«Un país me está doliendo
Todos los días
hay una afrenta más de un grupo de hombres
que como dioses
deciden la vida y muerte de sus semejantes,
penetran por parajes y campos:
con las fastuosas luces de la guerra.
Pueden sembrar la sangre en los caminos
pero no verán nunca crecer su cosecha.»
Tanía Maza Chamorro
Censat Agua Viva -Amigos de la Tierra Colombia- y la Escuela Mujer y Minería repudiamos el asesinato de la lidereza Adelinda Gómez Gaviria en la vereda Cortaderas del municipio de Almaguer, Cauca ocurrido el 30 de septiembre. Así mismo, manifestamos nuestra solidaridad para la familia de Adelinda Gómez Gaviria, la comunidad de Cortaderas, así como también con el Proceso de Mujeres Maciceñas, Comité de Integración del Macizo Colombiano -CIMA-, miembro del Coordinador Nacional Agrario (CNA), del cual hacía parte.
Como ambientalistas y conocedores del trabajo por parte del Comité de Integración de Macizo Colombiano y del Coordinador Nacional Agrario en la promoción y defensa de los derechos de las libertades políticas y sociales de las comunidades del Macizo, lamentamos el asesinato de Adelinda Gómez, campesina, trabajadora comunitaria y lidereza del Proceso local de Mujeres Maciceñas que se encontraba actualmente liderando múltiples denuncias en contra de la minería ilegal y trasnacional, y sobre la violación de derechos humanos.
De igual manera, queremos llamar la atención sobre la sistematica violación de los derechos humanos en contra de las mujeres en el país, ya que, según la RED Por la Vida y los Derechos Humanos del Cauca, durante el 2012 hubo un total de 33 mujeres asesinadas en el departamento del Cauca, y en lo recorrido del presente año ya van 15 homicidios, según la misma RED. Además, es de resaltar que en muchas poblaciones afectadas por los proyectos mineros la situación de vulnerabilidad y resistencia de las mujeres es la que menos se visibiliza, ya que son muchas mujeres las que se encuentran inmersas en el trabajo minero, sujetas a explotaciones e inequidades laborales, sociales y culturales o desarrollando importantes procesos de organización, reflexión y resistencia en contra de los proyectos mineros. Es por esto que rechazamos las amenazas de las que fue objeto la lidereza Adelinda hace un mes por vía telefónica por sus actividades en contra de la minería, y subrayamos que dichas amenazas son un importante hecho en la posterior investigación para conocer los autores y móviles del asesinato.
Hoy como ambientalistas nos sumamos al dolor por la pérdida de una madre, campesina y lidereza, quien dedicó su vida a luchar por los intereses colectivos de las comunidades que habitan el Macizo Colombiano. Y hoy también alzamos nuestras voces para protestar por las amenazas y múltiples asesinatos de los que son objetos muchas mujeres y hombres, que como Adelinda son defensoras y defensores de los derechos humanos en las comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes del país.
Censat Agua Viva y la Escuela Mujer y Minería solicita enfática y urgentemente a las autoridades regionales y nacionales adelantar y agilizar las debidas investigaciones para que se aclaren los móviles del asesinato y judializar a los responsables. También esperamos una pronta recuperación de su hijo Wilson Pipicano, actualmente delicado de salud, y exigimos su protección por parte de las autoridades. De la misma forma pedimos al gobierno nacional que, siendo su deber según los principios de la Constitución, garantice la protección de los hombres y mujeres que día a día trabajan en defensa de los derechos humanos y del territorio.
Atentamente,
Censat Agua Viva -Amigos de la Tierra Colombia- y Escuela Mujer y Minería