura que los récords de temperatura en la Antártida estuvieron acompañados de “episodios de fusión de hielo a gran escala, hechos que incidirán en el ascenso del nivel del mar a un ritmo cada vez mayor”. Y destaca que es “constante y prolongada” la pérdida de hielo en el Ártico. Al mismo tiempo, y con directa relación, en 2019 “el nivel medio del mar a escala mundial alcanzó el valor más elevado del que se tienen datos”.
Los glaciares son fundamentales reservorios de agua dulce, amenazados en muchas regiones por actividades extractivas (como la megaminería en la Cordillera de los Andes). En 2019, el “balance de masa” de glaciares a nivel global resultó negativo. El organismo de Naciones Unidas alerta que el retroceso de los glaciares se dio por 32 año consecutivo y detalló que, desde 2010, se registraron ocho de los diez años “con peores resultados” en cuanto a la desaparición de glaciares.
El portugués Guterres hizo hincapié en que las inundaciones, incendios y tormentas extremas “cobran su precio mortal en vidas humanas” e hizo una llamado a la acción: “Se nos acaba el tiempo para conjurar los peores impactos de la alteración climática y proteger a nuestras sociedades de los efectos inevitables que se avecinan”. Afirmó que se está muy lejos de cumplir los objetivos del Acuerdo de París (limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados centígrados).
Petteri Taalas, titular del OMM, adelantó que –como los gases de efecto invernadero siguen en aumento– “es probable que en los próximos cinco años se produzca un nuevo récord de temperatura mundial anual”.
La crisis climática impactará de llena en la salud de la población. Naciones Unidas no tiene dudas: “La salud de las personas y los sistemas sanitarios pagan un precio cada vez más alto a causa de las condiciones de calor extremo”. Un ejemplo fueron las altas temperaturas de 2019 en Europa, Australia, India y Japón. Precisa que los efectos en la salud incluyen enfermedades y muertes relacionadas con el calor; lesiones y pérdidas de vidas humanas asociadas a tormentas violentas e inundaciones; incidencia de enfermedades transmitidas por vectores y por el agua contaminada; empeoramiento de las enfermedades cardiovasculares y respiratorias por la contaminación del aire.
El informe de la Organización Metereológica Mundial recuerda que la variabilidad del clima es uno de los factores que más inciden en el aumento del hambre en el mundo. Precisa que, luego de una década en baja, en 2018 comenzó a ascender el número de personas que padecen hambre: ya son 820 millones. Y destaca que, entre 2006 y 2016, la agricultura en los países en desarrollo concentró el 26 por ciento de las pérdidas ocasionados por desastres climáticos.
Un aspecto muchas veces ignorado es la migración forzada que provoca la crisis climática. La ONU contabilizó 17,2 millones de personas en 2018 y aumentó a 22 millones en 2019. Desde ciclones y huracanes hasta tormentas extendidas e inundaciones. Irán, Filipinas y Etiopía fueron algunos de los países afectados.
Entre los fenómenos extremos menciona grandes inundaciones en Estados Unidos, norte de Argentina y Uruguay, con pérdidas estimadas de 22.500 millones de dólares.
El titular de la OMM, Petteri Taalas, lamentó lo que sucede con la pandemia del conoravirus y las miles de muertes, pero alertó que la crisis climática “es mucho peor”.
“El virus tendrá un impacto económico a corto plazo, pero las pérdidas serán masivas si pensamos en el calentamiento global. Estamos hablando de un problema de mayor magnitud, con consecuencias en la salud de las personas y en nuestras sociedades mucho más graves», alertó.
El informe tiene un apartado específico sobre los océanos, responsables de absorber el 90 por ciento del calor que queda atrapado en la Tierra por el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero. “El contenido calorífico de los océanos, que es un indicador de esa acumulación de calor, alcanzó niveles sin precedentes en 2019”, alertó el organismo de Naciones Unidas y resumió: “Los océanos se están calentando a un ritmo vertiginoso”.