El 1ro de mayo, mientras que Goldcorp anunciaba las ganancias del año en su asamblea general en Vancouver, en Toronto y Guatemala se llevaban a cabo actividades más sombrías con objeto de responsabilizar a esa empresa por el asesinato de la dirigente en resistencia a la minería, de 16 años de edad, Merilyn Topacio Reynoso Pacheco.
En Toronto, llegaron más de 60 personas a la calle Adelaide donde se ubican las oficinas de Goldcorp para conmemorar la vida de Topacio y denunciar su violento y cobarde asesinato. Al mismo tiempo, la familia y amigos/as de Topacio, y miembros de la comunidad se reunían en Guatemala para conmemorar su activismo y liderazgo, y para exigir justicia por su muerte.
Topacio fue ultimada por desconocidos armados el 13 de abril en Mataquescuintla, Jalapa, Guatemala. Su padre, Edwin Alexander Reynoso, quien la acompañaba en ese momento, también fue baleado y permanece en condición crítica. Tanto Topacio como su padre participaban activamente en la resistencia contra la mina Escobal, propiedad de la empresa canadiense Tahoe Resources, ubicada en San Rafael las Flores, Santa Rosa. La joven Topacio, además de su labor de coordinación de la red de jóvenes de la Resistencia en Mataquescuintla, también era poeta y música.
La empresa canadiense Goldcorp cuenta con el 40 por ciento de las acciones del proyecto minero Escobal. Topacio y su padre se oponían al proyecto, defendiendo el derecho de su comunidad a la consulta previa, a la autodeterminación y a favor de los derechos humanos. En su funeral, la madre de Topacio prometió: «La resistencia no termina aquí, mi amor».
«Una de las maneras en que podemos honrar la vida de Topacio y la promesa de su madre es al presentarnos hoy aquí, y denunciar la responsabilidad de Goldcorp en ese acto de violencia, al igual que en todas las violaciones de los derechos humanos y ambientales a los que las y los pobladores se han enfrentado desde que comenzó la mina en la región», dijo Rachel Small, miembro de la Red contra la Minería Injusta (MISN por sus siglas en inglés).
La Red contra la minería injusta y sus aliados sumaron a la marcha por el Día del Trabajador en las calles de Toronto, compartiendo con cientos de personas el mensaje de responsabilizar a las empresas mineras canadienses por sus acciones. Foto de Allan Lissner.
La Red contra la minería injusta y sus aliados sumaron a la marcha por el Día del Trabajador en las calles de Toronto, compartiendo con cientos de personas el mensaje de responsabilizar a las empresas mineras canadienses por sus acciones. Foto de Allan Lissner.
Quienes asistieron a la conmemoración escucharon algunos de los poemas de Topacio, su música preferida, y los mensajes de participantes que expresaron su solidaridad y compromiso continuo con la causa. Hubo candelas, flores, y una pancarta rezando «Que en el poder descanses, Topacio» que colmaron la concurrida y céntrica esquina mientras que las y los presentes compartieron su tristeza, ira y determinación colectiva, al igual que un minuto de silencio.
Mientras se celebraba la conmemoración, 36 organizaciones internacionales ambientalistas, de derechos humanos, y de solidaridad entregaron una carta abierta a la Fiscal General de Guatemala, Claudia Paz y Paz, exigiendo justicia por los ataques que sufrieron Alex y Topacio Reynoso. «Repudiamos este ataque violento y exigimos que el Ministerio Público realice una investigación completa e imparcial para asegurar que los responsables sean juzgados,» indica la carta.
El documento también señala otros incidentes de violencia e injusticia que han ocurrido en comunidades cercanas a la mina, incluyendo dos ocasiones en que la policía desalojó violentamente a individuos que se manifestaban de manera pacífica y legítima, ubicados legalmente frente a las instalaciones de la mina. En la actualidad, se acusa al antiguo jefe de seguridad de la mina de disparar a manifestantes pacíficos en una de estas instancias.
Luego de la conmemoración, quienes asistieron se sumaron a la marcha por el Día del Trabajador en las calles de Toronto, compartiendo con cientos de personas el mensaje de responsabilizar a las empresas mineras canadienses por sus acciones. En solidaridad con el Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero (M4) y su campaña «Goldcorp me enferma», alrededor de cien personas metieron las manos en pintura rojo y las levantaron para simbolizar la destrucción de la tierra y del salud ocasionado por las minas de Goldcorp.
Traducido del inglés al español por Olimpia Boido.