Sucedió la noche del domingo de Pascuas. Los vecinos de Famatina y Chilecito protestaron en contra de la criminalización de la protesta social, siendo 17 vecinos de Famatina imputados por la Diputada Adriana Olima y sus colaboradores. Luego de un modesto acto donde hablaron asambleístas, el Intendente de Famatina y el cura del pueblo, una columna humana de más de 150 metros marchó a la vuelta de la plaza de Chilecito.
Luego de la causa que inició el gobierno provincial, contra 17 vecinos de Famatina, sumado a la difamación que sufrió el cura del pueblo, Omar Quinteros; ciudadanos de Chilecito y Famatina se organizaron para decir «basta a la dictadura minera».
Los vecinos de Famatina que participaron del acto, fueron «contados». En el puente del Río Capayán, efectivos de la policía hicieron controles de los vehículos que salían de Famatina, anotando la cantidad de pasajeros que iban en cada vehículo.
Mientras tanto, este domingo de Pascuas, gran parte de las comunidades de Chilecito y Famatina, sumados a turistas que visitaron Chilecito, se hicieron presentes en la plaza de los chileciteños, para darle apoyo a 17 vecinos de Famatina que están siendo indagados por la Justicia Chileciteña, tras la fuerte embestida del poder legislativo y ejecutivo del gobierno provincial.
En breves palabras, la Asambleísta chileciteña, Marcela Crabbe explicó el comienzo de la historia en Famatina, exponiendo un breve contexto para quienes por primera vez escuchan sobre el doble discurso del gobernador Beder Herrera. En sus palabras expuso al intendente Fonzalida, ironizando que debería contagiarse un poco de Bordagaray. Luego, habló Carolina Suffich, quien pidió a la sociedad chileciteña se sume a la unidad en la lucha que mantiene la tierra famatinense por defender la calidad de vida de todo el valle. También explicó que buscarán hablar con el Obispo riojano, para pedirle que definan su posición respecto a la política megaminera del gobierno provincial. A su paso le siguió Carina Díaz Moreno quien actualmente mantiene una causa abierta desde 2009, cuando funcionarios mineros la golpearon en el corte de Alto Carrizal.
El intendente de Famatina fue contundente al referir su apoyo a la causa. «La gente sabe quién es uno y quiénes son los otros. Vamos a acompañar a nuestros vecinos legalmente con nuestro abogado Ariel Fabre, ya que tristemente no hay muchos abogados que quieran representarnos. Hay muchos letrados de nuestros pueblos que están muy cerca del poder y no sea animan a representarnos en la Justicia. Pero esto es claro: El pueblo decidió cómo quiere vivir, y nosotros como municipio vamos a acompañar esa decisión, a pesar de los costos que debamos pagar. El único motivo por el que estamos aquí, es por la representación de nuestra comunidad y no vamos a claudicar, hasta el último día de nuestra gestión».
Luego habló una de las personas que más difamación sufrió durante el último mes desde los medios que controla el gobierno, el Párroco de Famatina, Omar Quinteros: «Nuestra resistencia es legítima y defiende la vida. Agradecemos a los medios verdaderamente independientes por hacer oír la voz de aquellos que no tenemos fondos ajenos para ser generosos, como tienen los poderosos que gobiernan esta provincia».
«Agradezco a mis hermanos curas por su solidaridad y por acompañar esta necesidad de pronunciarse como Iglesia. No en actitud corporativa, como dice el dependiente hoy, sino en una actitud de hermanos y de fraternidad».
«A los poderes Judicial y Legislativo, les pido por favor que dejen de ser una escribanía del mandamás de esta provincia».
«Sabemos que después de este revés que recibió la diputada Olima y su referente máximo, seguramente el diablo en sus huestes debe estar furioso con el pueblo de Famatina, con este cura y con esta causa».
«Sólo la unidad nos hará fuertes. Quiero decirles a todos los territorios que se ven amenazados por esta política saqueadora y contaminadora, que podrán herir al pastor pero no van a dispersar al rebaño, podrán acallar al profeta, pero no a la profecía».
Una vez finalizadas las palabras del Párroco de Famatina, un vecino de Andalgalá relató que en su tierra «hay más de 50 vecinos que están siendo perseguidos por la Justicia», aclarando que el caso de ese pueblo de Catamarca, se agravó por la pasividad de la comunidad que permitió que las megamineras ingresen. «Hoy después de 12 años de lucha, aun no los podemos sacar».
El acto llegó a su fin, la comunidad cantó el Himno Nacional. Encendieron velas y antorchas, para luego marchar alrededor de la plaza de Chilecito.
Ante tanto, la realidad de una decisión incuestionable. Gente común, un cura valiente, 2 intendentes, 2 diputados nacionales de la oposición y miles de anónimos riojanos, ponen un límite ante tanta locura que pretende llevar por adelante, arrasar, exterminar, encarcelar, perseguir y difamar a todo aquel que osa atreverse a pensar distinto.
Es menester destacar de qué manera se pudo respirar sentido común, dignidad, libertad y solidaridad.
Este domingo de Pascuas quedará en el recuerdo que pobladores de Chilecito y Famatina, festejaron la vida, defendiéndola.