Ante el anuncio de la empresa minera Candente Cooper en octubre del presente año respecto al reinicio de actividades para implementar el proyecto de exploración Cañariaco en territorio de la comunidad indígena San Juan de Kañaris, provincia Ferreñafe, región Lambayeque; la comunidad se viene organizando para desarrollar una estrategia que les permita que se respete la voluntad popular expresada en el 2012, en que el 95% de la comunidad le dijo NO al proyecto minero Cañariaco a través de una consulta popular realizado por la propia comunidad, según las declaraciones del presidente de la comunidad, Hermógenes Tantarico.
La empresa canadiense Candente Cooper anunció que estaría reiniciando las operaciones del proyecto minero cuprífero Cañariaco en el marco de la delegación de facultades que el Congreso le dio al Ejecutivo en el mes de septiembre, en que se emitió el Decreto Legislativo N° 1394, que modifica algunas disposiciones del Sistema Nacional de Evaluación Ambiental (SEIA) respecto al plazo de pérdida de vigencia de la certificación ambiental cuando no se inicia la ejecución de un proyecto.
A pesar de los impactos ambientales de gran magnitud que generaría el proyecto minero, ya que se encuentra en una zona de bosque de neblina, ecosistema de alta fragilidad y complejidad; éste cuenta con un Estudio de Impacto Ambiental semidetallado (EIA-sd) aprobado el 2012 y una modificatoria aprobada el 2014 por el Ministerio de Energía y Minas. De los estudios que ha podido realizar Red Muqui, a través del informe de la ingeniera consultora Mary Chávez, respecto a los EIA aprobados; se concluye que los impactos generados en el medio ambiente serían irreversibles:
“El desbosque en la parte alta de la cuenca del río Cañariaco trae como consecuencia directa la erosión de suelos, la interrupción del ciclo hidrológico y la pérdida de la biodiversidad. Los impactos ambientales negativos se agudizarían por fenómenos naturales como el Niño y la actividad sísmica. Sin embargo, para la empresa CCPSA, son impactos de baja significancia en sus EIA-sd.
Entre las especies afectadas se encuentran el tapir andino, la musaraña de orejas cortas y los sapos del género Pristimantis sp., estos dos, últimas especies nuevas para la ciencia o registros nuevos para el Perú (información que se señala en el informe EIA-sd 2014). Los hábitats afectados no podrían suplirse con un Plan de Revegetación o un Plan de Rescate».
Entre otros impactos ambientales se tendrían:
– Las perforaciones tienden a impactar las aguas freáticas de manera irreversible: cambio en la dirección y flujo del agua freática, y también, por la cavidad de perforación, puede fluir agua subterránea lixiviando metales hacia la superficie.
– Afectación a los cuerpos de agua superficial. Para la aprobación del EIA-sd 2012 tuvieron que reubicar 13 plataformas por encontrarse a menos de 50 m de un cuerpo de agua; sin embargo, en el EIA-sd 2014 se aprobó plataformas ubicadas a menos de 50 m, un gran número de ellas a unos 10m de distancia de las quebradas; y llama la atención que se aceptó como “medida” el uso de tinas y/o tanques metálicos de 1m3 para evitar el vertimiento al agua superficial (río Jatun Yacu y las quebradas adyacentes).
– Contaminación de suelos, y también de las aguas subterráneas y superficiales.
Los lodos de perforación –agua con aditivos de perforación-, serían enterrados en las pozas de sedimentación instaladas en las plataformas (alrededor de 600 pozas en total). Cabe acotar que el material de las pozas son de geomembrana; esto es, se deja plástico, más residuo de la perforación en los suelos donde se tiene bosques con gran biodiversidad.
Ante el anuncio del inicio de actividades por parte de la empresa Candente Cooper el presidente de la comunidad Hermógenes Tantarico ha señalado que la población de Cañaris se encuentra en alerta y preocupada por esta situación en tanto se generarían impactos ambientales dentro de su territorio que afectarían sus actividades productivas, ya que ellos basan su economía en la producción agrícola y ganadera, y para esto la protección de los cuerpos de agua y suelos es fundamental. «Nosotros hemos realizado una consulta popular el 2012 y el 95% de la comunidad dijo NO a la minería. Esto debe ser respetado por el gobierno central»