14 de Agosto de 2012
Autoridades de Ayabaca, Huancabamba y San Ignacio proponen un proyecto de desarrollo sostenible como alternativa a proyecto de Río Blanco.
«Somos agricultores. No hemos estudiado una profesión, solo tenemos nuestras tierras y el agua para vivir y alimentar a nuestros hijos. La minería solo las dejará inútiles. Nosotros queremos dedicarnos a la agroexportación», expuso Josefina Aponte Guerrero, de la comunidad Segunda y Cajas, en Huancabamba, en su firme respuesta a la carta que la minera Río Blanco Cooper (ex Majaz) envió a inicios de julio a su comunidad, así como a Yanta, en Ayabaca, y a los municipios de ambas provincias piuranas.
En la misiva, la empresa solicitó diálogo a fin de reiniciar los trabajos de Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para desarrollar su proyecto minero.
Además, el jueves, representantes del Frente por el Desarrollo Sostenible de la Frontera Norte del Perú –que incluye a varios municipios, comunidades y federaciones de rondas campesinas– entregaron una carta a Río Blanco Cooper para comunicarles que ellos conversarán solo con el gobierno central.
«No dialogaremos con la empresa porque está ilegalmente en la zona, ya que no tienen autorización de las comunidades, según la Ley de Tierras», dijo el alcalde de San Ignacio, Carlos Martínez.
Precisamente la semana pasada un grupo de autoridades piuranas llegó a Lima para pedir la cancelación de la concesión del proyecto minero y proponer una alternativa de desarrollo sostenible vía la agroexportación y la ganadería.
La delegación se reunió con la vicepresidenta Marisol Espinoza; el defensor del Pueblo, Eduardo Vega; el presidente de la Oficina Nacional de Diálogo, Vladimiro Huaroc; y funcionarios de Energía y Minas, Cultura, y del Servicio Nacional de Áreas Naturales.
«Les explicamos que nos oponemos al proyecto porque está en cabecera de cuenca, en zona de alta biodiversidad, páramos y neblinas que permiten la agroexportación en Piura y Cajamarca», refirió Martínez.
Agregó que los pobladores de la zona que serían afectados por el proyecto se dedican principalmente a la caficultura orgánica y cuentan con certificaciones internacionales que les significa un precio especial.
El presidente de las Rondas Campesinas de Huancabamba, Pedro Velazco García, resaltó la apuesta por la ganadería e inició un proyecto para exportar plantas medicinales.
Advirtió que, además de Río Blanco, otras empresas tienen concesiones en cabecera de cuenca, como la Newmont, que tiene derechos en casi toda la comunidad campesina Samanga, en Ayabaca.
Por lo pronto, les han ofrecido enviar una comitiva de la Oficina Nacional de Diálogo a verificar sus denuncias.
Claves
Según el representante de Fedepaz, Javier Jahncke, si bien Río Blanco Cooper afirma que realizará un proyecto minero sólo en 6 mil hectáreas, mantiene la concesión en 29 mil hectáreas.
Recordó que el grupo chino Zijin, dueño de Río Blanco, fue hallado responsable del derrame de sustancias tóxicas de la planta de procesamiento de cobre al río Ting, ubicado en la zona oriental de China. «Qué no hará en Perú», advirtió.