Unas 25 personas de la Comunidad Amazónica de Acción Social Cordillera del Cóndor Mirador (Cascomi), parroquia Tundayme en Zamora Chinchipe, realizaron ayer un plantón en las instalaciones de la Agencia de Regulación y Control Minero (Arcom) para exigir la suspensión del proyecto Mirador, concesionado a la empresa EcuaCorriente S.A.
Portando carteles y con gritos en contra de la minería, los comuneros de Cascomi y los dirigentes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) insistieron en su denuncia de un desalojo supuestamente violento, el pasado 30 de septiembre.
El presidente de la Conaie, Jorge Herrera, anunció nuevas movilizaciones para la próxima semana, pues aspiran a reunir a los comuneros de Zamora Chinchipe, donde hay concesiones mineras a fin de coordinar estrategias para reclamar el respeto a sus territorios.
Dijo que el tema de Tundayme será parte de la plataforma de lucha de la marcha convocada para el 11 de noviembre próximo en todo el país.
Este Diario solicitó una opinión de los directivos de Arcom, pero el Departamento de Comunicación indicó que emitirían un boletín de prensa.
El personal de esa área bajó al plantón para registrar con fotografías y grabaciones las denuncias de los comuneros.
Luis Sánchez, presidente de Cascomi, dijo que existe un informe de la Contraloría que advierte de muchas fallas en el proceso de la concesión, por ejemplo, que no se respetaron las fuentes de agua ni el bosque protector; que no se consultó a las comunidades indígenas.
El dirigente dijo que si el Gobierno afirma que el proyecto es rentable debe responder por qué no tiene dinero para “reubicar a la parroquia Tundayme en condiciones dignas”. (I)