daniel-murias Daniel Murias
@DaniM_Andrade 09/09/2021
Nadie duda de la necesidad de reducir las emisiones de CO₂. En el transporte, la solución pasa por el coche eléctrico de batería. Al menos, así parecen haberlo decidido en mayor o menor medida los gobiernos de medio planeta, dejando un resquicio de esperanza para los eléctricos de hidrógeno. Sin embargo, con la necesidad de reducir las emisiones de CO₂ vía el uso masivo de baterías de iones de litio, podríamos estar creando otro problema, igual de nocivo o más.
El litio es imprescindible para las baterías de los coches eléctricos y la demanda en la próxima década se presente como ingente. El litio está presente en pequeñas cantidades en los ánodos y cátodos de las celdas que componen la batería. Y una batería de coche eléctrico tiene de media unos 160 gramos de Litio metálico por kWh (los fabricantes no suelen desvelar esa información). En una batería de 50 kWh eso son 8 kg de litio.
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Como recuerda Hazel Southwell en The Drive, las previsiones de General Motors, del grupo Daimler y del Grupo Volkswagen apuntan a la fabricación de baterías con una capacidad total de 240 GWh al año cada uno dentro de una década. Cada uno de ellos va a necesitar hasta 38.400 toneladas de litio.
Si le añadimos a la ecuación Tesla, Stellantis, Toyota, los fabricantes chinos, etc, es evidente que en la actualidad no hay una manera rápida, eficaz y eficiente de suministrar esa cantidad de litio. Y una de las razones es que el litio es bastante difícil de conseguir. Por una parte, al igual que el petróleo, no se encuentra en todas las regiones del mundo. Y por otra parte se encuentra en lugares cuyos habitantes quizá no quieran que se destruya su entorno y ecosistema.
Salar De Uyuni Bolivia
A menudo, el litio se encuentra en ecosistemas frágiles. Es verdad que hay grandes depósitos en Chile, en el desierto de Atacama, y en el salar de Uyuni, en Bolivia, así como en la provincia de Salta, Argentina (que es ya el tercer productor mundial). En estos casos, la extracción es bastante sencilla y a priori con bajo impacto en una zona ya de por si árida. Y sin embargo, se necesitan unos dos millones de litros de agua para producir una tonelada de litio.
En el desierto de Atacama o el salar de Uyuni, se necesitan unos dos millones de litros de agua para producir una sola tonelada de litio.
Este enorme consumo de agua no sólo afecta a los ecosistemas circundantes, sino que también tiene un enorme impacto en los agricultores locales. Según la Fundación Ambiente y Recursos Naturales («Extracción de litio en Argentina» 2019), que entrevistó a las diez comunidades que viven cerca de dos salinas, Sales de Jujuy y Minera Exar, los detractores de la mina dicen estar preocupados por el impacto a largo plazo del litio en el medio ambiente, empezando por el descenso de la capa freática, afirmando que el ganado de la región ya ha empezado a morir.
Producción de litio
Las consecuencias de la minería sobre el ecosistema también se han podido ver en otras regiones del mundo. En mayo de 2016, cientos de manifestantes arrojaron peces muertos a las calles de Tagong, una ciudad situada en el extremo oriental de la meseta tibetana.
Los habían sacado de las aguas del río Liqi, donde una fuga química tóxica de la mina de litio de Ganzizhou Rongda había causado estragos en el ecosistema local. Y podría ir más allá, una investigación realizada en Nevada, donde también se extrae litio, descubrió impactos en los peces hasta 240 km aguas abajo de una operación de procesamiento de litio.
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Minas de litio: del círculo polar ártico a Extremadura
Mina Litio Extremadura
Proyecto de mina de litio en Extremadura
Ahora, toda la industria cuenta con los nuevos yacimientos en el interior del círculo polar ártico. La empresa minera estatal rusa Rosatom(que de paso también extrae litio para armamento nuclear) está estudiando la posibilidad de abrir una mina en la península de Kola para 2030.
Este yacimiento, llamado Kolmozero, se encuentra dentro del círculo polar ártico. Además, también en el círculo polar ártico, la empresa sueca Artic Minerals AB ha reservado otros terrenos explotables.
Según Jari Natunen, experto en minería de la Asociación Finlandesa para la Conservación de la Naturaleza, la minería en el Ártico sería catastrófica. Dice que la difícil extracción de litio de la tierra helada generaría 50.000 toneladas de residuos tóxicos para 1.000 toneladas de litio producido.
Mina Artico
El Círculo Polar Ártico ya ha soportado gran parte del coste de los materiales para los vehículos eléctricos, ya que la mina de níquel Norilsk -el lugar más contaminado del mundo- proporciona el material que está sustituyendo al problemático cobalto y no ha hecho más que generar un nuevo problema.
Pero no solamente está el círculo polar ártico en peligro. Más al sur en Europa también se quieren poner en marcha proyectos de minería. En España, el proyecto de Phi4Tech de una gigafactoría en Extremadura (donde está el segundo yacimiento de litio más grande de Europa) incluye la extracción de litio en la mina de Las Navas (Cáceres) así como la extracción de níquel, oro y cobalto. Si bien la fábrica es vista con buenos ojos, no tanto la explotación minera .
Nickel
Bloque de níquel sin procesar
El ayuntamiento cacereño y parte de la ciudadanía se oponen manifestando, entre otros argumentos, que no quieren un expolio «que sacrifique el desarrollo de la ciudad» para fomentar «el crecimiento industrial de otras zonas del país» donde se trabaje el material aquí extraído.
Además, como recuerda Santiago Márquez, coportavoz de la plataforma Salvemos la Montaña de Cáceres, la mina «está a 800 metros del casco urbano y Cáceres es una ciudad patrimonio mundial de la UNESCO».
En el Reino Unido, está el proyecto, todavía en fase preliminar, de Cornish Lithium en Cornualles. Su plan es extraer de allí grandes depósitos de litio para baterías en el sur del Reino Unido. El proceso previsto implicar la extracción de mica de granito y su voladura con agua.
Litio
Bloque de lito sin procesar
Es lo que viene siendo fracking para extraer litio. A continuación, se utilizaría esencialmente el mismo método soluble de extracción de litio que en Atacama, mediante evaporación en balsas con ingentes cantidades de agua.
La movilidad eléctrica y un futuro neutro en emisiones de CO₂ es una cuestión muy compleja que no tiene una respuesta única, como nos quieren hacer creer algunos fabricantes.
Posibles alternativas
Tesla Reciclaje
Nadie pone aquí en duda los beneficios medioambientales del coche eléctrico si la energía que lo alimenta es limpia. Sin embargo, corremos el riesgo de generar un nuevo problema, mucho peor que el del CO₂ si solo miramos una parte de la ecuación, la del escape del coche.
En la propia revista Nature se advierte que las baterías de iones de litio deben ser más limpias y éticas. Existen soluciones, todavía en fase embrionarias, de extracción y procesamiento del litio más limpios que los actuales.
Celda batería coche eléctrico
El reciclaje de la baterías y del litio que contienen es otra. Iniciativas políticas, como la de la UE que quiere que el 4% del litio de las nuevas baterías fabricadas en la UE proceda de material reciclado para 2030, una proporción que aumentaría al 10% para 2035, o privadas, como la fábrica de economía circular de Renault, en Flins, y el objetivo de Tesla de reciclar el 92 % de sus baterías, están arrancando ya.
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Tampoco podemos olvidarnos del hidrógeno para contener la demanda de litio. Un coche o un camión de pila de combustible (tecnología fuel cell) necesita una batería mucha más pequeña, y por tanto con menos materiales y tierras raras en su interior, que una batería de coche 100 % eléctrico.
Por ejemplo, la batería de un Toyota Mirai es de 1,6 kWh, mientras que la de un coche eléctrico medio varía entre 60 y 100 kWh. A nivel industrial, más de lo mismo. Un Hyundai Xcent, como los que ya circulan en Suiza, tiene una batería de 72 kWh, mientras que la de un Tesla Semi se prevé que sea de 500 kWh.
Hyundai Xcent
Al final, citando a Nature, debemos tener claro que “las baterías son cruciales para el futuro de la Tierra con bajas emisiones de carbono. A todos nos interesa que sean limpias, seguras y sostenibles”.
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